Chico Bizarro y las moscas

Mónica Bustos nace en Asunción (Paraguay) el 16 de marzo de 1984. Lectora insaciable desde muy temprana edad, publica su primera novela León Muerto (2003), con tan solo 19 años, influenciada por la escritura de Fiódor Dostoyevski. Poco tiempo después llega Complejo de Bustos (2004), su primer libro de cuentos.

Comienza ahora una época en la que prevalecen en su lectura autores iberoamericanos como Borges, Cortázar, Quiroga, Rulfo, Sergio Ramírez y Rodrigo Fresán; es aquí, influenciada a su vez por el cine de Tarantino, Scorsese, los hermanos Coen y David Fincher (habría que hacer una especial mención a Chuck Palahniuk), cuando escribe Chico Bizarro y las moscas (2010) que acabaría mereciendo el I Premio Augusto Roa Bastos de Novela siendo uno de los libros más vendidos en Paraguay. Ese año con novela publicada y premio, también es seleccionada para participar de las Residencias Artísticas del FONCA en Ciudad de México. Por aquel tiempo empieza a germinar Novela B, pero antes, en el 2012 publica una novela juvenil llamada El club de los que nunca duermen.

En 2013 sale a la luz en México Novela B, un pequeño tesoro de serie B que cosechó un rotundo éxito y en el 2016 llegaría Humberstone, una de las novelas más personales de Mónica Bustos.

Chico Bizarro y las moscas es una novela que nos sumerge en el submundo del crimen organizado en Paraguay, a través de la voz de Domingo Zárate Vega, alias Chico Bizarro, un gánster obsesionado con el amor y el apocalipsis. La novela, ganadora del Premio Augusto Roa Bastos de novela en 2010, se caracteriza por su estilo frenético, fragmentario y humorístico, que combina referencias a la cultura popular, la música, el cine y la historia paraguaya.

La novela está estructurada en tres partes, cada una con un título alusivo a una canción de rock: “I want to break free”, “Highway to hell” y “The end”. En la primera parte, conocemos a Chico Bizarro y a su banda de delincuentes, que se dedican a traficar droga, armas y arte. Entre ellos se encuentran un pintor fracasado que se vuelve famoso gracias al polvo mágico que la mafia esconde en sus cuadros, un falso jesuita que quiere crear unas nuevas misiones con un cultivo ilícito, unos hermanos siameses que son expertos en explosivos y unos niños que juegan a la ruleta rusa con el revólver del mariscal Estigarribia. Chico Bizarro tiene una obsesión: conquistar a la arpista Cecilia, una mujer inalcanzable que lo rechaza una y otra vez.

En la segunda parte, la trama se complica cuando Chico Bizarro se enfrenta a sus enemigos: el comisario Cáceres, un policía corrupto que quiere acabar con él, y el Chino, un mafioso rival que le disputa el territorio y el amor de Cecilia. Chico Bizarro recurre a la violencia, el chantaje y la traición para defender su imperio, pero también se ve envuelto en una serie de situaciones absurdas y cómicas, como una fuga de la cárcel, una boda fallida y una invasión de moscas.

En la tercera parte, la novela alcanza su clímax cuando Chico Bizarro se enfrenta al fin del mundo, que él mismo ha profetizado. El protagonista se ve atrapado en una espiral de locura, paranoia y delirio, que lo lleva a cometer actos extremos y a revelar sus secretos más oscuros. La novela termina con un desenlace sorprendente e impactante, que deja al lector con una sensación de vacío y desasosiego.

Chico Bizarro y las moscas es una novela que rompe con los moldes de la narrativa tradicional y que se inscribe en la corriente de la literatura transgresora y posmoderna. La autora, Mónica Bustos, demuestra un gran dominio del lenguaje y de las técnicas narrativas, creando un texto original, dinámico y divertido, que al mismo tiempo reflexiona sobre la realidad social, política y cultural de Paraguay. La novela es una obra maestra que merece ser leída y disfrutada por todos los amantes de la literatura.