Bosque Negro

Reseña del libro «Bosque Negro», de B.J. Castillo. Por Fernando Arévalo.

Bosque Negro es un thriller juvenil perteneciente a la serie Detectives de Oregón de B.J. Castillo. La novela aborda la desaparición de un grupo de jóvenes durante una excursión a Black Wood, un misterioso bosque en Oregón. Para investigar qué ha pasado, el detective Jeff Harcourt es asignado al caso y, pese a que tiene que luchar contra sus propios demonios internos, gracias a sus capacidades de investigación y a su hábil manera de relacionarse con otras personas, termina desentrañando los acontecimientos que llevaron a la desaparición de Hannah y sus amigos. Además, en el camino logra revelar el trasfondo de otros sucesos espeluznantes ocurridos en el mismo lugar tiempo atrás.

La historia se narra de manera amena a través de dos planos temporales y dos perspectivas narrativas distintas (narrador protagonista y narrador equisciente). Aunque ambos están muy bien construidos, por alguna razón, se puede percibir que el autor se siente más cómodo con la voz de un narrador equisciente. En cuanto a los planos temporales, la aparición de algunos elementos del plano más antiguo en el posterior contribuye a la linealidad de los hechos, lo que resulta bastante apropiado para una obra con tintes detectivescos como esta.

Debido a la construcción misteriosa de la novela, de principio a fin es fácil sentir el deseo de seguir leyendo sobre los personajes, porque su construcción es interesante. Todos tienen un trasfondo que les brinda nuevas dimensiones. Los que son agradables destacan, y los que son desagradables se ganan el odio de cualquiera, indicando que cumplen sus funciones dentro de los distintos arcos argumentales de la obra. Ahora bien, en algunos momentos, estos se comportan de una manera ilógica en medio de las circunstancias, como al estar en serios peligros, siendo este un punto flojo en su construcción.

Por otra parte, a pesar de que los giros en la trama pueden percibirse como predecibles, no afectan negativamente la historia, puesto que el punto fuerte de esta novela está en la forma en la que el autor la cuenta, haciendo que sea una lectura muy disfrutable. De igual manera, las secuencias de acción son tan emocionantes que aceleran el ritmo cardíaco. No obstante, hay un par de escenas de actos sexuales que podrían estar de más. Afortunadamente, son pocas y no tienen peso en la trama.

Con respecto al lenguaje, se destaca que el autor emplea una variedad léxica muy abundante. Asimismo, hay una buena presencia de figuras literarias en la obra. Lamentablemente, en algunos casos el registro de lenguaje puede sentirse fuera de lugar o presuntuoso.

En resumen, es una novela que, por su historia emocionante, aire juvenil y narración vívida y original, invita a los lectores a desentrañar los misterios de Black Wood.

Por Fernando Arévalo
@fernandoj_arevalo