La elegida

Reseña del libro «La elegida», de Kiera Cass. Por Fernando Arévalo.

La Elegida es el tercer libro de la serie La Selección de Kiera Cass, en el que se cierra la historia de América. Esta novela contiene muchas secuencias de acción, además de una gran dosis de romance. El desarrollo de los personajes está bien orientado y, aunque la evolución de uno de ellos es quizá demasiado abrupta, es llevado de manera adecuada.

A diferencia de lo que hizo en las novelas predecesoras, Kiera logra tocar la temática política de manera sublime en La Elegida. De hecho, presenta tantas críticas sobre el asunto que el libro toma el tono serio que hacía falta en la saga. Nuevamente, la pluma de la escritora es lo que más destaca. Su manera de contar las cosas es atrapante, siempre dejando al lector con ganas de saber qué va a pasar a continuación.

No obstante, no todo en esta novela es positivo. De hecho, esta contiene varios fallos. Por ejemplo, después de leer este libro, se puede llegar fácilmente a una conclusión: los rebeldes son las hadas madrinas de América. Es decir, cada vez que las cosas están mal entre ella y Maxon, llegan los rebeldes a atacar Palacio, obligándolos a encerrase en una habitación super pequeña o acorralándolos para que estén a solas sin otro remedio más que hablar de los problemas en su relación. Y listo, todo está resuelto… Lógicamente, los seguidores de la saga quieren un final feliz para América. Pero que el único recurso usado por la autora para que haya una reconciliación sean los ataques de los rebeldes se torna agotador la segunda vez que sucede.

En el mismo orden de ideas, lo que pasó durante un evento muestra la realidad del abuso de poder, ya que, muchas veces, personas inocentes tienen que pagar por crímenes que no cometieron o que fueron sacados de proporción. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, la manera en la que se maneja la confesión de los delitos de una persona y lo que dicen los personajes es un sinsentido total, pues dan a entender que las víctimas de los crímenes reales no merecen recibir justicia. Parece que allí el tema se le salió de las manos a Kiera.

Por otra parte, se entiende que aquí se acaba la historia de América y que, como suele ocurrir en estos casos, tiende a haber una elipsis. Ahora, en esta ocasión, fue una técnica abusada. O sea, después de un salto en el tiempo, los sentimientos de los personajes son totalmente distintos, como si los hubieran reiniciado.

En resumen, este libro es divertido y sirve para pasar un buen rato. No es una maravilla del mundo literario, pero vale la pena leerlo, al igual que los dos anteriores si se quiere incursionar en el mundo literario con algo ligero y atrapante.

Por Fernando Arévalo
@fernandoj_arevalo