La corona del mar
de Julio Alejandre

Año 1580. El rey de Portugal muere sin descendencia y el trono vacante se lo disputan sus sobrinos Antonio de Avis y Felipe II de España. El rápido triunfo de este último en la Península traslada el conflicto a las islas Azores. Francia e Inglaterra, celosas de una unión dinástica que pondría bajo una sola corona un inmenso imperio, apoyan al pretendiente portugués y llevan la guerra de corso a todos los rincones del océano. Un inexperto y presuntuoso oficial que zarpa de Veracruz y pretende cruzar el Atlántico para casarse por conveniencia, una pareja de enamorados que verá peligrar sus esperanzas, dos familias divididas por sus lealtades, un corsario que ambiciona ganar una flota, soldados de fortuna, espías de todas las naciones, contrabandistas y sanguinarios piratas son los protagonistas de esta novela. Sus destinos se entrecruzan sobre el tablero de un conflicto que amenaza con cambiar el mundo conocido. Con ellos viviremos aventuras corsarias, historias de amor, viles traiciones y feroces combates. La corona del mar es una trepidante novela de aventuras que nos lleva desde el golfo de México y los puertos del Caribe hasta las islas Azores, verdadera puerta de ultramar, escala obligada de las flotas del oro y llave para la hegemonía del Atlántico, donde tendrá lugar la primera gran batalla naval de la era moderna.

Julio Alejandre. Nació en Madrid, donde estudió Magisterio y más tarde Pedagogía. Después de unos años dedicado a la enseñanza, se marchó a Centroamérica para trabajar como cooperante con refugiados de guerra, y allí permaneció más de una década. En la actualidad reside en Extremadura y forma parte de un equipo de Orientación Psicoeducativa. Ha obtenido premios literarios en certámenes nacionales e internacionales, y ha publicado los libros Héroes, tumbas y libros perdidos, Seis mil lunas y Reporte de una boda y un entierro, y es autor del blog «La otra literatura».

Sobre el libro

Novela de aventuras que nos lleva de los puertos y costas del Caribe a las islas Azores, verdadera puerta de ultramar donde tendrá lugar la primera gran batalla naval por la hegemonía del Atlántico.

Estamos en el último cuarto del siglo XVI. En España reina Felipe II; en Inglaterra, la reina Isabel I; en Francia gobierna Enrique III, bajo la atenta mirada de su madre, Catalina de Médici; y Portugal se encuentra en medio de una crisis dinástica.

El rey Sebastián de Portugal muere sin descendencia en el año 1578 durante el intento de conquista de Marruecos. Lo sucede su tío Enrique, un hombre de avanzada edad y cardenal de la iglesia, que tampoco tiene hijos. Durante su corto reinado trata de ordenar la sucesión de la corona portuguesa, para la que hay dos pretendientes: sus sobrinos Antonio de Avis y Felipe II de España. Pero la muerte se lo lleva antes de que las cortes nombrasen un heredero.

Antonio de Avis, sabiéndose con menos posibilidades de conseguir la corona por ser hijo ilegítimo, se desmarca del proceso sucesorio puesto en marcha por su tío y se proclama rey en Setúbal en junio de 1580, dando así comienzo a una guerra sucesoria que tiene una rápida resolución en la península a favor del español. Después de unos meses de dura campaña militar, solo quedaban en poder de Antonio de Avis las islas Azores, un archipiélago con una situación privilegiada en las rutas de navegación ultramarinas.

Pero Portugal no es un reino cualquiera cuya sucesión a nadie preocupe. Tiene un gran imperio comercial y una flota en consonancia. Los soberanos de Francia e Inglaterra, e incluso el propio papado, están incómodos con que Felipe II reuna bajo su cetro tal cantidad de territorios, y toman partido por la causa del otro pretendiente. Sin embargo, como en aquel momento ambas naciones estaban en paz con España, deben emplear caminos indirectos para apoyarlo y, de paso, minar el creciente poder español. Entre ellos, el corso y la piratería.

El conflicto de las Azores tuvo lugar entre 1580 y 1583, y fue el primer episodio de una larga guerra por el dominio del Atlántico que duró hasta los primeros años del siglo XVII.

LOS ESCENARIOS

Islas Azores: Un conjunto de nueve islas de origen volcánico situadas a 1600 kilómetros al oeste de Lisboa. Aunque visitadas por algunos navegantes desde la edad media, no fueron colonizadas hasta la llegada de los portugueses en el siglo XV, que no hallaron en ellas restos de poblaciones humanas.

Su clima suave y oceánico, su aislamiento geográfico, el relieve y las características geológicas de las islas permiten la existencia de una gran variedad de ecosistemas y paisajes, que las han convertido, en la actualidad, en un importante destino turístico.

En la fecha en que se desarrolla la novela, las nueve islas estaban pobladas. La de mayor tamaño es San Miguel, la más cercana a la Península, que junto con Santa María, se declararon pronto a favor de Felipe II. Sin embargo, la isla más importante era Terceira, por poseer un excelente puerto natural y por ser la isla donde hacían escala para repostar agua y bastimentos las flotas de la Carrera de Indias en su viaje de regreso a Sevilla. Terceira se declaró, junto con las seis restantes, a favor de Antonio de Avis. Sus principales ciudades eran Angra (hoy llamada Angra do Heroísmo) y Praia (hoy, Praia da Victoria).

La división de los pobladores de las Azores entre Felipe II y Antonio de Avis, las luchas entre unos y otros por hacerse con el control total del archipiélago y los intentos de franceses e ingleses por apoyar al pretendiente portugués y frustrar el avance español, conforman el escenario principal de esta novela.

Mar Caribe: Enmarcado entre el continente y las Antillas, el mar Caribe fue el asentamiento de las primeras poblaciones españolas y la avanzada desde la que se realizaron numerosas expediciones de penetración al continente. La riqueza de sus villas y ciudades, la intensa actividad económica que en él se desarrollaba y su estratégica situación lo convirtieron en zona ideal para los ataques de piratas y corsarios ingleses, franceses y holandeses. Durante los siglos de dominación española en América, fue campo de batalla donde se desarrollaron numerosas acciones por la hegemonía del Atlántico. A lo largo de los siglos XVII y XVIII, otras potencias europeas fueron haciéndose con las islas más pequeñas y con algunos territorios situados en sus orillas.

Sainte-Lucie: Es una ciudad y condado de la costa este del actual estado de Florida (EEUU), al norte de Miami. Su origen es impreciso, aunque se atribuye a los franceses, que establecieron algunos asentamientos en las islas Bahamas y en las costas de la Florida desde los que atacaban a las flotas de la Carrera de Indias y a navíos sueltos que viajaban sin la protección de los galeones. En varias ocasiones las autoridades españolas enviaron expediciones para arrasar estos asentamientos. En la novela, Sainte-Lucie es el lugar de refugio del corsario Jean Ricard y sus hombres.

*Contenido original proporcionado por el autor

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