Imbuidos por una prosa impecable, nos adentramos en una nueva historia mágica de Celso Castro, en una cautivadora novela de seres desamparados en la Galicia contemporánea que ahonda en la relación de amor entre dos personas solitarias unidas por la esperanza.

La crítica siempre ha sido unánime con la obra de Celso Castro y ha destacado su calidad literaria indiscutible, poseedor de un universo propio muy particular e inédito en nuestra literatura que deja huella al lector.

NOTA DEL AUTOR

«siempre he pensado la literatura como algo no planificado, o cuando menos, que rehúye cualquier planificación. algo que ocurre, que surge del simple acto de escribir. en mi caso, de ahondar en la primera persona, diferenciarla de mí y mantenerme al margen, sin dejar de perseguir la inmediatez de esa voz desatada que va conformando los -relatos del yo- y quizá a mi pesar, revelando aquí y allá ciertas circunstancias autobiográficas, algunas -inconfesables- al tiempo que se burla de sus correspondencias literarias como un demonio familiar

-las brujas- es un ejemplo elocuente de este humor malintencionado, y de mi particular búsqueda de la espontaneidad narrativa. de ese aliento vital que atraviesa una escena, o un diálogo, de esa imprevista respiración

los personajes de la novela son reales y van adquiriendo un desarrollo posterior: la bruja que amamanta al narrador, su casa, el consultorio donde recibe a sus clientes. su hija lorena y sus vestidos con los bajos raídos. ricky el cojo, que distribuye y consume todo tipo de sustancias psicotrópicas, y desde -la cuervo- ha ido acompañándome y saltando de novela en novela hasta hacerse habitual y casi imprescindible. sebastián, que ha pasado de narrador en -el afinador de habitaciones- y su continuación -astillas- a personaje recluido en un psiquiátrico

a partir del epígrafe de dostoievski -las brujas- trata de la incapacidad de amar, del desvalimiento de los seres humanos. una mirada piadosa sobre nosotros, sobre lo que somos. y en definitiva, del largo proceso hacia la normalidad, un proceso interminable, como puede apreciarse en el último diálogo de la novela:

-yo lo único que quiero es… ser normal… sólo eso… ser normal y nada más…

-ya, es lo que queremos todos…»

CELSO CASTRO

LA CRÍTICA
Con las brujas Celso Castro se consolida como un narrador de sólida trayectoria, cuyas obras ya hemos dado a conocer en Destino con entre culebras y extraños (2015) y con sylvia (2017) con gran reconocimiento de crítica.

«Hacía tiempo que no leía una historia de amor fou, de pasión desesperada y total, tan angustiosa y divertida como sylvia.»
Elena Costa, El Cultural

«Ese humor, ese goce que proporcionan unas páginas de escritura y ritmo brillantes, ese arrebato también literario, merecen lectores dignos de tanta pasión.»
El Cultural

«Considero un acto de justicia poética advertir de la subversiva valía de Celso Castro.» Enrique Vila-Matas

«Hay un empuje, una vitalidad, un saber dónde se encuentra el centro de la diana, que bien cabría añadir que tras el aire celiniano, el gesto a lo Salinger y a lo e.e. cummings y ciertas resoluciones a lo David Foster Wallace se esconde un narrador de fuste, capaz de sostener un mundo narrativo, lleno de referencias.»

Juan Ángel Juristo, ABC de las Letras
«El gallego Celso Castro es un escritor secreto que merece la pena descubrir.»
Elena Hevia, El Periódico

LA NOVELA
¿Qué harías si tu padre te abandonara?
¿Qué harías si tu madre y tu hermano te detestaran porque te pareces a él?
¿Qué harías si descubrieras que en realidad te amamantó una bruja?
¿Qué harías si la hija de esa bruja —tu hermana de leche— se enamorara de ti?

Un joven relata a modo de confesión la historia de su relación con Lorena, hija de una bruja y hermana de leche, ya que fue criado por una nodriza. Con una voz discursiva que sigue sus pensamientos más íntimos, asistimos también a la relación que mantiene con su familia, madre y hermano lo desprecian por su parecido físico con el padre que los abandonó. Hechizado por Lorena, se verá condenado tanto a amarla como a aborrecerla.

***
Excelente voz narrativa en una primera persona que relata la historia en forma de monólogo, de confesión a alguien cercano, sin que el texto aclare si se trata de una pareja o una simple amistad. Se trata de un registro muy cercano, casi oral, que con un chorreo discursivo que enlaza sin pausa anécdotas, pensamientos y situaciones de una manera siempre sugerente, reproduce el mejor estilo de Celso Castro: tierno, sincero y con un punto naïf que engancha al lector. La apuesta estilística es muy buena, como acostumbra el autor.

La historia, pese a su orden cronológico, está construida al revés: desde un desorden inicial en el que se nos muestra un chico agobiado, atrapado en una relación enigmáticamente embrujada, vamos desenredando un hilo que nos llevará a descubrir la historia de un chico maltratado por su familia, primero, y embarcado en una relación por pura supervivencia, después.

Los motores narrativos se suceden con acierto: primero, el carácter mágico de lorena y su madre; después, el descubrimiento que el protagonista se parece a su padre; más tarde, se descubre que el chico no consigue querer a lorena; finalmente, el accidente y la muerte de la madre de lorena, y el desenlace en forma de oportunidad que se dan dos personas que no tienen a nadie más.

El tema de la obra es el maltrato emocional en la familia y sus consecuencias: la incapacidad para amar y la soledad. Esta temática se repite en los dos protagonistas, tanto en el chico como en lorena: en él, adquiere una forma explícita con una familia que no lo soporta y lo boicotea; en lorena, tiene una forma más enigmática con la nigromancia de la madre, unas malas artes que la condenan a ella a crear distancia en la gente.

El segundo tema explícito, consecuencia del tema principal, son las vidas que se encuentran por interés, por circunstancias parecidas, para evitar la soledad. De esta manera, puede decirse que, siguiendo la literatura del autor, estamos ante un nuevo relato de perdedores.
La novela sitúa la acción en La Coruña en una época contemporánea a la actual. El trasfondo ambiental de la historia es la habitual de Celso Castro: las drogas en la juventud -el hachís y el estramonio en este caso- y la búsqueda de un camino más forzado por las circunstancias que por decisión.

EL AUTOR
Celso Castro (A Coruña, 1962) ha encontrado en Galicia la atmósfera perfecta para todas sus ficciones hasta el momento. En 1995 publicó su primera novela, De las cornisas, con el seudónimo “m. de verganza”. Sus siguientes obras, Dos noches (2001) y El cerco de Beatrice (2007), ya llevaban su firma. Después, buscando una mayor naturalidad y espontaneidad en la voz narrativa, comenzó sus «relatos del yo», escritos en primera persona: El afinador de habitaciones (2010), Astillas (2011), entre culebras y extraños (2015, Destino) y sylvia (2017, Destino), novelas que han cosechado un gran reconocimiento por parte de la crítica.

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