Pregúntale a Alicia

Reseña del libro «Pregúntale a Alicia» de Anonimo (Beatrice Sparks).
Por Ander Terrones Arellano.

Pregúntale a Alicia (1971)

Pregúntale a Alicia es un libro en formato diario publicado en 1971 de forma anónima. Más adelante Beatrice Sparks, una terapeuta y consejera juvenil, reconoció su autoría. Aunque sea una ficción, la autora se basó en una agenda real de un paciente y en su trabajo con otros adolescentes con problemas, y por ello nos resulta tan creíble y verosímil lo que estamos leyendo. Pregúntale a Alicia, o Go ask Alice en el original, sirvió para poner sobre la mesa el gran problema de las drogas que había en la época en que se publicó, y que, por desgracia, en gran parte se mantiene hoy en día.

El diario cuenta desde el principio y con una prosa exquisita como una adolescente de quince años se introduce por primera vez en el mundo de las drogas. Con una asombrosa cantidad de detalles, Alicia desarrolla durante meses las distintas sensaciones y reacciones que le provocan las sustancias que toma. Ella es una estudiante formal de familia de clase media, pero el simple hecho de juntarse con jóvenes problemáticos le lleva a escaparse de casa y a vivir completamente drogada. Su cruel desarrollo y final nos quiere mostrar el lado oscuro de una década, los 60, que se llevó la vida de miles de jóvenes norteamericanos.

Alicia es un nombre inventado que nunca aparece escrito en el libro y que se basa en la canción White Rabbit de Jefferson Airplane. De algún modo, el nombre de Alicia se ha quedado asociado a Alicia en el País de las Maravillas y la relación de esta obra con las sensaciones que producen ciertas drogas. Al fin y al cabo, la protagonista de este libro no es más que la imagen de una generación entera destrozada por el consumo de psicotrópicos.

Al estar escrito en modo diario, en primera persona del pasado a la hora de contar sus desventuras y en presente cuando cuenta sus sentimientos, nos es mucho más fácil conectar con ella. Es una amiga que nos abre su corazón e incluso nos da las gracias por leerle y apoyarle. Por eso es aún más duro observar las recaídas de una persona que casi nos parece conocer.

La vida de Alicia nos sirve también como fotografía de los movimientos juveniles de la década de 1960, con diversos personajes secundarios totalmente demenciados o consumidos por la droga. En los momentos en que Alicia más desnortada está, la escritura se vuelve caótica y desesperada, sin rumbo y sin fluidez. La escritura exquisita de la autora se tuerce y muestra su odio y su desagrado con el mundo entero de una manera descarnada que duele más aún al haberle leído feliz e inocente. Pierde la conciencia del tiempo e incluso de sí misma.

La obra de Beatrice Sparks, publicada anónimamente, es una de esos libros que todo adolescente o joven debería leer. Ver cómo una inteligente y soñadora chica de quince años cae en un círculo vicioso, del que es casi imposible salir, puede concienciar a muchas personas de los peligros de la droga. La Alicia del diario no existió, pero hoy en día miles de Alicias siguen sufriendo por la cárcel que supone el consumo de estupefacientes.

Por Ander Terrones Arellano
@anderterrones