Progenie

Reseña del libro «Progenie» de Susana Martín Gijón.
Por Paqui Bernal.

“Progenie” es una novela policíaca de Susana Martín Gijón que se publicó en 2020. Pero no es una policíaca cualquiera. Tengo que decir que he leído las 430 páginas en pocos días, porque contiene muchos ingredientes para convertirse en un best-seller: escenarios muy bien recreados, un cierto morbo aunque sin pasajes violentos, alguna escena de sexo explícito…

Una mujer ha sido atropellada intencionadamente y encuentran su cuerpo con un chupete en la boca, que supuestamente introdujo el conductor homicida. El principal sospechoso es su exnovio, que además la había amenazado tras su última ruptura. El caso se agrava al saberse que estaba embarazada y cuando ocurren otros asesinatos similares en el plazo de una semana. Es el caso más complicado en la historia reciente del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional de Sevilla.

“Progenie” no es sólo una obra de ficción, sino que la autora aprovecha para hacer alguna crítica a la corrupción política del país y, sobre todo, algunos alegatos contra la violencia de género muy bien fundamentados y otras reflexiones de calado -que pone en boca de algún personaje-, como ésta:

“Llega un punto en tu existencia en que conoces a más gente muerta que viva. […] Gente a la que has querido, con la que has comido, reído, bailado, discutido o follado […] Gente que te ha hecho sentir que estás vivo. Que estabas vivo […] Porque a la única persona que todavía te importa la has alejado con tu orgullo y tu torpeza.”

Tiene detalles originales, como la anécdota de que cada capítulo lleve un título en cursiva y a menudo sea también la primera frase del texto. Está llena de guiños cinematográficos y de sentido del humor, incluso en algún momento pensé en los cómics de Mortadelo (como cuando un policía se lleva en brazos un gato de la escena del crimen porque dice que es testigo ocular del asesinato).

Se trata de una novela coral con varias subtramas, las de las vidas de los policías que investigan el caso: uno se ha separado de la pareja, otra es la típica abuela Maruja, la “solterona mantis”, el listillo que se siente poco reconocido, etc. Y varias de las vidas de esos personajes acaban confluyendo. Eso, y más en una policíaca, exige a la autora una coherencia y una precisión impecables.

La construcción de esos personajes me ha parecido magnífica. Por ejemplo, la autora nos muestra divinamente cómo los policías a menudo se mueven por su intuición y su experiencia más que por su formación. Suelen ser íntegros, pero recurren a ciertas ilegalidades para obtener información, y eso los vuelve doblemente atractivos: como agentes de la ley e infractores. Y a la inversa, hay sospechosos que acaban investigando junto a un oficial. Todos evolucionan y de esa forma nos resultan más humanos.

Y para demostrar que esta reseña es sincera, nombraré las dos únicas pegas que le he podido encontrar a la novela: me ha parecido que había algún pequeñísimo desliz en la cohesión de la historia; y el final es un poco precipitado y para mí no tiene el alto nivel literario que reina en toda la obra.

En resumen, aparte de todas las virtudes de “Progenie” que he detallado, la trama se despliega en capítulos cortos pero muy bien ligados, está repleta de giros inesperados, tiene montones de finales en suspenso y mucha, muchísima tensión. ¿Qué más se le puede pedir a un buen thriller?

Por Paqui Bernal
@_PaquiBernal