Comerse un melocotón: Memorias
de David Chang

En 2004, el Momofuku Noodle Bar abrió sus puertas en un espacio pequeño y austero en el East Village de Manhattan. Su joven chef y propietario, David Chang, trabajaba entonces en primera línea sirviendo ramen y bollos de cerdo a una mezcla de compañeros cocineros de restaurantes y comensales confundidos cuya idea del ramen era poco más que la de unos fideos instantáneos servidos en vasos de poliestireno. Hubiera sido imposible saberlo en ese momento, y ciertamente Chang habría apostado contra sí mismo, pero él, que había fallado hasta entonces en casi todos los esfuerzos de su vida, estaba a punto de convertirse en uno de los chefs más influyentes de su generación, impulsado por la pregunta: ¿qué pasaría si el underground pudiera convertirse en la corriente principal?

Comerse un melocotón navega con humor y honestidad a través de la aventura empresarial y culinaria de Chang y por los errores y los inesperados golpes de suerte que le llevaron a situarse en lo más alto de la industria gastronómica. Pero también destapa el daño que el éxito y la fama causaron en una personalidad tan vulnerable como la suya, quien luchó frente al alcoholismo, la depresión y un trastorno bipolar.

Un relato humano y perspicaz sobre lo que ocurre tras los fogones sobre la verdadera pasión y entrega por la cocina y acerca de la incertidumbre que rodea al futuro de la industria, tejido en una historia personal que no rehúye las confesiones incómodas ni los momentos más dramáticos, pero también disparatados y divertidos, en una confesión íntima de la creación de un chef y de la historia del mundo de los restaurantes modernos (que Chang ayudó a dar forma), y cómo descubrió que el éxito puede ser mucho más difícil de entender y gestionar que el fracaso.

En 2004, el Momofuku Noodle Bar abrió sus puertas en un espacio pequeño y austero en el East Village de Manhattan. Su joven chef y propietario, David Chang, trabajaba entonces en primera línea sirviendo ramen y bollos de cerdo a una mezcla de compañeros cocineros de restaurantes y comensales confundidos cuya idea del ramen era poco más que la de unos fideos instantáneos servidos en vasos de poliestireno. Hubiera sido imposible saberlo en ese momento, y ciertamente Chang habría apostado contra sí mismo, pero él, que había fallado hasta entonces en casi todos los esfuerzos de su vida, estaba a punto de convertirse en uno de los chefs más influyentes de su generación, impulsado por la pregunta: ¿qué pasaría si el underground pudiera convertirse en la corriente principal?

Chang, hoy por hoy, está sólidamente consagrado como uno de los chefs de mayor reconocimiento de su generación, y ostenta la consideración del mejor de Estados Unidos, además de haber ganado una amplia fama televisiva gracias a sus destacadas apariciones en la pequeña pantalla, entre las que destaca haber ganado el concurso ¿Quién quiere ser millonario?, cuyo premio destinó a una ONG que ayuda a la hostelería, algo que David consideró especialmente necesario tras la situación derivada de la pandemia.

Por su innegable éxito, su figura suscita ya un amplísimo interés público, especialmente en el ámbito gastronómico. Sus personalísimas memorias, Comerse un melocotón (traducidas por Carmen Ternero) nos permiten conocer a fondo al genial e internacionalmente conocido chef, y muestran también una historia de superación con valiosos aprendizajes.

¿MEMORIAS O MANUAL DE AUTOAYUDA?
“Soy capaz de autoconvencerme de cualquier cosa. Hace cuatro años firmé un contrato para escribir este libro. Le dije a la editorial que sería un manual de autoayuda sobre liderazgo, estrategia empresarial o asesoramiento para jóvenes chefs. Pero no estuvieron de acuerdo. Muchos meses después de que venciera el primer plazo, mi agente sentenció: «Tú dirás lo que quieras, Dave, pero esto son unas puñeteras memorias». Pues que conste que yo sigo pensando que esto es un manual sobre lo que no hay que hacer cuando quieres empezar un negocio. Sigue pareciéndome absurdo que me pidan que escriba un libro sobre mi vida y, francamente, me preocupa cuánto ego me supuso aceptar. Sinceramente, no entiendo qué puede atraer de mí”.

*Contenido original proporcionado por la editorial Planeta Gastro

Críticas

«Unas memorias humildes y a corazón abierto. Tanto los amantes de la comida como los chefs se adentrarán sin duda en las mordaces memorias de Chang». Publishers Weekly

«David Chang es uno de los chefs más queridos del mundo, pero sus inspiradoras memorias no son solo para los amantes de la comida. Este libro es para cualquiera que alguna vez se haya sentido como un perdedor, haya tenido un bajo rendimiento o aspire a convertirse en un emprendedor o una persona más decente». Adam Grant, autor de Originals and GIve and Take.

«Comerse un melocotón no es simplemente la autobiografía de un gran creativo; es más bien una filosofía convincente de un hombre que cree en una vida hermosa más allá de su alcance. Es profundamente gratificante presenciar cómo Chang marcha cuesta arriba, paso a paso, hacia su sublime visión. Mientras sufre, se enfurece y lucha por su búsqueda, no podemos evitar admirar su vulnerabilidad, su coraje y su convicción». Min Jin Lee, autora de Free Food for Millionarires y Pachinko.

«David Chang es uno de los chefs más creativos del mundo, pero no era obvio que se convertiría en eso. Estoy absolutamente cautivado por su historia de los desvalidos ue cuenta con pasión, humor y habilidad. ¡No te pierdas estas increíbles memorias!» Brian Grazer autor de A Curious Mind.

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