Cometierra

Reseña del libro «Cometierra» de Dolores Reyes.
Por Paqui Bernal.

“Cometierra” es quizá la novela con el arranque más impactante de todas las que he leído. La protagonista es una hija que se niega a que se lleven al cementerio el cadáver de su madre, a la cual se siente muy unida y que probablemente su padre ha matado a golpes. Quiere guardarla en casa y amenaza con comer tierra si la sepultan, porque lo tiene prohibido.

Ella misma reconoce que suele protestar de esa manera, de ahí su nombre. Finalmente entierran a la mujer. Y todo ha sucedido en tres páginas: nos espera una historia muy intensa.

No sucede a menudo que una le coja verdadero afecto a un personaje. Al menos yo sólo he querido que me lo presentaran, que existiese realmente y conocerlo, en contadas ocasiones. Y eso es lo que me ha ocurrido con la protagonista de Cometierra, a la que todos llaman así porque ingiere tierra de la casa de la persona desaparecida para tener visiones y poder encontrarla.

Os dirán que la novela aborda los femicidios y la trata de blancas, y lo hay en el argumento, no lo negaré. Pero a mí me parece mucho más interesante cómo percibe Cometierra el hecho de ser vidente y huérfana, de vivir en una constante confusión, de crecer y hacerse mayor y encarar las cosas de manera diferente a como lo hacía de niña.

Acompañamos a la muchacha en sus reflexiones -sobre su hermano, sus maestros, sus compañeras de colegio- y sobre todo en sus sensaciones. Porque si algo tiene la novela es que es terriblemente visual, o más que eso, sensorial. Ésta es una característica que comparte con el realismo mágico, aunque Cometierra tiene una estructura bastante parecida a la novela policíaca, con la chica resolviendo un caso tras otro.

Esta obra es la primera de las dos novelas que ha escrito Dolores Reyes -profesora y feminista argentina-, la segunda se titula “Miseria”. “Cometierra” se publicó en 2019 y fue un éxito comercial y de crítica, y se ha traducido a más de diez idiomas.

La historia está escrita en una variante argentina (no temáis, se entiende perfectamente) y con raíces en las costumbres de aquel país, lo que hace que el lenguaje y el entorno den mucha verdad a la historia. Pero sobre todo impacta su narración de las escenas de sus relaciones amorosas con Hernán y Ezequiel (porque son muy gráficas), las vivencias de ella como vidente -que yo describiría como tremendamente viscerales y básicas- y su ligazón a la tierra, su apego a ella.

Recorrer las páginas de “Cometierra” es una experiencia no sólo lectora sino para los sentidos. Un placer.

Por Paqui Bernal
@_PaquiBernal