Hoy la editora y escritora Carmen Moreno reseña para el blog el libro La suite Jonda de Fernando Otero publicado por Algaida Editores.

En junio de 1922, Manuel de Falla y Federico García Lorca organizan, junto a otros artistas e intelectuales, el evento flamenco del siglo XX: El Concurso de Cante Jondo de Granada. Unos meses antes del acontecimiento, el General de Brigada Juan Picasso González -tío del genial pintor- entregó en el Congreso de los Diputados los más de 2 millares de páginas que integraban el informe de la masacre sufrida por los españoles en Annual. Entre ambos acontecimientos, el desastre de Annual y el Concurso de Cante Jondo de Granada, el «Informe Picasso» sobrevuela amenazando la estabilidad política española. La información comprometida del informe sobre las corruptelas que originaron la debacle africana alcanza a las más altas instancias del Estado, cruzándose en el viaje con personajes como El Tenazas, un anciano cantaor que ha caminado desde Puente Genil hasta a Granada para que Lorca, Falla y el resto de artistas e intelectuales atestigüen un descubrimiento: el documento primitivo del cante jondo.

Lo malo de la novela histórica es que fueron la suma de un montón de información en la que lo importante era el dato y no la narración. Lo bueno de La suite jonda de Fernando Otero, novela histórica, es que es un pellizco en el estómago y en el corazón, con una narración limpia, concisa, directa, sin intención de lucimiento y, por tanto, brillante.
Érase una vez un grupo de intelectuales españoles, Falla, Lorca y Daniel Granados (demos por bueno este nombre) que se propusieron revitalizar el, hasta entonces, marginado cante jondo. ¿Dónde? En Granada.
Por otro lado, Pablo Picasso, desde la Francia que ama y le sublima, reciba un documento que es primordial para entender el desastre de Annual, contienda en la que murieron millares de soldados españoles que no habían empuñado un arma en su vida.
Mientras, en palacio Berenguer y Alfonso XIII se dedican a lo que mejor se les daba: denostar a la población, montar lupanares y ver películas pornográficas. Aquella España, la de 1922, era la del hambre y la creencia de que la cultura debía ser algo más que un entretenimiento.
Además, tenemos a un escritor sevillano joven aún, sin miedo a enfangarse hasta los tobillos en investigación, loco por el flamenco, padre de dos hijas, vicerrector de la Olavide, con los ojos llenos de preguntas y las manos de vida, que quiere hablar de Annual, que lo investiga, que se bebe documentación y, de pronto, se da de bruces con el Concurso de cante jondo de 1922. Esto que para cualquiera podría ser un escollo en el camino, para él es la oportunidad de crear una novela de trazo firme y perfecto, con personajes que nos confunden entre lo real y lo ficcionado. Algo para lo que, créanme, hay que tener mucha maestría.
De fondo hay guitarras y voces que se hunden en la tierra y se lamentan desde África hasta lo más sublime de Granada, pasando por Cádiz y Sevilla porque aquí, en el sur, todo pasa por Sevilla.
Y, de repente, como por encanto ahí están Carol Butler (espía que nos recuerda que la belleza en los secretos es un accidente), el Tenazas (cantaor que quiebra las cuerdas vocales y araña las palabras que canta, y la Niña los Peines (a la que solo se la nombra y ya todo la novela se llena de cantares y sol)…
Créanme si les digo que la novela de Otero, tan difícil de montar, queda tan hermosamente escrita que no parece que haya costado trabajo hacerlo. Otero es un sastre fino que pespuntea con mimo hasta el último hilo y el traje queda tan perfectamente al cuerpo que consigue lo que cualquier grande: que lo difícil parezca fácil.
Los personajes se dibujan con tres pinceladas. No se cuentan, se muestran, esa manera de narrar solo al alcance de muy pocos. Los diálogos son concisos y necesarios sin que sobre ni un punto ni una coma.
Annual queda en África, pero a la vez, a través del Informe Picasso, nos está llamando desde el rellano de la escalera para que nos asomemos un poquito más.
No hace falta que les guste el flamenco, ni siquiera Granada, pero si son amantes de algunos libros buenos, incluyan este en su lista porque nada más preciado que las palabras bien dichas, las historias bien escritas y la humildad de quien no tiene que pintarse el cuerpo de purpurina para brillar como lo hace Fernando Otero con esta novela que es un pedazo de la historia de España.

Por Carmen Moreno
@morenopcarmen

Título: La suite Jonda
Autor:  Fernando Otero
Editorial: Algaida Editores
Publicado: 8 octubre 2020
Páginas: 256
ISBN: 978-8491893141
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Carmen Moreno
Directora de la Editorial Cazador de Ratas Escribo novela negra y, a veces, creo híbridos. Veo sospechosos donde no los ves. Me gustan el perro de los Baskerville, pero los míos, más.