Botas de colores para días de lluvia
de María G. de Jaime & Tomás Páramo
Publicación: 22 septiembre 2020
Editorial: Ediciones Martínez Roca
Páginas: 224
ISBN: 978-8427047501
Biografía del autor
Nacimos en Madrid, un febrero de 1996 con tan solo ocho días de diferencia. Tras una gran amistad, en 2014 dimos forma a nuestro amor e iniciamos una relación. A los diecinueve años comenzamos los estudios universitarios y, con miles de planes en marcha y en plena juventud llegó Tomi, nuestro hijo. A finales de 2017 aterrizamos en el mundo de las redes sociales, y desde entonces nos dedicamos a generar contenido a través de nuestros perfiles y nuestra comunidad no deja de crecer.
Sinopsis:
María y Tomás han conectado a la primera. Cuando están juntos la magia flota en el aire, aunque ellos sean los últimos en enterarse. Pero ni la vida es un camino de rosas ni este libro es un cuento de hadas. Ellos lo descubrirán enseguida. Como también descubrirán el dolor, el temor, la amistad y, sobre todo, el amor. Esta es una historia de decisiones difíciles, de hacerse mayor de golpe, de realidades que nunca se soñaron y de ilusiones que se cumplen a base de tesón. Pero también es una historia sobre el valor de tomar las riendas de tu propia vida.
Escrito por María G de Jaime y Tomás Páramo María y Tomás han conectado a la primera. Cuando están juntos la magia flota en el aire, aunque ellos sean los últimos en enterarse. Pero ni la vida es un camino de rosas ni este libro es un cuento de hadas. Ellos lo descubrirán enseguida. Como también descubrirán el dolor, el temor, la amistad y, sobre todo, el amor. Esta es una historia de decisiones difíciles, de hacerse mayor de golpe, de realidades que nunca se soñaron y de ilusiones que se cumplen a base de tesón. Pero también es una historia sobre el valor de tomar las riendas de tu propia vida.
La historia de María y Tomás se remonta a 2013. Desde esa noche de enero hasta este 2020 han pasado muchas cosas en la vida de los protagonistas de “Botas de colores para días de lluvia” ¡Muchas! Una historia de amor que comenzó siendo dos adolescentes. Una historia de amor que vio cómo sus inicios no eran tan fáciles como se podía esperar. Una historia y una relación por la que tuvieron que luchar y sacrificar más de lo que ellos pensaban. Una noche de enero, cuando ambos tenían 16 años, coincidieron en una fiesta en casa de unos amigos. Fue la noche en que se conocieron María y Tomás.
Durante los primeros meses del 2013 la amistad de María y Tomás se fue afianzando cada día que pasaba. Todo el mundo se sorprendió de lo parecidos que eran, de lo bien que se llevaban y de cómo congeniaron de rápido el uno con el otro. Todo marchaba y estaba en orden, hasta que Tomás se fue a África..
Ese verano Tomás se marchó como voluntario a Widikum, en el corazón de Camerún, al hospital de las Siervas de María. María fue la única que mostró interés entre su grupo de amigos en acompañar a Tomás, pero sus padres no le dieron permiso y se tuvo que quedar en Madrid. Hizo todo lo posible por acompañarle, aunque fuera a través de sus palabras.
La amistad entre ellos había comenzado hace tan solo unos meses, pero María sabía que Tomás iba a necesitar mucho apoyo, por eso mismo, decidió sorprenderle y le escribió dos puñados de cartas: unas para los días buenos y otras con ánimos para los días bajos.
Las palabras que leía cada día de María sirvieron a Tomás de gran apoyo y le acompañaron en la aventura en la que estaba inmerso. Cada tarde terminaba el día contando a su amiga cómo había ido la jornada y junto a ella, mantenía conversaciones imaginarias que le hicieron el voluntariado mucho más fácil. Quien sí estuvo junto a Tomás fueron la hermana Pilar y Rocio, otra voluntaria como él. Fue ella quien en un atardecer de Widikum le hizo abrir un poco los ojos…
El mundo parecía otro cuando Tomás llegó a España. Viajes a Marbella con la familia y los amigos, salidas hasta tarde, fiestas, playa, diversión… nada parecía encajar en su vida después del voluntariado. Tomás se sentía perdido y desubicado. Nada iba bien. Pasó varios meses así, nadie parecía entenderle. Ni sus padres, ni sus hermanas, La vuelta ni sus amigos que dejaron de llamarle ante su apatía. María parecía que era la única que entendía que Tomás se sentía diferente tras su viaje, pero no sabía cómo ayudarle para salir de ahí. Una noche Tomás explotó con su tía Antonia, y tras varias horas llorando, le contó todo. Ella fue quien le presentó a su amiga Teresa, que le ayudó a ver que la vida, a veces, te da grandes golpes y que hay que aprender a reponerse. También buscó ayuda con un psiquiatra y poco a poco Tomás comenzó a volver a ser el que era. María siempre estuvo a su lado, animándole cuando no sabía ni por dónde comenzar
La primera no cita. El primer beso
Era 28 de febrero, el cumpleaños de María. Ella había hecho planes con sus amigas por la noche, pero Tomás pensó que le gustaría también pasar el día con algún plan especial. Se presentó de sorpresa a buscarla, se la llevó a comer por Malasaña y se pasaron la tarde recorriendo la Gran Vía y dando vueltas por Madrid. Al final del día, tremendamente alegres por lo bien que lo habían pasado, terminaron abrazados.
Unas semanas después de aquella tarde que dejó marca en los dos, murió el abuelo de María. Tomás se volcó con ella y, con afán de distraerla, le propuso ir a comer con su prima Loreto -una persona indispensable en la vida de Tomás, su confidente-. Loreto era mayor que Tomás y sabía que su primo y María estaban hechos el uno para el otro. Por eso, se hizo la olvidadiza e interpretó el papel de su vida diciendo que había olvidado una quedada con una amiga. Dejó a María y a Tomás solos en Montecarmelo, pero antes de irse le dio a María un anillo que llevaba en su mano y le dijo: “Toma, si cuando vuelva perteneces a la familia, puedes quedártelo. Si no, me lo devuelves”. Nunca se lo devolvió. Era 14 de marzo.
No todo sale siempre bien
Después del gran día que pasaron juntos, María tras una noche pensandolo mucho, decidió que la cosa no iría a más. Eras buenos amigos, ¿por qué cambiar? En un ataque de querer volver al pasado pasa así borrarlo todo, decidió olvidar a Tomás. Dejó de responderle a los mensajes y a las llamadas. No todo sale siempre bien 6 Tomás no entendía nada de lo que había pasado, no encontraba el por qué del cambio. A pesar de intentar contactar con María, no lo logró y no se volvieron a ver durante 7 meses.
Y después del verano…
Pasó el verano de 2014. Cada uno por su lado. Separados y sin noticias el uno del otro. Nada. Tomás se fue de viaje de fin de curso en Mallorca. María también se fue con unas amigas. Hacían vidas totalmente separadas. Nada quedaba de aquellos primeros meses de 2013 o de la complicidad que existió entre ellos, el apoyo mutuo en los momentos dificiles. Por esas fechas, Cris, una amiga en común de los dos creó un grupo de Whatsapp con solo 3 miembros: Cris, María y Tomás. Solo se mandó un mensaje. El mensaje que les unió de nuevo. María y Tomás decidieron quedar una tarde. Se lo confesaron todo. Se habían echado de menos. Volvieron a ser los mismos que unos meses antes; pero más fuertes. Habían vivido separados y sabían que querían estar juntos.
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