Bajaré de la luna en tirolina

Bajaré de la luna en tirolina
de Santi Balmes

Biografía del autor

Santi Balmes (1970) es compositor y cantante de la banda indie Love of Lesbian. Dentro de su discografía tiene títulos tan celebrados como Maniobras de escapismo, Cuentos chinos para niños del Japón, 1999, La noche eterna / Los días no vividos, El poeta Halley o V.E.H.N., que, al igual que los tres anteriores, se colocó en el número 1 de las listas de ventas al poco de su lanzamiento. En su faceta literaria es autor del bestseller (o «celebrado cuento») infantil Yo mataré monstruos por ti, traducido al inglés, danés e italiano, de la novela de humor ¿Por qué me comprasteis un walkie-talkie si era hijo único? y del libro de relatos La doble vida de las hadas. Su novela anterior, El hambre invisible, continuó con la senda emprendida con su libro de poesías Canción de Bruma. En Bajaré de la luna en tirolina, Santi Balmes nos ofrece una genial mezcla de lo surrealista con la realidad más cotidiana.

Sinopsis

David, o Déibid Weirdo, como le gusta que le llamen, es un preadolescente que ve el mundo desde una perspectiva muy diferente a la del resto de su familia y no está pasando por su mejor momento: sus padres se acaban de separar, su hermano mayor, Dano, ha dejado de hablarle sin que Déibid sepa el motivo y, para colmo, se ha enamorado por primera vez de una chica de la que no sabe ni su nombre.

Santi Balmes sumerge al lector en el mundo fantasioso y peculiar de Déibid, los sucesos cotidianos y extravagantes que acontecen en su estrambótica familia y hace que viva con él su despertar a la adolescencia, al amor y a la sexualidad.

Una novela tierna y descarnada en la que la profundidad de las emociones llega envuelta en una capa de ironía y humor.

Si a los doce años eras un poco fantasioso, bastante cabroncete y muy divertido…, la nueva novela de Santi Balmes, el líder de Love of Lesbian, te hará recuperar al niño que llevas dentro.

Nota de prensa

David (léase Déibid) es un preadolescente de casi 12 años. Y aunque a priori pueda parecer igual que cualquier niño de su edad, él es diferente. Está pasando por un momento difícil: sus padres se están divorciando, su hermano le ignora y acaba de conocer a la chica con la que quiere compartir el resto de su vida y tener “catorcillizos”. Si a todo eso se le suma su imaginación desbordante, el resultado no puede ser otro que un relato hilarante capaz de provocar las carcajadas del lector, pero con los sentimientos y las emociones a flor de piel.

La novela transcurre durante tres meses (agosto, septiembre y octubre). Noventa días que se plantean como una película multigénero: desde la comedia a la ciencia ficción, pasando por las escenas costumbristas o los filmes románticos con los que el autor ha construido un particular mundo de fantasía en el que los hechos cotidianos adquieren un punto surrealista.

En estos tres meses, Déibid conoce el amor y el desamor, la amistad, el rechazo, la muerte… Son demasiadas emociones y él necesita “darse a la fuga” a su mundo imaginado. Pequeños videoclips imaginarios transportan al lector a los mundos de Déibid. Una forma de evasión para dibujar cómo sería el mundo a su imagen y semejanza. Es la película ideal de su vida. Un soñador como él necesita este espacio.

En Bajaré de la luna en tirolina, Santi Balmes nos ofrece un relato irónico, sentimental, romántico y fantasioso. Un relato trepidante en el que lo normal (varias veces se pregunta el protagonista qué es eso de la normalidad) y lo extravagante van de la mano en una peculiar familia que daría para hacer una serie televisiva de esas que lo ‘petan’ en la actualidad…

Entre el absurdo y surrealista mundo de Déibid y la vida cotidiana (la de la pandemia, la del confinamiento, las crisis, el paro, la adolescencia, el amor y el sexo), el relato, tierno y descarnado, se desliza hacia momentos divertidos pero a la vez reflexivos. Se ríe, pero también es una novela para pensar, para reflexionar sobre la juventud, la familia, la fidelidad, la incomprensión, la soledad, los amigos y esas pequeñas cosas que suceden en el día a día de cualquier familia.

PERSONAJES

David (léase Déibid) Weirdo Tiene once años, once granos, es bajito y aún no ha hecho el famoso cambio. “A mí la tontería no se me pasa. Es mi estado normal, mi contraseña para escapar”. Sus padres creen que todo le da igual porque cualquier situación es capaz de transformarla en una escena de humor. La realidad es que es disperso y despistado. “La ventaja de ser disperso y despistado es que he domesticado a mi familia hasta tal punto que nadie espera que cumpla lo que prometo. Los mayores piensan que soy un despistado de libro, o, dicho de otro modo, que vivo continuamente en la luna”. También se gusta y es incapaz de estar amargado más de un minuto. “A veces puedo mosquearme durante cinco minutos, y otras lo que dura una canción de los Ramones. Como máximo, puedo ponerme imbécil un par de horas”. En ocasiones es inocente y en otras, cruel. Tierno y cabroncete. Un personaje que acaba atrapando al lector. Se le coge cariño, y aunque a veces sus bravuconearías pueden tildarle de duro, al final necesita el cariño de la familia y el refugio de sus amigos. Es un crío que al final del libro cumple los doce años.

Jakob Weirdo, el hermano mayor de Deibid «Se parece a Paul Dano, Little Miss Sunshine” (de ahí que siempre se refiera a él como Dano). “Dano es tan inteligente que, aunque odie una asignatura, es capaz de salvar los muebles aunque no haya dado más que una breve repasada al temario minutos antes de hacer el examen”. Un referente para su hermano, aunque lo largo del relato se pelean, insultan y de discuten más que hablan. “Ni la fantasía me sirve de nada si los que tengo a mi lado se alejan”.

Patrick Weirdo, el padre de Déibid “Llevaba la friolera de dieciocho años formando parte de la gigantesca plantilla de Nissan” hasta que es despedido. Mantiene una aventura con una compañera de trabajo y abandona la casa familiar para instalarse en un piso que le deja su hermano pequeño (el tío Vincent). Un maduro que tiene que reconvertirse en la vida, el sexo y el trabajo a una edad complicada.

Chris Constant, la madre de Déibid Tiene una tienda preciosa (Somnis) en una calle poco comercial. Aparcó todos sus sueños para ponerse al frente de su familia, lo que no es una tarea fácil y sencilla. Tiene algo de psicóloga doméstico.

Kasper, el amigo de Déibid El amigo leal, el que siempre está ahí, el que nunca falla. “Si la vida fuera un juego, Kasper es casa”.

PATINADORA, EL SUEÑO AMOROSO DE DÉIBID “¡Una diosa de mi edad, una musa del Renacimiento! (…) Mi amor platónico, futura novia, esposa, exmujer, segunda esposa y mi viuda”. La persona que marca los tiempos de su eterno enamorado. Un beso y una cita pendiente en 2030, dan margen para soñar.

El tío Vincent “Tiene cuarenta y dos años, es un solterón y sufre algún tipo de trastorno mental. Es el hermano pequeño de mi padre… Solamente piensa en dos cosas: comer y el Barça. Ah, y nunca ha tenido novia (…) Es muy friki (…) Yo creo que es un jeta, un tipo que en algún momento tuvo una iluminación espiritual, llegó a la conclusión de que la vida es muy complicada y se obsesionó por tener la más sencilla de las existencias (…) Le pasa como a mí. Somos raros de clasificar”. Divertido y chisposo: un loco que vuelve loca a la gente

Alexia, que antes fue Alex Compañera de Dano en Nueva Familia Disfuncional, el grupo con el que aspiraban a ser los reyes musicales del barrio, es la “cómplice” de Déibid y quien le abrirá los ojos con respecto a su hermano. “Es el ser humano más interesante del instituto de largo (…) Es coherencia pura, salpicada, eso sí, de un sentido del humor algo catastrófico, plenamente justificado por las cosas que le han sucedido estos últimos años”. “Alexia me ha hecho entender que la vida son cambios”.

La abuela Dianne Que “trabajaba de vidente en un canal de televisión local, uno que solamente veía gente muy raroide”.

Y LA CIUDAD, BARCELONA “Si no nos cuidamos entre todos, esta ciudad nos engullirá”

Los efectos de la pandemia El relato está pegado a lo cotidiano, puesto que el principio del fin del mundo que Déibid ha conocido hasta ahora es la pandemia. La familia de Déibid llevaba una “vida normaloide y semejante a la de la mayoría de las familias del siglo XXI. Sin embargo, ahhh, cuando llegó el maldito confinamiento y nuestros padres no tuvieron más remedio que permanecer todo el santo día encerrados en casa mirándose la nariz, se inició la catástrofe”. Los efectos secundarios y demoledores de una pandemia que ha sacudido a muchas familias. A partir de ahí todo se derrumba: el padre pierde su trabajo, la madre tiene que cerrar la tienda y, hartos de sí mismos y de una existencia en la que abandonaron sus sueños, deciden separar sus caminos. Para Déibid, peor que el divorcio de sus padres es la incomprensión de su hermano mayor. Lleva varios meses sin hablarle, no entiende por qué y le echa de menos. Y si faltaba algún mimbre emocional, el amor llega a su vida en forma de patinadora, de la que no sabe ni su nombre…

Póngale música a la vida Santi Balmes ha construido un relato ágil y divertido, en el que muchos lectores se van a ver identificados con ese pequeño protagonista, que vive y presenta su vida a los demás como si de una serie de televisión se tratara, y en el que no faltan las referencias musicales (como no podía ser de otro modo) de todo estilo: Pink Floyd, Queen, Sex Pistols, Kane West, The Smith, The Beatles, David Bowie, Nacha Pop… Porque esta es una novela que no solo se oye. También se ve. Cada capítulo comienza con una cámara que va mostrando los lugares en los que transcurre la acción o a la que Déibid mira fijamente… Sin olvidarnos de las referencias fílmicas que forman parte del imaginario colectivo y que ayudan a describir algunas acciones, como la famosa escena del sombrero seleccionador de Harry Potter. Un relato tierno, emocionante y divertido con el que los lectores van a volver a ese territorio difícil y añorado que es el final de la niñez. Porque todos, alguna vez –y puede que todavía–, hemos querido bajar de la luna en tirolina.

*Contenido original proporcionado por Departamento de Comunicación Editorial Planeta

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