Smash!
de Ian Winwood

Publicación: 6 octubre 2020
Editorial: Libros Cúpula
Páginas: 336
ISBN: 978-8448027155
Traductor: María José Furió

El primer libro que repasa la explosión del punk rock en los 90 y sus mejores grupos.

Biografía del autor

Ian Winwood es uno de los críticos musicales más importantes. Ha escrito para publicaciones del nivel de Rolling Stone, The Guardian, Mojo, Kerrang! y la cadena BBC; es coautor, junto a Paul Brannigan, de Birth School Metallica Death y de Into the Black. Winwood reside en Londres.

Sinopsis:

Dos décadas después de que los Sex Pistols y los Ramones dieran nacimiento a la música punk, sus herederos artísticos irrumpieron en escena y cambiaron el género para siempre. Mientras que la fama de los inventores del punk circulaba a un nivel casi clandestino con ventas regularmente bajas, sus herederos hicieron estallar todas las expectativas comerciales del género. Son muchos los libros, artículos y documentales que han centrado su interés en el nacimiento y auge del punk de los 70, pero pocos han dedicado un tiempo considerable a su resurgir durante los 90.

Smash! es el primero que lo hace, con el relato detallado de las circunstancias del cambio en la cultura musical de los 90 desde el grunge. Gracias a su fabuloso acceso a los protagonistas clave del momento, incluyendo a los mismos miembros de Green Day, Offspring, NOFX, Bad Religion, y muchos otros, el celebrado crítico musical Ian Winwood nos brinda por fin la historia, trascendental y absorbente que merecen.

Nota de prensa:

«El trabajo de investigación y verificación de datos que ha realizado el autor es asombroso. Ian Winwood captura perfectamente esta historia y todo lo que contribuyó a hacer especial aquel momento.» Mass Movement

Dos décadas después de que los Sex Pistols y los Ramones dieran nacimiento a la música punk, sus herederos artísticos irrumpieron en escena y cambiaron el género para siempre. Mientras que la fama de los inventores del punk circulaba a un nivel casi clandestino con ventas regularmente bajas, sus herederos hicieron estallar todas las expectativas comerciales del género. Son muchos los libros, artículos y documentales que han centrado su interés en el nacimiento y auge del punk de los 70, pero pocos han dedicado un tiempo considerable a su resurgir durante los 90.

Smash! es el primero que lo hace, con el relato detallado de las circunstancias del cambio en la cultura musical de los 90 desde el grunge. Gracias a su fabuloso acceso a los protagonistas clave del momento, incluyendo a los mismos miembros de Green Day, Offspring, NOFX, Bad Religion, y muchos otros, el celebrado crítico musical Ian Winwood nos brinda por fin la historia, trascendental y absorbente que merecen.

«Si te interesa conocer de qué manera el punk se convirtió en la fiera que es hoy, deberías leer Smash! Por fin el punk tiene el libro que su historia merece.» Kerrang!

«Todas y cada una de las decenas de personas a las que he entrevistado para este libro coincidieron en un solo detalle: todos afirmaron que el músico que hacia 1994 decidía formar un grupo de punk rock estaba tomando una mala elección profesional. Las bandas de música metal estaban ganando dinero. Los grupos de hip hop ganaban dinero. Los cantantes de country ganaban dinero. Pero a la mayoría de los profesionales del punk rock, la música no les daba para vivir.

Los grupos que aparecen en esta crónica son aquellos que en su momento se definían a sí mismos como punk rock y que, de hecho, continúan haciéndolo. Si es posible que una crónica que presenta a un montón de millonarios que han disfrutado de largas carreras sea la historia de unos tipos que no partían como favoritos, que eran en origen los perdedores natos, esta es esa crónica. Si suena improbable, entonces párate a pensar lo siguiente: antes de Green Day y de Offspring, la idea de que en Estados Unidos una banda pudiese hacerse famosa tocando música punk rock era impensable.» (Introducción)

«Es gracioso, pero cuando hoy hablo con chavales, les digo que en los años ochenta el punk era realmente peligroso — cuenta Dexter Holland, líder de la banda más popular del condado de Orange, Offspring —. Ahora te parece divertido llevar el pelo de color azul, pero en 1984 llevar el pelo de azul podía suponer que te dieran una paliza.» (Prólogo)

«Lo único que el punk rock debería significar realmente es no quedarse sentado a esperar que el semáforo se ponga verde»
Frank Turner, «Try This At Home

 

Algunos grupos de los que habla el libro:

Bad Religion

«Aunque ellos aún no lo sabían, Bad Religion tenía a su disposición un talento que los distinguiría de otras bandas de su especie. Greg Graffin, un emigrado de Wisconsin, como estudiante en la escuela elemental Lake Bluff, en la zona norte de Milwaukee, cantaba cada mañana, antes de ir a clase, en el coro de la escuela. Bajo la tutela de la profesora, la señora Jane Perkins, él y los coristas preadolescentes se reunían en la sala de música de la escuela para cantar canciones de la radio y, por Navidades, villancicos. La crueldad de estas reuniones quedaba suavizada porque los estudiantes tenían permiso para poner durante diez minutos música de los Beatles y de Led Zeppelin en el equipo estéreo de la escuela. Como corresponde, la señora Perkins se fijó en el talento de Graffin, que pronto se vio respaldado por una beca en un campamento de verano de música en Madison.

Si bien es verdad que las primeras veinte canciones de Bad Religion ofrecían un destello de la influencia capital que sus creadores llegarían a ejercer, no era más que un destello. Pero esos pequeños tallos iban a dar toda clase de frutos. En 1982, el grupo podía por lo menos llevarse la alegría de saber que diez mil oyentes

tenían en su casa una copia de How Could Hell Be Any Worse? El grupo quizá no se hallaba en su camino hacia lo más alto, pero por lo menos iba de camino a alguna parte.

La escena punk de entonces no nos resultaba muy atractiva — dice Graffin —. Las drogas y la violencia se habían comido el terreno, eran cosas que a mí nunca me han interesado. Siempre estuve en Bad Religion por la música. Cuando empezamos a tocar punk había una escena social boyante. Existía la sensación de que formabas parte de algo…

Hacia 1987, Bad Religion se había hecho una fama, había dado lustre a esa reputación, embarrado esa fama y luego se había echado a dormir. La edad media de sus miembros era de apenas veinticuatro años. En este punto en la carrera de la mayoría de grupos el combustible que los mantiene unidos es el esprit de corps. Los artistas jóvenes se mantienen unidos con el objetivo de capturar la atención del mundo entero. Pero así como otras bandas estaban hambrientas de reconocimiento, Bad Religion solo tenía el gusanillo.

The Lookouts

La influencia que Lawrence Livermore llegaría a ejercer en la escena punk rock del norte de California es notable. Que sus logros prosperaran desde la semilla arrojada en un territorio que solo puede describirse como minúsculo, y que los habitantes del lugar no aprovechaban, redobla su mérito. El de 1985 fue un año que no solo vio nacer a la formación The Lookouts, sino también la publicación del nuevo diario local propiedad de Livermore.

Tré guarda recuerdos de su presentación cuando era un adolescente, cuando The Lookouts dio el primero de sus conciertos en el Área de la Bahía — relata Livermore —. Conoció a Dave Dictor y quedó bastante impresionado con él, como les habría pasado a la mayoría de chavales de trece años. Pero aunque la escena musical era pequeña y ordenada, realmente por entonces eran solo las brasas moribundas del punk en San Francisco.

Lawrence Livermore llegó tan pronto a la escena musical con Green Day que la banda ni siquiera era aún conocida por ese nombre. Durante dos años se llamaron Sweet Children. Toma- ron la decisión de cambiarlo cuando el grupo se enteró de que se parecía demasiado a otro grupo llamado Sweet Baby Jesus, que más tarde se convirtió en Sweet Baby. «Durante no sé cuánto tiempo, el nombre de Green Day me pareció espantoso —cuenta Livermore—. Ahora me doy cuenta de que es un nombre con el que puedes crecer y que andando el tiempo puede significar cosas distintas. Pero por aquel entonces me parecía un nombre estúpido.»

NOFX

Solo tuvieron que pasar ocho años desde su formación para que NOFX descubriera su auténtico carácter. La incorporación de Aaron Abeyta, también conocido como el Hefe, a la guitarra, hizo mucho en pro de la causa. Abeyta es un multinstrumentista, graduado en el Berklee College of Music, uno de los más finos guitarristas de punk rock y el hombre cuya aportación a un álbum de NOFX se resume en una sola palabra: talento. El Hefe aportó un fino oído al grupo, por no mencionar un instinto para la ejecución musical que eclipsaba el de sus nuevos compañeros de banda a una distancia de varias galaxias. Sus cualidades casaban bien con el emergente talento de Fat Mike como compositor. Al contrario de lo que suele ocurrir, la destreza del líder de la banda para componer canciones había viajado desde el antitalento hasta su opuesto exactamente en el punto en el que la mayoría de compositores asumen que las habilidades que buscan quedarán para siempre lejos de su alcance. Sin embargo, desde este arranque regular, el líder del grupo ganó en calidad en su trabajo y progresó hasta llegar a ser bueno de verdad.

(…)

Cuatro semanas después, Epitaph Records publicaba Punk in Drublic, el quinto álbum de NOFX. Después de enanismo creativo, la banda se hallaba ahora en el tipo de crecimiento acelerado que solemos asociar con la plantación de habas mágicas. Los que fueran autores de álbumes compuestos solo por malas canciones, hicieron Punkin Drublic, donde no hay una sola mala. El disco es ingenioso, agudo, rápido y perspicaz. Al cantar una canción al estilo oi!skinhead, que celebra en lugar de denigrar el judaísmo, la banda demuestra cierta habilidad para subvertir las convenciones más violentas. La canción de apertura, «Linoleum», a veces conocida como la mejor canción en la que Fat Mike ha puesto su firma, ofrece un corte tan increíblemente contagioso que la ausencia de estribillo para desapercibida.

 

Contenido original proporcionado por la editorial Libros Cúpula

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