La sangre del verdugo
de Juana Cortés y José María Mijangos

¿Y si conocer la verdad es descubrir que siempre has vivido una mentira? Gracia Martí, una periodista que ha investigado una trama de abusos sexuales por parte de un alto cargo relacionado con la Iglesia, se encuentra con la oposición de su periódico para publicar el reportaje. Frustrada, decide dejar su trabajo. Sin embargo, la noticia de que Jaime Cobo, el abogado que le ha impedido avanzar en sus pesquisas, ha sido asesinado, la anima a avanzar en esa dirección. El inspector Carrillo, encargado del caso, cae en una trampa y es apartado de sus funciones por querer investigar a fondo un asunto que muchos quieren silenciar. Descubre que el asesinato del abogado no ha sido el único. La firma del asesino, un crucifijo, permite asociarlo con al menos un crimen anterior. Carrillo y Gracia se alían para descubrir la identidad del culpable y limpiar sus nombres. Para ello cuentan con la ayuda de Cleofás, un músico callejero y confidente de Gracia; de Cuadrado, el chófer del periódico La Verdad, y de la subinspectora Pezuela, amiga del comisario. Sus averiguaciones, sin embargo, los conducen en una dirección insospechada, en la que todos desconfían de todos. Juana Cortés y José María Mijangos escriben a cuatro manos con el ritmo y el pulso narrativo de una locomotora. Una novela plena de tensión, de intriga y de personajes construidos con el escalpelo de los más precisos cirujanos, que abruma por la emoción que destila, que desvela por las verdades que retrata, que apabulla por su maestría.

Juana Cortés Amunarriz (Hondarribia, 1966), es Licenciada en Filosofía y escritora de relato, novela y LIJ. Reside en Madrid y desde 2004, año en que inició su trayectoria literaria, ha obtenido más de cien premios de relatos. Entre sus novelas destacan Las Sombras, Premio Tiflos 2015, y Los ausentes (2021). Como autora de literatura infantil y juvenil, ha obtenido premios tan prestigiosos como el Premio Ciudad de Málaga en 2016 y 2022.

José María Mijangos (Barcelona, 1965), comenzó su periplo literario traduciendo y redactando Press-Books para una distribuidora cinematográfica. Fue también redactor de novelas románticas para una colección de bolsilibros y es articulista en diversos medios como Cuarto Poder, Público, El País. Es, también, guionista de cine y televisión. Ha publicado las novelas El rey de Prosperidad (1999), Curso de asesinos por correspondencia (2003), Braille para sordos (2006), Soul Man (2010), La cárcel del infierno (2020) y el guion de novela gráfica La gran esperanza negra (2014).

Sobre el libro

«Una mujer me contó que le enseñaron un bebé muerto, un recién nacido azulado. Lo tenían congelado. Cumplía su misión de engañar y volvía al frigorífico. Sentí una lástima inmensa por esa criatura. Lo sentí como uno de nuestros hermanos, abandonado por todos, al que ni siquiera le habían permitido descanso«
La sangre del verdugo

Gracia Martí, una periodista que ha investigado una trama de abusos sexuales por parte de un alto cargo relacionado con la Iglesia, se encuentra con la oposición de su periódico para publicar el reportaje. Frustrada, decide dejar su trabajo. Sin embargo, la noticia de que Jaime Cobo, el abogado que le ha impedido avanzar en sus pesquisas, ha sido asesinado, la anima a avanzar en esa dirección.

El inspector Carrillo, encargado del caso, cae en una trampa y es apartado de sus funciones por querer investigar a fondo un asunto que muchos quieren silenciar. Descubre que el asesinato del abogado no ha sido el único. La firma del asesino, un crucifijo, permite asociarlo con al menos un crimen anterior.

Carrillo y Gracia se alian para descubrir la identidad del culpable y limpiar sus nombres. Para ello cuentan con la ayuda de Cleofás, un músico callejero y confidente de Gracia; de Cuadrado, el chófer del periódico La Verdad, y de la subinspectora Pezuela, amiga del comisario. Sus averiguaciones, sin embargo, los conducen en una dirección insospechada, en la que todos desconfían de todos.

Juana Cortés y José María Mijangos escriben a cuatro manos con el ritmo y el pulso narrativo de una locomotora. Una novela plena de tensión, de intriga y de personajes construidos con el escalpelo de los más precisos cirujanos, que abruma por la emoción que destila, que desvela por las verdades que retrata, que apabulla por su maestría.

«Estaba rota. Algo se había roto dentro de mí al comprender lo que había sucedido. Ya no podía mirar hacia atrás sin sentir impotencia. Los recuerdos ya no fluían de forma natural, me detenía en cada uno de ellos. Los estudiaba desde distintos puntos de vista. Eran todos falsos. Y cada uno de ellos me hacía pensar en el otro pasado, el que me robaron, el que pudo haber sido y no fue. Y aquello me fue enfermando, desató en mí una extraña locura. Era joven, guapa, sana inteligente. Tenía, como se dice, toda una vida por delante. Pero era una persona incapacitada para vivir«
La sangre del verdugo

*Contenido original proporcionado por la editorial 

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