Reseña del libro «El viñedo de la luna» de Carla Montero.
Por Raquel San Martín Rodríguez
Un triángulo amoroso marcado por el deber, la fidelidad y la pasión.
Una familia asediada por la ocupación nazi Una exiliada española tras el tesoro vinícola más preciado del mundo Un triángulo amoroso marcado por el deber, la fidelidad y la pasión Tras su precipitado matrimonio con Octave de Fonneuve, Aldara, refugiada de la Guerra Civil, llega al Domaine de Clair de Lune, una imponente bodega de Borgoña. Cuando estalla la guerra en Francia, su marido cae prisionero y la deja sola frente a los recelos de su suegro, el acoso de su cuñado y la ocupación alemana. Con todo en contra, su amor y su lealtad hacia Octave la llevarán a tomar las riendas de un negocio amenazado por la rapiña nazi. Sin embargo, su determinación será puesta a prueba cuando aparezcan dos un teniente alemán, que se aloja en la mansión, y un piloto aliado caído, al que esconde de la Gestapo. Implicada en la Resistencia francesa, atrapada por las intrigas y los secretos de su familia política y perseguida por los fantasmas de su pasado, Aldara se ve obligada a sobrevivir a uno de los momentos más difíciles y apasionantes de la historia.
Mi valoración personal:
Después de éxitos como La tabla esmeralda o El jardín de las mujeres Verelli, vuelve Carla Montero con su novela más épica: una saga familiar de sacrificio, amor y traición ambientada en el mundo bodeguero de la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras un matrimonio precipitado con Octave de Fonneuve, Aldara, una refugiada de la guerra civil española llega al viñedo Clair de Lune en Borgoña. Cuando estalla la guerra en Francia Octave cae prisionero y la deja sola ante un suegro que no termina de llevarse en un principio bien con ella y un cuñado que la acosa. Por si esto no fuera suficiente poco después su casa es ocupada por un teniente alemán.
Aldara demostrará su fortaleza para criar a su hija, para mantener la esperanza de volver ver a su marido con vida y para soportar que su casa se llene de nazis.
Carla vuelve a demostrar lo bien que se desenvuelve en este periodo histórico, centrándose esta vez en la ocupación por parte de los nazis en Francia.
Pero en la vida de Aldara aparecerán dos hombres, Hubert un teniente alemán que se instala en su casa y Henry un piloto ingles que esconde mientras se recupera de las heridas causadas por el accidente de su avión. Ambos hombres tan distantes entre ellos, de dos bandos opuestos tendrán algo en común: su amor hacía ella.
De todos los personajes de la novela destaco sin duda la fortaleza de Aldara, una mujer que guarda con celo su pasado y esa cicatriz que le cruza la cara, la fidelidad a su marido al que apenas conoce y como se gana a su suegro a base de querer aprender todo lo que conlleva la elaboración del vino.
Hubert, también es un gran personaje. Un teniente alemán que no nazi , que ayuda en todo lo que puede a Aldara. Un hombre que luchará por demostrar que no todos los alemanes son malos y asesinos y en ocultar su amor por ella y su hija Claire.
Con una narración sencilla, y una magnifica documentación, Carla nos trasporta a pasear por los viñedos de Borgoña, y a sentir incluso el olor de los campos repletos de vides.
En conclusión, un libro que he disfrutado muchísimo, aprendiendo un poco más sobre la ocupación alemana en Francia, sobre la resistencia y el trabajo que hacían muchas mujeres jugándose sus propias vidas para salvar muchas otras. Un libro con una final muy bonito y esperanzador ya que tras todo el odio que se generó tras la guerra siempre quedó un lugar para el amor. Sin duda recomiendo este libro no solo para aquellos lectores de novela ya que os aseguro que os gustará tanto como a mi.
Raquel San Martín Rodríguez
@rachel_en_su_tinta
- Montero, Carla (Autor)
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