La casa de los hilos rotos
de Angélica Morales

Otti Berger, una joven húngara procedente de una acomodada familia judía, sueña con estudiar diseño textil en la escuela de arte vanguardista más importante del momento, la Bauhaus. Amante del telar que ya manejaba su madre, Otti quiere por encima de todo abrirse paso como mujer en el mundo artístico de la Alemania de entreguerras. A pesar de sus problemas auditivos debidos a un accidente sufrido en su infancia, muy pronto empieza a destacar por su gran creatividad y afán de experimentación, hasta convertirse en una de las alumnas más aventajadas. La llegada a la Bauhaus de Mercè Ribó, heredera de una importante fábrica de tejidos y dispuesta a suceder a su padre pese a ser mujer, será el inicio de una amistad inquebrantable entre dos mujeres que unieron sus vidas en una época convulsa. Penélope, la bisnieta de Mercè, será quien tejerá los hilos de esta historia oculta mientras descubre un misterioso pasado familiar.

Un canto a la libertad, al arte y a la memoria de todas las mujeres olvidadas.

Angélica Morales (1970) es escritora, poeta y directora teatral. Licenciada en Historia Antigua por la Universidad de Valencia, diplomada en Escritura Jeroglífica por la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia y diplomada en arte dramático por la Escuela del Actor de la misma ciudad, ha sido galardonada con numerosos premios nacionales e internacionales de poesía y ha publicado varios poemarios, entre los que destacan Desmemoria (2012), Asno Mundo (2014), Monopolios (2014), España toda (2018), Las niñas cojas (2019), El sueño de la iguana (2020) y #MedeaHaVuelto (2021). Fue ganadora del V Premio Internacional de Poesía «Gabriel Celaya» de 2022, de la Diputación Foral de Guipúzcoa. La casa de los hilos rotos es su primera novela.

Sobre el libro

Un canto a la libertad, al arte y a la memoria de todas las mujeres olvidadas.
La historia de Otti Berger, una mujer creadora e independiente que luchó contra la barbarie nazi.

«La vida es un telar de hilos vivísimos que se van uniendo formando lo que llamamos destino. Desde el momento en que me topé con la figura de la diseñadora textil Otti Berger, quedé fascinada. No solo por su inmenso talento y arrolladora personalidad, también porque además de tener que luchar contra un mundo hostil y no pocos obstáculos, era sorda desde su niñez, lo que me conmovió enormemente. La admiré por su fuerza de voluntad, por su capacidad de superación que logró convertirla en la diseñadora textil más sobresaliente de la Bauhaus. Sus hilos se unieron a los míos y juntas empezamos a tejer esta historia. Con Otti me unía además de la admiración un sentimiento de infancia. Desde niña he sabido lo que es estar en el lado de las minorías, me gustaba habitar esa periferia del amor, esa penumbra donde todo duele y se hacía difícil respirar. Esta es una historia de amistad, arte de vanguardia, amor, y búsqueda.» ANGÉLICA MORALES

Otti Berger merece por derecho propio un lugar en la Historia, una novela en la que los hilos rotos de su vida compongan por fin una espléndida tela.

La casa de los hilos rotos es una novela basada en la vida de la artista y diseñadora textil Otti Berger, una importante figura de la revolucionaria escuela de arte alemana Bauhaus, que, como muchas de las mujeres de su tiempo, acabó de alguna manera silenciada por la historia.

El texto pretende ser un homenaje a su trabajo. Mujer, comunista, de ascendencia judía, con una trayectoria artística, laboral y emocional fascinante, Berger fue víctima de la Historia con mayúsculas.

El pasado de Otti se entrelaza en la novela con la historia actual de Montserrat Ribó y su hija Penélope. Es ella quien descubre los diarios secretos de su bisabuela Mercè Ribó en la masía familiar de Girona, un hecho que cambiará por completo su vida y la del resto de la familia. Línea tras línea del diario, Penélope va tejiendo la peculiar relación de Otti y Mercè, dos mujeres que unieron sus vidas en una época convulsa, cuando la barbarie empezaba a afilar sus garras.

Penélope descubrirá que su bisabuela Mercè Ribó, una barcelonesa de clase alta apasionada por el arte y el movimiento de la Bauhaus, viajó hasta Dessau para cumplir su sueño, coincidiendo allí con la enigmática Otti Berger, de la que ya no habría de separarse hasta el inicio de la guerra civil en España. Tiempo más tarde, el destino volvería a entrelazar sus vidas en el campo de concentración de Auschwitz.

La casa de los hilos rotos es un canto a la libertad, a la amistad, al arte, al amor, a la memoria de todas esas mujeres olvidadas. Hilos rotos que renacen en estas páginas para que el lector pueda caminar de nuevo por sus vidas.

LA BAUHAUS, PERSONAJES
HISTÓRICOS QUE HABITAN LA NOVELA

OTTI BERGER. Nacida en 1898 en el corazón del entonces Imperio austrohúngaro, en un pequeño pueblo húngaro llamado Vörösmart, era hija de una familia judía acomodada.

Desde muy niña fue despierta e inquieta y, aunque se quedó sorda a temprana edad, siempre mostró una gran fortaleza y afán de superación.

Amante del telar que ya su madre manejaba, fue introduciéndose con pasión en el mundo del arte, estudiando, tras su formación en Viena, en la Real Academia de Arte de Zagreb e ingresando posteriormente en la Bauhaus, en su nueva sede de Dessau. Pronto destacó entre el resto de las alumnas por su capacidad creativa y de investigación, llegando a ser profesora del taller de tejidos nada más graduarse.

La Bauhaus para ella fue su casa, un mundo repleto de luz y creatividad, una burbuja donde nada importaba salvo la búsqueda de uno mismo y del impulso artístico interior.

Mujer inteligente, cultivada, inquieta, se enamoró perdidamente del profesor de arquitectura Ludwig Hilberseimer, un amor apasionado que no acabó siquiera con la separación de ambos tras el estallido de la segunda guerra mundial, que llevó a la muerte de Otti en el campo de concentración de Auschwitz.

Otti Berger representa a la mujer artista que lucha por abrirse paso por sus propios méritos, simboliza el trabajo constante, la creatividad, el compañerismo, la fe en el arte como proyecto de vida. En la escuela Bauhaus, Otti vivió sus mejores años: amó, experimentó y aprendió lo suficiente como para que, al finalizar su etapa en la Escuela, pudiera abrir en Berlín su propio taller: Atelier de tejidos y vida. Fue la primera mujer en patentar sus diseños. Siempre fiel a sus ideales, luchó para que su voz se escuchara, aunque su voz se extinguiera en Auschwitz.

LUDWIG HILBERSEIMER. Arquitecto, amigo íntimo del último director de la Bauhaus, Mies van der Rohe. De ideas comunistas. Un hombre entregado a su trabajo. Fiel. Consecuente. Luchó contra el régimen nazi y, aunque nunca llegó a afiliarse al partido comunista, siempre estuvo en primera línea de lucha, lo que le llevaría a perder algunos trabajos importantes. Se incorporó a la Bauhaus en su primera etapa y se consagró a ella hasta el final. Otti Berger fue su gran amor. Cuando supo que había muerto en Auschwitz se encargó de que su obra viera la luz. Es sin duda el guardián de su legado.

WALTER GROPIUS. Fundador de la Escuela de Arte y Diseño de vanguardia Bauhaus, fue una figura clave para Otti Berger a la que conoció por mediación de su tía, la distinguida dama Augusta Novak, cuando Gropius acababa de fundar la escuela. En un primer momento para Otti era un fantasma, alguien que iba y venía en la penumbra, hasta que entró en la escuela y la relación se estrechó. Gropius siempre confió en el talento y la capacidad artística de Otti, recomendando su trabajo en muchas ocasiones. En la novela jugará un papel importante por su peculiar relación con la señora Augusta Novak.

ISE GROPIUS. Esposa de Walter Gropius y gran amiga de Otti hasta el final de sus días. Cuando Otti tuvo que regresar a su pueblo para cuidar a su madre enferma y la segunda guerra mundial estaba en su apogeo, Ise y su marido Walter Gropius, así como un gran número de antiguos profesores de la Bauhaus emigrados a EEUU, hicieron todo lo posible para que Otti pudiera refugiarse en América y librarse de la amenaza nazi.

La situación de Otti peligraba por ser judía, por ser artista y por ser comunista. Pese a todos sus intentos diplomáticos, Ise fracasó y Otti murió finalmente en el campo de concentración de Auschwitz. Ise, junto con Hilberseimer, el prometido de Otti, se volcaría para que en la exposición sobre la Bauhaus del Moma de Nueva York el trabajo de Otti estuviera muy presente y su nombre pudiese brillar.

PAUL KLEE Y VASILI KANDISKY. Dos grandes pintores de vanguardia y profesores de la Bauhaus desde el inicio. Revolucionarios, amigos y competidores, fueran un referente para Otti Berger en su trabajo, sobre todo Paul Klee a la hora de tratar el color en sus obras. Ambos fueron amigos entrañables de nuestra protagonista y permanecieron a su lado durante toda su trayectoria, apoyando la toma de posesión de Otti Berger como profesora y sucesora de Gunta Stolz en el taller de tejidos.

GUNTA STOLZ. La primera mujer profesora de la Bauhaus que gozó de reconocimiento oficial, tuvo que luchar para conseguir su sitio y el respeto de sus compañeros. Su vida dio un vuelco cuando se casó con un joven profesor de arquitectura judío y sus amigos empezaron a darle la espalda. A esto se unió su mala relación con el entonces director de la Bauhaus, Hannes Meyer, que estaba a favor de la industrialización y la mecanización, mientras que Gunta defendía el trabajo artesanal.

Los constantes roces profesionales unidos a la época de tensión política, a su maternidad y a su forma de afrontarla con libertad (se llevaba al bebé a clase y le daba el pecho delante de sus alumnos) le costó la enemistad de algunos profesores. A este malestar se sumó el hecho de que algunos alumnos de tendencia nazi pintaran la puerta de su casa con sangre, amenazándola e insultándola por haberse casado con un judío.

Gunta se vio obligada a abandonar la escuela, pero no sin antes proponer como sucesora a Otti Berger. Entre las dos mujeres había una gran amistad que duraría hasta el final. Para Otti Berger, Gunta siempre fue un referente, su gran maestra, el espejo donde mirarse.

HANNNES MEYER Y MIES VAN DER ROHE. Hannes fue el sucesor de Walter Gropius en la dirección de la Bauhaus. Comunista y muy dado a la política social, dio un giro hacia la izquierda a la escuela en un momento de tensión política, donde cuando comunistas y nazis se enfrentaban violentamente. Otti y él fueron grandes amigos.

Cuando Hannes abandonó la dirección, le sustituyó Mies van der Rohe, un arquitecto alemán, elegante y amigo íntimo del profesor Hilberseimer, el que habría de ser el prometido de Otti Berger. Mies intentó salvar la Bauhaus en Dessau buscando la moderación y el diálogo con los políticos locales del partido nazi, pero se vio obligado a cerrarla. Posteriormente la abriría de nuevo en Berlín, pero ya como una escuela privada. Apenas duraría abierta un año. Mies no tenía buena relación con Gunta Stolz, y cuando esta se marchó colocó al frente del taller textil a su esposa, la diseñadora de interiores Lily Reich. Lily apenas prestó atención al taller, siendo en realidad Otti Berger y Annie Albers las que se encargaban de las clases y los proyectos textiles. Con Lily Reich, Otti nunca logró tener una buena relación, precisamente porque la consideraba una intrusa en el taller de tejidos que ella tanto amaba.

ANNIE ALBERS Y GERTRUD ARNDT. Las dos fueron alumnas de la Bauhaus y amigas de Otti Berger. Annie Albers sería nombrada profesora del taller de textil junto con Otti. Gertrud era considerada una de las fotógrafas oficiales de la Bauhaus y fue desde el principio la amiga inseparable de Otti hasta que terminó la etapa de Dessau. Después sus caminos se separaron definitivamente.

OTTO Y OSKAR BERGER. Hermanos de Otti. Otto es el benjamín de la familia, también apasionado como Otti por el arte y el teatro. Será diseñador de moda y el gran apoyo de Otti cuando esta estuvo en Berlín. Ambos son cómplices desde la infancia. Oskar es el hermano mayor, nacido de un anterior matrimonio de su padre. Oskar es un hombre más anclado a la tierra, más razonable, el heredero del negocio familiar, la tienda de ultramarinos que regentaba su padre Lajos y el telar de su madre.

LAJOS E IDA BERGER. Son los padres de Otti. Lajos es un hombre tradicional y trabajador, con un negocio de ultramarinos, además de otras inversiones en su pueblo, Vörösmart. Siempre apoyó a Otti en su deseo de estudiar y matricularse en la Bauhaus, mientras que su madre Ida, a cargo de los telares, era más reticente por temor a que su hija pudiera sufrir debido a su sordera. Cuando Otti está a punto de emigrar a Estados Unidos, en el inicio de la segunda guerra mundial, Ida enferma gravemente de cáncer y Otti se ve obligada a regresar a su pueblo natal para cuidarla, dejando que su novio Ludwig parta a Chicago. Este acto de amor filial le costará la vida.

*Contenido original proporcionado por la editorial 

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