Hoy te vengo a hablar del libro En Auschwitz no había Prozac de Edith Eger, autora del libro La bailarina de Auschwitz publicado también con la editorial Planeta.
En esta ocasión nos encontramos ante un libro etiquetado como de “Autoayuda” pero en el interior encontraremos algo más que el típico libro de frases motivadoras. Edith Eger en, En Auschwitz no había Prozac, nos abre una puerta a la autoreflexión, nos ofrece las claves para curar nuestras heridas y vivir de una manera más libre. La autora que pudo sobrevivir al campo de concentración de Auschwitz, y ya a sus más de 90 años, orienta su obra sobre cuatro principios psicológicos muy definidos como son: la psicología positiva, la terapia cognitivo-conductual, la importancia de tener un autoconcepto incondicionalmente positivo y el trabajo de la certeza.
“La curación, la autorrealización y la libertad provienen de nuestra capacidad de elegir cómo responder a lo que nos depara la vida”
Con el ultimo libro de la doctora Edith Eger aprenderemos a valorar nuestra propia vida liberándonos de muchos prejuicios y siendo más libres de poder vivirla mejor.
Este libro está dividido en doce capítulos y cada uno aborda un concepto que en ocasiones puede perturbar nuestra existencia, como son el victimismo, el autobandono, el dolor, los prejuicios o la culpa entre otros. Sus 12 capítulos no son solo 12 consejos, son doce experiencias vitales cargadas de libertad. Al final de cada capítulo encontraremos dos o tres puntos clave para liberarnos.
Y es la libertad del ser humano el hilo conductor de este libro, claves para librarse del victimismo, sentir que todo dolor o mal en realidad es temporal, que podemos borrar el sufrimiento si logramos ser libres… la lectura de En Auschwitz no había Prozac es sin duda un regalo para la mente que busca escapar de la cárcel de los malos sentimientos a veces hacen que nos autoconfinemos.
Quiero agradecer a la editorial Planeta que nos haya proporcionado un ejemplar de este libro, que ha sido toda una experiencia revitalizadora su lectura, y en los tiempos que corren casi de lectura obligada para que al menos nos replanteemos si nuestros pensamientos y acciones son libres o están condicionados…
“Para detener el fanatismo hay que empezar por uno mismo. Hay que dejarse de prejuicios y elegir la compasión.”
Por Marcos Sangrador
@marcossangrador
Título: En Auschwitz no había Prozac Autor: Edith Eger Editorial: Planeta Publicado: 17 septiembre 2020 Páginas: 224 ISBN: 978-8408233220 |