El chico de las musarañas

El chico de las musarañas
de Ana Obregón y Aless Lequio

Ana Obregón, una de las mujeres más queridas y reconocidas de nuestro país, nos ofrece un desgarrador testimonio sobre la pérdida de su hijo Aless Lequio, tras una larga y dura enfermedad.

El corazón de este libro es El chico de las musarañas, el texto que Aless empezó a escribir cuando le diagnosticaron cáncer. Un relato sincero, ácido, irónico, vibrante, con un sentido del humor único, que no pudo terminar, y que nos descubre el talento, el carisma y la personalidad de un joven que, sin duda, hubiera triunfado como escritor.

A través de estas páginas, Ana se desnuda en un viaje de esperanza, lucha y fuerza, donde muestra un huracán de sentimientos y emociones sin filtro, en el que sumerge al lector en una experiencia inolvidable.

La prueba de amor más bonita de una madre, una narración conmovedora, que sobrecogerá y en más de una ocasión despertará una sonrisa cómplice.

Aless Lequio (Alejandro Alfonso Lequio Jr), hijo de Alessandro Lequio y Ana Obregón, nació un 23 de junio de 1992 en Madrid. «Emprendedor inconformista de 27 años en muchos frentes», como él mismo se definía en su cuenta de Instagram, tuvo una sólida formación académica, como demuestra su doble licenciatura en Filosofía y Ciencias políticas por la Universidad de Duke, una de las más prestigiosas de los Estados Unidos, además de obtener títulos en Relaciones Internacionales, marketing online y redes sociales. Su entusiasmo por emprender y sus ganas de acometer nuevas ideas y proyectos le llevaron a fundar, junto con su amigo Nacho Ansorena, Polar Marketing, su sueño hecho realidad que llegaría a ser líder en Growth Hacking e innovación digital. Junto con Nacho fundó también Celebriteat Solutions SL, una app de marketing digital de celebrities e influencers y Blend Solutions. Aless nos dejó el 13 de mayo de 2020, tras dos años luchando contra el cáncer. En este periodo nos dio una lección sobre cómo enfrentarse a la enfermedad, sin dramas, como él mismo decía, y sin perder nunca su sentido del humor. Durante este periodo empezó a escribir un libro, El chico de las musarañas, una joya que no pudo publicar y que ahora ve la luz de la mano de su madre, Ana Obregón. Su sueño era donar los beneficios para la investigación contra el cáncer. Su legado queda en la Fundación que lleva su nombre y que nace con el objetivo de recaudar fondos para investigar contra esta enfermedad en un país en el que cada año mueren 200 000 personas por esta causa. www. fundacionalesslequio.org

Ana Obregón, actriz, presentadora, modelo, guionista, bióloga y escritora, es una de las mujeres más polifacéticas y admiradas del país. A lo largo de su carrera ha presentado y participado en casi medio centenar de programas televisivos. Su capacidad de comunicación, unida a sus dotes como actriz, la han convertido en una de las presentadoras más demandadas. Galas televisivas, entrega de premios, festivales, campanadas de fin de año, espacios de animación y entretenimiento son algunos de los trabajos que ha desarrollado desde 1984 hasta la fecha. Ha trabajado como actriz en más de 50 producciones en Italia, Estados Unidos y España, tanto en largometrajes como para diferentes cadenas de televisión, en alguna ha participado, además, como guionista. Entre los programas que más reconocimiento le reportaron está el mítico concurso ¿Qué apostamos?, cuya audiencia le sitúa entre los 10 más vistos de la historia de la televisión en España; y las series Hostal Royal Manzanares y Ana y los 7, de la que además fue creadora, convirtiéndose en líderes en su emisión durante los 5 años que estuvo en antena. Esta última se vendió a 7 países donde también fue un éxito. Cuenta con innumerables premios como reconocimiento a su trabajo y labor solidaria. En 2021 recibió el Joan Ramon Mainat del Festival de Televisión de Vitoria-Gasteiz por su dilatada y aplaudida trayectoria. En 2012 publicó Así soy yo, su primer libro. Su naturalidad y sensibilidad la han convertido en toda una influencer con más de un millón de seguidores en Instagram. Pero, por encima de todo, Ana vive para reivindicar el legado de su hijo a través de la Fundación Aless Lequio, cuyo objetivo es financiar proyectos destinados a la investigación del sarcoma de Ewing, un cáncer muy agresivo que afecta principalmente a niños y jóvenes. Por ello donará los beneficios de los derechos de autor a la fundación de su hijo.

Sobre el libro

El chico de las musarañas es el título del libro que Ana Obregón ha escrito en homenaje a su hijo Aless Lequio, fallecido a los 27 años tras una larga lucha contra el cáncer. En este libro, la actriz y presentadora comparte sus recuerdos más íntimos y emotivos de su relación con Aless, desde su nacimiento hasta su partida, pasando por los momentos más felices y difíciles que vivieron juntos.

Ana Obregón ha querido plasmar en estas páginas el amor incondicional que sentía por su hijo, al que llamaba cariñosamente «el chico de las musarañas» por su timidez y su afición a la lectura. También ha querido rendir tributo a su valentía, su generosidad y su espíritu luchador, que le permitieron enfrentarse a la enfermedad con una sonrisa y una actitud positiva.

El libro es un testimonio sincero y conmovedor de una madre que ha perdido a su hijo, pero que no pierde la esperanza de volver a abrazarlo algún día. Ana Obregón ha escrito este libro como una forma de terapia, de desahogo y de agradecimiento a todas las personas que le han apoyado en este duro trance. También lo ha escrito como un regalo para Aless, para que sepa que siempre estará en su corazón y en el de todos los que le quisieron.

El chico de las musarañas es un libro que invita a reflexionar sobre el sentido de la vida, el valor de la familia y la importancia de vivir cada día como si fuera el último. Es un libro que emociona, que inspira y que transmite un mensaje de amor, de fe y de esperanza.

Hay quienes aplauden la valentía y el amor de Ana Obregón por compartir su dolor y su homenaje a su hijo, así como la calidad literaria y emocional de la obra. Por otro lado, hay quienes acusan a la autora de aprovecharse del morbo y la sensibilidad del público para vender más ejemplares, o de faltar al respeto a la memoria y la intimidad de su hijo.

¿Qué hay de cierto en estas opiniones? ¿Es El chico de las musarañas un libro honesto y necesario o un producto comercial y oportunista?

Lo primero que hay que decir es que el libro no es solo una novela, sino también un diario. Ana Obregón intercala capítulos narrativos con entradas de su diario personal, donde expresa sus sentimientos más profundos y sus reflexiones sobre la vida y la muerte. Estas partes son las más duras y conmovedoras del libro, ya que nos muestran el sufrimiento de una madre que ve cómo su hijo se va apagando poco a poco. Ana Obregón no se guarda nada y nos abre su corazón sin filtros ni censuras.

Los capítulos narrativos son más ligeros y divertidos, aunque también tienen su carga dramática. En ellos, Ana Obregón nos cuenta la historia de Aless desde que nació hasta que murió, pasando por sus anécdotas familiares, sus viajes, sus estudios, sus amores, sus sueños y sus proyectos. El libro está lleno de fotos y recuerdos que ilustran la vida de Aless y su relación con su madre. Ana Obregón nos presenta a su hijo como un chico inteligente, cariñoso, generoso, valiente y luchador, al que llama «el chico de las musarañas» por su afición a los animales.

El libro también tiene un componente reivindicativo y solidario. Ana Obregón denuncia la falta de recursos e investigación para combatir el cáncer en España, así como el estigma y la discriminación que sufren los enfermos y sus familias. Además, anuncia que donará todos los beneficios del libro a la fundación Aless Lequio, creada por ella misma para apoyar la investigación contra el cáncer infantil y juvenil.

En conclusión, El chico de las musarañas es un libro que merece la pena leer, tanto por su valor literario como por su valor humano. Es un libro que nos hace llorar y reír, que nos enseña el amor incondicional de una madre por su hijo, que nos inspira a vivir cada día con ilusión y esperanza. No creo que sea justo acusar a Ana Obregón de lucrarse o de faltar al respeto a su hijo con este libro. Creo que es una forma de honrar su memoria y de ayudar a otras personas que pasan por lo mismo.

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