Hoy os traigo la reseña de la nueva novela de Benito Olmo, La Tragedia del Girasol , la vuelta a la escena narrativa de uno de los personajes que me cautivo hará ya casi un par de años el inspector Manuel Bianquetti en la anterior novela de Benito La maniobra de la tortuga cuya reseña podéis consultar aquí.
Nos reencontramos con Bianquetti suspendido de empleo y sueldo obligado a abandonar temporalmente la policía, el inspector se ve en la necesidad de aceptar los trabajos que le puedan venir como investigador privado y la situación nos es demasiado boyante tiene un solo encargo encontrar a una prostituta llamada Regina. Pero la “suerte” parece llamar a su puerta y recibe una oferta que no puede rechazar, Bianquetti se convertirá en el guardaespaldas de un importante empresario que se encuentra de visita en la ciudad.
Dos líneas argumentales distintas conforman esta nueva historia por un lado la investigación para encontrar a la prostituta y la segunda y trama principal de la novela su eventual trabajo como guardaespaldas un encargo al parecer absolutamente sencillo que se convertirá en un caramelo envenenado en la boca del inspector.
El complicado carácter de Bianquetti, su particular manera de enfrentarse a los casos en los que se ve involucrado entrando cual elefante en una cacharrería y este caso no va a ser una excepción una serie de asesinatos violentos alrededor del “sencillo” trabajo para el que le han contratado vendrá a sacar esa vena investigadora clásica que ya le hizo famoso en la anterior novela.
Ambientada en Cádiz como no podría ser de otra manera, nos encontramos ante una ciudad que se nos presenta alejada de los estereotipos en los que todos pensamos y descubrimos la otra cara de Cadiz, alejada de la luz del sol por el mal tiempo y azotada por el frío y la lluvia.
Oscuros negocios, corrupción, narcotráfico y un ex inspector muy particular son el tremendo cóctel que mezcla Benito en su nueva novela que vuelve a recuperar como en su anterior trabajo el aroma más clásico de las novelas del género, al que en esta nueva entrega añade un ingrediente extra un personaje que todos echamos de menos y que es un pilar fundamental del género “la femme fatale” que dará mucho juego en la historia.
Benito Olmo da un paso adelante sobre su anterior trabajo, ya quedó demostrado que sabe construir historias y que no deja un solo hilo suelto en la trama, construye y pule una historia sin fisuras que evoluciona de menos a más, y que obliga al lector a devorar las casi cuatrocientas páginas sin ser consciente de que al final te vas a quedar con demasiadas ganas de un poco más de Bianquetti.
Sin aún no os habéis decidido por conocer las historias de Benito Olmo, no sabéis que os estáis perdiendo, un autor con el aroma de los viejos clásicos que ha dado vida a un personaje que os va a cautivar, aunque ambas novelas sean autoconclusivas os sugiero que seáis ordenados y entréis en el mundo narrativo de Benito Olmo con “La maniobra de la tortuga” para poder llegar a entender la pasión que Bianquetti ha despertado en este lector para llegar hasta esta fabulosa nueva entrega de la serie que supone “La tragedia del girasol”.
Agradecer a la Editorial Suma de Letras el habernos enviado un ejemplar de la novela para su lectura y reseña en el blog.
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