Estado de coma y sin posible punto y seguidoESTADO DE COMA Y SIN POSIBLE PUNTO Y SEGUIDO.

El sector cultural calcula unas pérdidas de 960 millones en España durante el próximo mes.

Este era el titular del diario El Mundo (https://www.elmundo.es/cultura/2020/03/16/5e6f93e9fdddffb54d8b467b.html) el pasado 16 de marzo, cuando apenas llevábamos dos días de confinamiento.

Desde entonces, después de más de dos semanas, si hacemos cálculo de las pérdidas nos daremos cuenta de que la cifra aumenta. Desde algunas editoriales mucho se ha dicho de que esto servirá para limpiar al mercado de la saturación de libros que hay. Obviamente, no creo que se refieran a ellos mismos, Planeta publica a través de sus diferentes sellos 200 títulos al mes. No lo digo yo lo dice El País en publicación del 18 de marzo (https://elpais.com/cultura/2020-03-17/la-pandemia-del-coronavirus-aboca-al-sector-editorial-a-un-cambio-de-modelo.html).

Esto dice Planeta en el artículo ya citado de El País:

«En cualquier caso, las fuentes consultadas coinciden en que “el sector no va a salir igual”. La venta por el canal electrónico de libros físicos, que ahora oscila entre el 15 y el 18% del total, se intensificará. “El coronavirus nos ha pillado bien en eso: es una revolución pendiente del sector. La importancia de ese canal es cada vez mayor: las librerías deberán acelerar creando plataformas conjuntas; así no se podrá seguir: los tiempos lo requieren”, aseguran en Planeta».

Indiscutiblemente hablan del eslabón más frágil de la cadena editorial: las pequeñas editoriales, las independientes, las que hacen algo diferente y arriesgan su capital sin ayudas estatales somos las que saldremos peor paradas, si es que conseguimos salir.

La cancelación de eventos literarios (ferias, presentaciones, el Día del Libro…) o el retraso en las fechas dejan a las pequeñas editoriales en un estado de indefensión total. Desde los grandes grupos se piden ayuda al gobierno que sabemos que volverá a favorecerles, aunque el libro nunca ha sido una de las industrias más cuidadas por nuestro país.

Nadie va a aplazar las deudas. Las imprentas quieren cobrar, como es lógico, y las agencias de transporte y los dibujantes, los portadistas, los diseñadores… Y nosotras, las pequeñas, las insignificantes no tenemos póliza de crédito con los bancos, al menos, no para soportar luego los intereses. Llegados a este punto, quiero romper una lanza tanto a favor de Planeta como de PRH porque han aplazado los pagos a las librerías, muchas de ellas no podrán abrir sus puertas después de que pase esto.

El coronavirus va a acabar con la vida de miles de españoles (ya lo está haciendo), pero también con la de cientos de empresas pequeñas que luchamos todos los días por salir adelante, por no sucumbir ante la presión. Porque, no olvidemos que cuando esto se reactive, las distribuidoras darán prioridad a las grandes, las librerías querrán llenar sus estantes de las grandes y nosotros seguiremos aquí, al pie del cañón, apostando por autores noveles, en muchas ocasiones españoles, y viéndolas venir. Bueno, seguiremos aquí o no. Y, entonces, volveremos a lo de siempre a consumir lo que quieren que consumamos, lo que es tendencia, es chic, es uniforme y plano.

Y, sí, la crisis financiera será mundial. La diferencia es que cuando la industria del motor se resiente ahí está papá Estado para dar las ayudas necesarias. Cuando el sector editorial lo hace, a ese mismo padre, del que debemos ser hijos no deseados, elige a los vástagos más guapos y les compra un Jaguar. Para esos mismos que, en tiempos de crisis, hicieron que sus trabajadores se hicieran autónomos para no pagar ellos Seguridad Social, mientras las pequeñas pagábamos hasta el aire que consumíamos. Hemos pagado, por pagar, hasta un anexo a las escrituras de constitución de empresa, en el que certificábamos que la empresa era nuestra y no ejercíamos de testaferro. ¿Testaferro de una empresa con un trabajador? Buen ojo.

Las crisis llegan y arrasan con todo, pero cuidado, se lleva antes una casa que está comenzando a construirse que a un palacio reforzado en cada una de sus esquinas.

 

Ojalá el coronavirus no acabe con nosotros de la manera que sea.

 

Por Carmen Moreno
Directora de Cazador de Ratas
www.cazadorderatas.com
@cazadorderata

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Carmen Moreno
Directora de la Editorial Cazador de Ratas Escribo novela negra y, a veces, creo híbridos. Veo sospechosos donde no los ves. Me gustan el perro de los Baskerville, pero los míos, más.