El amor en los tiempos del cólera

Reseña del libro «El amor en los tiempos del cólera» de Gabriel García Márquez. Por Paqui Bernal.

“Trastornado por la dicha, Florentino Ariza pasó el resto de la tarde comiendo rosas y leyendo la carta, repasándola letra por letra una y otra vez y comiendo más rosas cuanto más la leía, y a media noche la había leído tanto y había comido tantas rosas que su madre tuvo que barbearlo como a un ternero para que se tragara una pócima de aceite de ricino.”

“El amor en los tiempos del cólera” es la historia de una obsesión, la de Florentino Ariza por Fermina Daza, un enamorado que soporta estoicamente los desprecios de su amada y espera sus favores durante décadas.
En ella el autor construye a una de esas mujeres de carácter soberbio y sentimientos violentos, lo cual haría pensar que tal vez García Márquez la miraba con un prisma un tanto machista. Florentino, en cambio, me parece un personaje literario inigualable, que provoca lástima y risa a partes iguales.

Y es que Gabo tiene una habilidad única para dibujar a un pobre diablo que busca subir en el escalafón social, no por sí mismo, sino con el solo objetivo de conquistar a Fermina, y para ello a menudo se pone en ridículo. Aunque en realidad es el autor quien lo ridiculiza en cierta medida -o al menos lo lleva del drama a la comicidad en más de una escena-, como si estuviera seguro de que su dominio de la narrativa evitará que parodiar a un personaje haga perder verosimilitud a la novela.

Por ejemplo, a pesar de que Florentino se derrumba con cada negativa o humillación de la dama en cuestión, no se puede decir que se mantenga precisamente célibe en espera de su recompensa. Bien al contrario, tiene amantes de todos los colores y edades.
En ese sentido, una subtrama que me ha llamado la atención es la que trata de la relación de Ariza con América Vicuña, una niña de 14 años. Contiene muchos paralelismos con “Lolita”, de Nabókov (1955), en el trato entre los amantes – similar al de un padre y una hija-, en los subterfugios del pederasta para conseguir los favores de la jovencita, etc. Y digo que esa relación de pederastia me llamó la atención por una razón: hay que tener en cuenta que Gabo habría leído “Lolita” (1955) -ya que “El amor en los tiempos del cólera” se publicó treinta años más tarde-, y lo que choca es la casi total ausencia de juicio moral de García Márquez, aunque sólo fuese para proteger su reputación personal.

En cuanto al estilo literario del autor, muestra una habilidad inconmensurable, una poética tremendamente personal en cada una de los cientos de páginas incomparablemente bien escritas.

Una novela verdaderamente profunda -toda una exhibición del conocimiento de García Márquez del alma humana- y, al tiempo, una narración divertida. Una gran obra.

¿Qué puedo decir yo? Por algo García Márquez es quien es. 

Por Paqui Bernal
@_PaquiBernal