El gran libro del anime
de Nathalie Bittinger
El anime es una forma de expresión artística única que ha revolucionado el mundo editorial y cinematográfico. Este libro es una celebración de la animación japonesa y explora las claves del género cubriendo una enorme amplitud temática (guerras, desastres naturales, naturaleza, ecología, magia, distopías y fábulas sobre la infancia).
Incluye más de cien obras maestras, incluyendo Mi vecino Totoro, La princesa Mononoke y otras películas del Studio Ghibli, Heidi, Akira, Ghost in the Shell, One Piece, Metrópolis o Dragon Ball. Mezclando tradición y modernidad, El gran libro del anime nuestra cómo el género ha influido de forma esencial en otras disciplinas artísticas como los videojuegos, cómics y el cine de acción.
Biografía del autor:
Nathalie Bittinger es catedrática de lenguas modernas y profesora de estudios cinematográficos en la Universidad de Estrasburgo. Ha publicado diversos libros especializados en cine asiático entre los que destacan: Dictionnaire des cinémas chinois: Chine, Hong Kong, Taiwan (Hémisphères/Maisonneuve & Larose, 2019), Les cinémas d’Asie: Nouveaux regards (Presses universitaires de Strasbourg, 2019) y Ang Lee: Taïwan / Hollywood, une odyssée cinématographique (Hémisphères Editions, 2021)
Sobre el libro:
Dragon Ball, Naruto, One Piece... El encanto que ejerce Japon sobre los lectores y espectadores de todo el mundo no deja de sorprender. En el transcurso del proceso de globalización, y pese al dominio cultural de Estados Unidos y Coca-Cola, el anime japonés ha penetrado en los hogares, desde las series de dibujos animados o la animación a Netflix que, en plena pandemia, aumento de manera significativa su catálogo de japanimatión. De hecho, la proyección del manga, que ofrece infinidad de historias para el cine de animación, es vertiginosa. Mientras que el comic franco-belga lleva décadas triunfando, de Tintin a Asterix, la nueva generación adopta los rituales de los antiguos frikis: lectura de derecha a izquierda y afición por relatos típicamente nipones. Si bien al principio se trataba de una subcultura reservada a algunos aficionados, el imaginario del país del sol naciente ha adquirido prestigio desde entonces y se ha extendido a todos los formatos: papel, videojuegos, series de televisión, cine, merchandising. Mas allá de estos efectos pasajeros, el anime es un continente mucho más prolífico, variopinto y atormentado que la caricatura que se hizo de el en la década de 1980, cuando Goldorak, Candy Candy o Los Caballeros del Zodiaco arrullaban la merienda de los niños. Época en la que la revista gala Telerama y Segolene Royal, en esa época diputada del departamento francés de Deux-Sevres, describían El puno de la Estrella del Norte como una especie de pornografía de la violencia. Productos en teoría descerebrados, capaces de corromper las jóvenes almas educadas con los animales parlantes, los colores pastel y las ficciones reconciliadoras de Walt Disney. Sus detractores no habían descubierto la inventiva de este autentico arte, que, bulímico, se iba apropiando de todos los temas. Aparte de para el público infantil, Japon ha forjado una animación para adultos de extraordinaria calidad, a través de estéticas fecundas, con frecuencia experimentales, y en ocasiones ofensivas. Las creaciones originales son incontables, desde Akira (1988), de Katsuhiro Ōtomo, a Your Name (2016), de Makoto Shinkai, pasando por las obras maestras del estudio Ghibli. Realizaciones fundamentales que fueron determinantes para el reconocimiento de esta forma fílmica en Occidente. Liberado de las restricciones físicas del celuloide de acción real, el anime entrelaza los estratos narrativos y juega con los imaginarios como en una caseta de tiro. Un verdadero festín visual, que es un laboratorio de experimentos humanos y un caleidoscopio del alma, capaz de multiplicar los niveles de realidad. Sus excesos gráficos —al igual que su diseño poético— captan con agudeza los defectos de la sociedad y materializan emociones impalpables. Su creatividad no tiene límites, del tono apocalíptico que recorre las distopias futuristas —como Ghost in the Shell (1995) de Mamoru Oshii— a los universos fantásticos trazados con letras de fuego por Hayao Miyazaki, por no mencionar el realismo elegiaco de Isao Takahata y sus discípulos espirituales. Registros que se compenetran para plasmar las metamorfosis de la existencia y los mil y un matices de los sentimientos. Prodiga en fabulas iniciáticas, la animación japonesa es un país de las maravillas, a veces de pesadilla, que lleva al espectador al otro lado del espejo para asi explorar mejor las tensiones sociales, políticas o ecológicas. Un espejo deformante —futurista, poético o hiperrealista—, que nunca se olvida de santificar la espiritualidad de la naturaleza mediante la delicadeza de un rasgo o de un movimiento. Se hacía necesario emprender un viaje a las tierras del anime para desplegar su riqueza temática, sus líneas maestras narrativas y sus atajos estéticos, a fin de mostrar todo su alcance emocional y reflexivo.
*Contenido original proporcionado por la editorial
Críticas:
Enlaces de compra
.
Editorial: Lunwerg Editores
Publicado: 9 octubre 2024
Páginas: 192
ISBN: 9788419875921
Toda la magia y el misterio de las grandes películas del anime japonés
Descubre las últimas Novedades Editoriales haciendo clic en la imagen
Más Libros y Ofertas
Si te suscribes a los servicios Kindle Unlimited o Audible, tendrás acceso a los mejores libros y Audiolibros de gran calidad, puedes probar gratis durante 30 días estos servicios.
Si te haces de Amazon Prime, dispones de 30 días de prueba gratis para disfrutar de envíos rápidos gratis, acceso prioritario a ofertas, servicios como Prime Video, Prime Music y almacenamiento de fotos ilimitado. Además, si eres estudiante, hacerte de Prime Student cuesta la mitad y dispones de 90 días de prueba.
Este sitio Web ofrece contenidos patrocinados, anuncios y/o enlaces de afiliados.