Atardecer en el Templo de Debod

Atardecer en el Templo de Debod, novela de Andrés Hernández Rabal, nos cuenta la historia de Miguel, un funcionario harto de su trabajo burocrático que además es aspirante a escritor; y que de una forma fortuita descubre que puede conocer su futuro. A partir de ahí su vida cambia totalmente.

El dilema al que se enfrenta consiste en decidir si hace caso a lo que sabe, o no. Si sigue indagando sobre lo que le depara el destino o continúa sin tenerlo en cuenta. También tenemos una (o varias) historias de amor (que no románticas) en la que el peso de saber o no saber tiene una importancia decisiva. También incluye una escena de sexo que hace que su lectura no sea para todos los públicos.

El sentido de esta novela se podría resumir en una pregunta: ¿está nuestro destino escrito o somos libres para decidir? El protagonista no tiene una respuesta satisfactoria a esta cuestión y…si queréis saberlo, tendréis que leerla. Es una historia en la que es muy difícil contar algo sin desvelar más de la cuenta.

Quizás el autor aún deba madurar su estilo en algunos aspectos y profundizar más en la psicología de los personajes, que a veces quedan solamente esbozados, pero de momento parece ir por buen camino. A destacar Dolores, para mí el personaje mejor desarrollado, aparte del protagonista.

La ventaja que tiene ser autor independiente es que puedes tratar el tema que te apetezca sin hacer caso a modas o géneros. Además la novela puede tener el tamaño que tú quieras que tenga. En este caso es así: el tema quizás no sea para el gran público (aunque yo creo que sí) y la novela cuenta lo que tiene que contar sin añadidos superfluos. Sin ese «es que hay que llegar a las ciento cincuenta mil palabras», que en muchos casos se traduce en páginas y páginas con anécdotas de relleno y totalmente prescindibles.

Por BC
BC Style