La última canción del verano

La última canción del verano
de Roberto Hurtado García

Jaime, en la encrucijada de la adultez, desafía su vida de buen estudiante impulsado por un trágico pasado que sacude su mundo. Siguiendo las audaces decisiones de su hermano, se sumerge en un verano ardiente en 1993, donde el sol de la costa enciende no solo sus días, sino también sus deseos más profundos. En medio de un verano caótico, Jaime se cruza con Isabel, una enigmática prostituta que despierta su misterio y su pasión. La música, su refugio, se convierte en un lenguaje para expresar sus deseos más íntimos como hábil bajista. Pero en su búsqueda de deseos y emociones, Jaime también enfrenta la sombra de una ausencia importante y crecientes tensiones con su hermano. El misterio que rodea a Isabel amenaza con desgarrar su apasionada relación, y Jaime queda atrapado en un torbellino de deseos prohibidos. La última canción del verano es más que una novela; es un viaje al corazón del deseo y la autenticidad que enriquece y amplía el mundo de El mar que respiras. Sumérgete en esta historia que te transportará a una época de transformación, pasiones secretas y descubrimiento. La ciudad bulliciosa y las playas doradas sirven de telón de fondo para una narrativa que rompe con las convenciones, atrapándote desde la primera página. Descubre la verdad, busca la redención y déjate llevar por una melodía inolvidable que seguirá resonando en tu corazón mucho después de cerrar el libro. ¿Estás listo para adentrarte en el encanto de La última canción del verano?

Roberto Hurtado (Elche, 1976) es un escritor versátil cuyas obras han resonado en el mundo literario con una serie de historias cautivadoras. En 2019, hizo su debut con ‘Cartas a Liz’, una crónica que nos sumerge en un viaje a bordo de un barco de rescate. En 2020, nos invitó a explorar las profundidades de la vida y la muerte a través de ‘Los que piensan en la nada’. Con ‘El mar que respiras’, publicado en 2022, nos transportó a un escenario sobrecogedor: la posguerra española. En 2023 publicó ‘Días que gané perdí’, su primer poemario. A través de sus versos, nos sumergimos mostrando su versatilidad y su capacidad para explorar diversos géneros. Pero la ambición creativa del autor no se detiene ahí. Con ‘La última canción del verano’, nos transporta en el tiempo, adentrándonos en el mundo de la adolescencia con una historia prohibida.

Sobre el libro

Reseña de Mireia Corachán, escritora y periodista.

Aprovechando que acabamos de presentar en Valencia la nueva novela de Roberto Hurtado, La última canción del verano, Editorial Cuadranta, me gustaría compartir una reseña.

Pero antes de continuar os quiero adentrar en el ambiente de esta obra redonda desde el principio hasta su apoteósico final.
El olor a cola, trabajadores cansados, los cortes de agua, la plaza, el parque y una nueva carretera donde perder algunos sueños. La música como antídoto para sanar heridas y un futuro de incertezas. El destello de una mujer y un futuro a medio hacer. El faro de Santa Pola, el bullicio de Torrevieja o Guardamar y un bajo prendido de miedos e inseguridades. Un horizonte acuoso de mirada perdida, la de algún yonki de la plaza con el futuro truncado, hecho trizas. Y aquel verano con la última canción sonando en la plaza de algún pueblo. El verano en que Jaime se hizo mayor. Mejor resumirla con sus propias palabras.

«Aunque aquel verano —que se quiso abrir paso en mi corazón tras una selectividad insípida— me llevaría a dejar de pensar que la vida solo era un suceder de rebeldías. Una serie de respuestas rancias, una lucha por querer ser algo sin ser nadie.
Tratar de escapar de un destino que otros habían escrito por mí y que solo se disipaba al tocar el bajo. Aquel verano me condujo a
lo que soy —peor o mejor— con todas las vertientes que me han llevado a ser la persona que anda contando esta historia».

El primer logro de esta novela es su atmósfera, perfectamente trazada por una pluma precisa pero profunda. La segunda victoria de Roberto Hurtado es haberme brindado el descubrimiento de unos personajes bien construidos, con sus miserias y azares. Personajes como el propio Jaime, al que casi podemos tocar, o su hermano Alejo, al que se intuye por omisión, tal como describe el propio autor.

«Alejo era mi hermano y, al mismo tiempo, la única verdad de lo que yo conocía, el pie y medio de mi familia, la parte que causaba que todo fuera consistente. Las madrugadas de estío, el café humeante, la leche quemándose en el cazo».

Una madre infatigable o un padre ausente.

Una prosa brillante que no se queda en la superficie, sin estridencias, pero cargada de metáforas que denotan el buen manejo del lenguaje. Como aquí:

«El pueblo de mi padre era anacrónico, brillante a la vez y sediento de novedades. Mi hermano era sentimental, exigente y guapo. Y nuestro verano era una mezcla de todo esto».

Si lees esta novela, que lo harás, viajarás por aquel verano, el de su última canción, una travesía bonita y triste como las buenas baladas. Os invito a todos vosotros a seguir desgranando esta historia, nadie mejor que el propio autor para hacerlo, a viajar con ella y perdernos en las páginas de un libro que dejará en nosotros un poso inevitable.
Gracias por esta historia, gracias por este regalo.

*Contenido original proporcionado por el autor

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