«Es posible, quizás lo haga por egoísmo, por mi propia satisfacción. Pero es algo que va conmigo, es a donde me dirijo constantemente, al lugar al que siempre voy: el conocimiento. Eso es lo que codicio.
—Un buen lugar a donde ir.
—¿Acaso tú no persigues lo mismo?»

Después de su irrupción meteórica con Puerto escondido, su primera novela en el género negro, María Oruña regresa a Cantabria, su paisaje literario, con un thriller trepidante que se adentra en el fascinante mundo de las expediciones arqueológicas y la búsqueda del conocimiento llevado a extremos que pueden resultar peligrosos…

Como las mejores novelas negras, todas las piezas encajan a la perfección. No es casual que Oruña regrese a Cantabria con un thriller protagonizado por arqueólogos, científicos, historiadores y geólogos ya que es el territorio de mayor densidad de cavernamiento de la Tierra con cueva y media por kilómetro cuadrado. Curiosamente, en enero de este mismo año la prensa anunciaba el descubrimiento en Calseca (Cantabria) de una de las simas más hondas del planeta y la más profunda de España, con una longitud vertical similar a la de las Torres Gemelas de Nueva York. Sin duda, un buen lugar a donde ir para quien sabe que las respuestas para los grandes enigmas de la ciencia y de la historia se encuentran podrían encontrarse en el interior de la Tierra

Los personajes de Un lugar a donde ir buscan una dirección en sus vidas, un motivo para levantarse por las mañanas. Todos ansían un lugar al que ir y una razón para continuar, cada cual tiene la suya propia: el amor, el conocimiento, la tranquilidad… Tener metas para no cuestionarnos por qué vivir: en esta novela veremos lo que ansía cada uno de los personajes y qué están dispuestos a sacrificar para lograr sus objetivos.

Construida con brío y al trepidante ritmo del thriller a partir de tres voces narrativas bien diferenciadas, Un lugar a donde ir es la contundente confirmación de una autora fuera de serie. Toda una revelación del noir que no ha dejado de cosechar elogios en las redes y entusiastes lectores desde su debut al género. Una narradora como pocas que se ha convertido en poco tiempo en una de las autoras más recomendadas y una de las mejores valoradas en las redes.

 

Al igual que su popular personaje de ficción, la teniente de la Guardia Civil Valentina Redondo tiene un ojo de cada color, la mirada de María Oruña (Vigo, 1976) también es doble, como doble son sus raíces e idiosincrasia. Hija de padre cántabro y de madre gallega, María Oruña vive con su esposo y su hijo en una casa junto al mar en su Vigo natal, pero se encuentra muy apegada a la costa cantábrica que visitaba con frecuencia de pequeña y a la que aún vuelve a menudo. No en vano es el escenario habitual de sus novelas.

Oruña aún ejerce la abogacía por cuenta propia, pero lo hace de manera parcial. La mitad de su tiempo la dedica profesionalmente a la literatura. Actividad a la que la llevó su amor a Cantabria y, sobre todo, a historias que le contaba de pequeña su abuela paterna. Historias con las que construyó Puerto escondido (Destino, 2015), su exitoso debut al noir –traducido al alemán, francés y catalán y suma y sigue–, protagonizado por la teniente Valentina Redondo que le ha ganado el favor de miles de lectores.

Y esa dualidad de su personaje de ficción es la misma que define a María Oruña en la intimidad y que despliega de manera irresistible como autora. Mujer de fuerte carácter que no por ello deja de ser una persona sumamente hospitalaria y muy amiga de sus amigos. Si en su profesión sólo la letra escrita tiene valor y curso legal, en su vida privada le basta la palabra y el honor propios y de las personas que estima para cerrar cualquier trato. Apasionada por la historia y la arqueología, sus novelas rebozan en cambio de agudos conocimientos criminalista versada en procedimientos policiales y forenses.

María Oruña se toma muy en serio su trabajo literario y lo ejerce a conciencia, aunque no ahorra en ironía, humor negro y sarcasmo en sus ficciones. Su lema: “Estamos de paso y sólo hay una vida, así que mejor reírse un poco”.

Amante de la vida sencilla junto a su familia, le apasiona el olor del café por las mañanas, el senderismo, viajar, las personas que saben encontrar el lado bueno de las cosas y, sobre todo, escarbar poco a poco en pasado, como si desempolvara las piezas de un puzzle, hasta exhumar una historia viva. De allí que se defina a sí misma como una suerte de arqueóloga del crimen….

 

HAN DICHO SOBRE ELLA

« María Oruña combina el misterio del noir, el gusto por la intriga y el buen hacer literario.»
La Vanguardia

«María Oruña tiene una gran habilidad de autora creando unos personajes que demuestran mucho lo que la vida es tanto de ilusión como de desencanto.»
La Voz de Galicia

“María Oruña prefiere la Historia, con mayúsculas, a la magia […]. La arqueóloga del crimen.”
El Mundo

“Los diálogos entre los miembros de la Guardia Civil, no exentos de cierta dosis de humor, la tensión entre algunos de sus protagonistas y el suspense de una compleja trama son algunas de las claves de ese talento narrativo que nos descubre Puerto escondido.”
La Vanguardia

 

 

Título: Un lugar a donde ir
Autor: María Oruña
Editorial: Destino @EdDestino
Publicado: 2017 (21 de febrero de 2017)
Páginas: 520
ISBN: 978-8423351855

 

 

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