La sal

Reseña del libro «La sal» de Sibila Freijo.
Por Paqui Bernal.

“La Sal” es la quinta novela de Sibila Freijo, una periodista coruñesa nacida a comienzos de los años setenta.

No me gustaría que me traicionase mi interés personal en las relaciones familiares a la hora de aconsejaros esta obra, una crónica doliente del desencuentro entre la autora y su padre, Manuel.

La historia está dividida en sesenta y tres capítulos cortos que, con todo y con eso, se conectan y la hacen fluir. La trama -si se puede llamar así- da vueltas y vueltas analizando el carácter cruel de un padre alcohólico y el de la autora, una estructura que refleja a la perfección lo complicada que es la interacción entre dos personas cuando ha habido violencia, y una violencia recurrente.

Sibila fue una niña descuidada, no atendida por ninguno de los dos padres -progres de la época-, que la infravaloraban porque estaban más pendientes de su propia imagen (una imagen que la avergonzaba) y demasiado satisfechos de sí mismos. A La autora no le importa desmitificar las figuras de los padres en general, aunque ella sea madre y aun a sabiendas de que eso es anatema en esta sociedad que normalmente los idealiza. Es más, Sibila llega a renegar de sus propios padres a riesgo de caer mal y de no ser leída.

La crítica feroz a su progenitor no impide que simultáneamente admire su cultura y su sentido del humor. Y lo que puede resultar paradójico es que posiblemente ella heredó ese sentido del humor, porque está muy presente a lo largo de todo el libro, a menudo en forma de sarcasmo y llegando al humor negro en ocasiones, sin prejuicios. Por otra parte, lo cierto es que se agradece toda esa ironía porque aligera la lectura sobre un tema que ya es árido de por sí.

Entre los puntos fuertes de esta obra yo citaría el dominio del tiempo y del punto de vista, la habilidad para contar la infancia, y su capacidad para crear la atmósfera (hasta ayudándose a veces de marcas de productos). Aparte de eso, nos encontramos con una miríada de reflexiones sobre los lazos estrechos entre los lugares y las personas, entre éstas y sus animales o sus objetos queridos, entre el escritor y su familia, etc., etc.

En algún momento esta historia me ha recordado “Bienvenidos a América”, de Linda Boström Knausgård(aunque sea una obra de ficción) y “Tiempo de vida”, de Giralt Torrente. Pero cuando leí “Tiempo de vida”, otro “memoir” sobre la relación de Marcos Giralt con su padre, lloré a mares. Quizá fuese mi estado de ánimo en aquel momento, pero “La Sal” no me ha hecho llorar, sino que me ha hecho pensar y en algunos momentos reconcomerme por el trato injusto que reciben de sus padres muchos niños inocentes.

Una historia bien escrita para todos aquellos a quienes les preocupe la paternidad y la familia.

Por Paqui Bernal
@_PaquiBernal