Ya estamos en marzo otra vez. Y lo que ha llovido —¡nevado, incluso!— desde el fatídico marzo del 2020 en que se desató la locura, ¿eh? Y con lo que hemos pasado todos en un año que aún colea, podríamos haber aprovechado para salir transformados, nuevos, redivivos, pero un vistazo rápido a nuestras novedades de este mes es prueba más que suficiente de que, aunque caiga sobre nuestras cabezas una pandemia mundial, cuarenta años después seguimos teniendo muy claro quiénes fuimos, somos y seremos. Porque en estas seguimos, amigos: en apenas unos días, pondremos en vuestras manos Alí Babá y los 40 maricones, de Nazario (otra vez aquí, perdonadnos, ¡pero esta vez es la refinitiva, palabra!), Mi novio, un virus y la madre que me parió, de Sebas, y nuevas ediciones de La serpiente roja, de Hideshi Hino, y Locas 2 de Jaime Hernandez. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Alí Babá y los 40 maricones
Atención, este álbum contiene una alegría de vivir más contagiosa que el sida. No consumir en dosis abundantes ni utilizar un álbum ya usado. Ten muy presente nuestra advertencia, esta puede ser tu noche más loca. Nazario está dispuesto a de mostrar te con todo su arte que hemos venido aquí a pasar dos días, que cuantos más polvos mejor, que el único miedo que debes tener es el miedo al aburrimiento, que los amantes hay que aprovechamos, y que no hay vida como la vida es rosa. ¿Tú también lo tienes claro? Pues no digas que no te avisamos.
Mi novio, un virus y la madre que me parió
Por todos es sabido que la vida da más vueltas que los baúles de la Piquer. Lo malo es que, muchas veces, estos giros suceden sin moverse del sitio o, lo que es peor, van hacia atrás. Ya hacía tiempo que Salvador se lo olía: iba a convertirse en el típico marica que acaba cargando con su anciana madre. Máxime, cuando Carmen, su hermana, ha ampliado la familia. Pero eso de que los gais adoramos a nuestras madres es un tópico, sobre todo si son como la imposible señora Mariángeles, un verdadero bicho, por ser benévolos. Además, cuando tu novio está bastante tremendo, es un hecho que pronto aparece ese demonio de ojos verdes: los celos. Y Monty, que además se queda sin trabajo, encuentra una oportunidad profesional irrechazable en Italia, cosa que no ayuda a la relación. En ese momento, un maldito virus causa una pandemia que viene a complicarlo todo mucho más si cabe. Y eso… eso no hay cuerpo que lo aguante.
La serpiente roja
«Desde que tengo uso de razón, siempre he querido salir de esta casa. No se, es como si en ella se agazapara algo terrorífico… Muchas veces he comenzado a rodearla intentando adivinar su tamaño, pero llego a un punto en que la pared exterior se interna en la espesura del bosque y no se ve nada más. En la inmensidad de la casa, hay habitaciones que nunca he visto y a las que nunca he podido acceder… El pasillo que conduce a las habitaciones prohibidas está cerrado por un espejo de bronce verde.»
Locas 2
Prosiguen las aventuras cotidianas de Margarita -Maggie- Chascarrillo, la joven chicana que desde los años ochenta vive, ama, llora y ríe en las viñetas diáfanas de Jaime Hernandez. Secundándola, entre muchos otros, Hopey Glass, punk rocker resistente y su mejor amiga; Terry, que fuera amante de Hopey y que hoy comparte banda de hardcore con ella, Zero y Monica; la melancólica Isabel y su hermano Speedy, que pone a hervir los estrógenos de Maggie; las campeonas de lucha libre Rena Titañon y la tía de Maggie, Vicky Glori, o Rand Race, guaperas de profesión mecánico prosolar… Locas es un mosaico de mujeres fuertes, independientes y tiernas que, historieta a historieta, han compuesto uno de los universos más ricos y vitalistas de la literatura norteamericana contemporánea. Una obra que no sólo legitima el género del culebrón, sino que lo eleva a cotas de calidad artística que nunca antes había conocido.