Dispara, yo ya estoy muerto es una novela histórica ambientada en los años finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Sus páginas nos llevan por un recorrido desde España y Francia hasta Israel y la Rusia zarista, pasando incluso por el continente americano. Los personajes se ven envueltos en un ambiente de dramas e intrigas políticas desde el primer capítulo. Nada más abrir el libro, el suspense está servido. De hecho, el propio título nos da una idea bastante acertada de lo que podemos esperar de las aventuras de los protagonistas.

La autora de Dispara, yo ya estoy muerto, Julia Navarro, es una conocida periodista y escritora madrileña cuya pluma ha compuesto otras obras populares como Dime quién soy o Historia de un canalla. Si has leído alguna novela de Julia Navarro y estás familiarizado con su estilo, en Dispara, yo ya estoy muerto reconocerás fácilmente la impronta de la autora, tanto por su forma de narrar como por las descripciones minuciosas que nos ofrece de la psicología de cada personaje, por no hablar de su costumbre de guardarnos sorpresas que nos va desvelando durante toda la novela cuando menos nos las vemos venir.

Dispara, yo ya estoy muerto empieza con la huida de Rusia de la familia judía de los Zucker a finales del siglo XIX. Una vez asentados en Israel, el protagonista, Samuel Zucker, conoce al árabe Ahmed Ziad, con quien establecerá una relación que irá más allá de cualquier diferencia política o ideológica y resistirá toda una serie de obstáculos encaminados a la ruptura de tan especial unión entre dos personas de tan diversa procedencia. El tiempo va transcurriendo y, generación tras generación, las relaciones entre las familias Zucker y Ziad se van volviendo más complejas y su supervivencia más difícil en un terreno cada vez más marcado por la hostilidad, la intolerancia y el odio a lo diferente. No puedo destacar mucho más sin hacer algún spoiler, pero si eres de los que disfrutan con una novela compleja con tramas enrevesadas y desenlaces inesperados, Dispara, yo ya estoy muerto no te dejará indiferente.

Quizá sería más correcto hablar de historias, en plural: en la novela encontramos varias tramas que se mezclan, se juntan y se separan continuamente. Con esta técnica, el argumento cobra dinamismo y complejidad y el libro se nos antoja más interesante, pues todo el tiempo queremos saber más y más y nos morimos por conocer la relación que hay entre las diversas historias. Una vez estemos metidos en la novela, no querremos salir hasta llegar al final y las casi mil páginas que la componen nos parecerán pocas.

En Dispara, yo ya estoy muerto los personajes nos guían por los más diversos acontecimientos históricos de la época contemporánea, descritos con todo lujo de detalles y todo el rigor histórico que merecen. Por este motivo, además de disfrutar de una novela bien contada, mientras leemos a Julia Navarro estaremos aprendiendo o refrescando nuestros conocimientos sobre los hitos de la historia contemporánea, todo un regalo para los amantes de esta disciplina.

Dispara, yo ya estoy muerto es, sobre todo, una historia de lucha y superación con unos personajes que nos enseñan la importancia de no tirar la toalla y luchar hasta el final para alcanzar nuestros sueños. El lado más crudo de la naturaleza humana queda al descubierto y los aspectos más sórdidos del hombre quedan magistralmente retratados sin ningún tipo de filtro. Aun así, Julia Navarro consigue que, al final, nos quedemos con el lado más positivo de la historia: más allá del color de nuestra piel, nuestra raza, nuestra ideología o nuestra patria, todos somos seres humanos y lo que nos une tiene más fuerza que nuestras diferencias.

Por Lilibet
@armoredlilibet

Título: Dispara, yo ya estoy muerto
Autor: Julia Navarro
Editorial: Plaza-Janes
Publicado: 4 junio 2015
Páginas: 912
ISBN: 978-8401354694
Artículo anteriorLas 10 escritoras de ciencia ficción que tienes que leer
Artículo siguienteEn Auschwitz no había Prozac
Lilibet
Traductora e intérprete, lingüista y humanista. Wanderlust. Languages. Art history. Coffee. Books.