La pérdida de la historia
de Álvaro Soler Martínez

El capitalismo tecnológico y su vorágine civilizatoria provocaron un éxodo hacia cientos de sistemas planetarios. La humanidad se dispersó en docenas de mundos, continuando la destructiva explotación de los ecosistemas en aras de la producción, el comercio y la acumulación de capital. Sin embargo, esta diáspora espacial ha llevado consigo un efecto secundario: el aislamiento de las comunidades planetarias.

En un rincón remoto del universo, Val, una hábil mecánica espacial, reside en Fro, una luna colonizada y urbanizada bajo tierra. La vida de esta froriana se verá directamente influenciada por la historia social de su pueblo, donde los oprimidos luchan en las sombras contra la cruel dominación impuesta por la corporación que los gobierna.

En este relato de ciencia ficción, el autor reflexiona sobre el pulso entre la alienación de la clase trabajadora y la esperanza de encontrar un camino hacia la emancipación, donde la utopía comienza a resquebrajar el horizonte distópico que impera en nuestros pensamientos colectivos contemporáneos.

Sobre el autor

Álvaro Soler Martínez, sociólogo y escritor, obtuvo su grado en sociología en la Universidad de Valencia, donde también se especializó en gestión territorial y medioambiental. Recientemente, publicó el ensayo Manual de un sociólogo insociable (Editorial UNO, 2022), un libro en el cual reflexiona sobre la importancia de adquirir conocimientos básicos de sociología para fomentar el pensamiento crítico a nivel colectivo.

En la actualidad, tiene su propio canal de divulgación llamado Sociología Inquieta. Además, es articulista en varios medios digitales especializados en ciencias sociales y análisis político

Críticas

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La vida de los mineros nunca fue fácil y nunca lo será. Ni en la Antigüedad, ni durante la Revolución industrial. Tampoco en el futuro, cuando los humanos se lancen al espacio a explotar las riquezas minerales de lunas y asteroides lejanos.

Este último es el escenario en el que transcurre La pérdida de la historia (Ed. El Ojo de Poe, 2023), opera prima de Álvaro Soler Martínez. Una distopía que esconde algunas inquietantes similitudes con la realidad actual.

Hace mucho tiempo que los hombres abandonaron (y olvidaron) la Tierra. La diáspora espacial del Homo Sapiens le ha llevado a colonizar planetas remotos en busca de nuevas materias primas y fuentes de energía. La maquinaria de la civilización no se puede detener, siempre hace falta producir más. Los nuevos mundos están en manos de poderosas empresas que lo poseen todo, incluidas las vidas de las personas, cuya existencia se ve limitada a ser mera mano de obra explotada, un simple medio de producción más de la cadena.

Nuestra protagonista es Val, una minera especializada que vive en una gris y deprimente ciudad subterránea en una luna llamada Fro (acrónimo de Fundación Roca Orbital). Su vida, como la de tantos otros, se reduce a eso: trabajar y obedecer. Pero algo se está moviendo, soplan vientos de cambio y de revolución.

El género distópico suele dejar al lector sumido en un estado incierto entre la fascinación y la inquietud. Álvaro Soler le da una vuelta a todo esto abriendo un rayo de luz en la oscuridad. Confieso que el desenlace final me ha sorprendido en este sentido, ya que yo me esperaba otro totalmente opuesto.

En La pérdida de la historia resuenan los ecos de grandes distopías como 1984, pero también los de la novela social del siglo XIX. Me atrevo a decir que hay algo de Dickens y de Zola en sus páginas. Aunque el tiempo y el lugar donde se desarrolla la acción sean tan distintos, la esencia es la misma.

El único reproche que puedo hacer a esta novela es un apunte estrictamente personal y, por tanto, subjetivo. Si bien la idea de darle la vuelta a la distopía me parece muy original, me resulta a la vez poco convincente. Tal vez un buen contrapunto para esta ficción sería la lectura de Kirinyaga, de Mike Resnick, donde se plantean las contradicciones y los peligros inherentes a las utopías, todas ellas condenadas irremediablemente al fracaso.

Por lo demás, es una novela muy bien escrita, con una narración muy brillante en algunos momentos. A destacar también la forma en la que Álvaro Soler nos sumerge en el universo del libro, de forma ordenada y equilibrada, evitando abrumar al lector con datos y explicaciones que nada aportarían a la trama. Ese es un error que cometen muchos autores noveles de ciencia ficción, los cuales caen en el exceso a la hora de presentar el mundo que han creado en su imaginación.

En suma, una buena novela, fácil de leer, llena de acción y que nos da mucho que pensar. Muy recomendable.

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