La chica desastre de los vestidos de verano

La chica desastre de los vestidos de verano
de J.F. Torres

Biografía del autor

JF Torres nació en Antequera (Málaga) y escribir siempre ha sido su manera de entender la vida y, desde muy pequeño, su forma de expresarse. En el instituto empezó a escribir y fue tomando vuelo cuando le hicieron sentir que lo hacía especialmente bien. Desde ese momento decidió apostar lo que hiciera falta para poder dedicarse a la escritura, por muy imposible que pudiese parecer. En 2013 creo su fanpage en Facebook, y poco a poco empezó a ganar seguidores. En 2016, y entusiasmado por la cantidad de mensajes que a través de las redes lo animaban a sacar un libro, autopublicó La chica desastre tras meses trabajando en ello día a día sin saber nada del mundo editorial. Con este título vendió miles de ejemplares y fue el hermoso principio de su profesión a la que dedica todo su tiempo. En noviembre de 2019 ha autoeditado Mi guerra, mi guerrera. Ahora vuelve con un nuevo proyecto: La chica desastre de los vestidos de verano

Sinopsis

La chica desastre de los vestidos de verano consta de poemas y prosas poéticas que conforman, como un mosaico, la imagen de un amor real, con sus luces y sus sombras, con todas las etapas por las que se desarrolla un romance actual, de personas que descubren el amor: seres impulsivos, con la emoción a flor de piel, destacando las virtudes y reconociendo los defectos, sin  ocultarlos ni maquillarlos. Textos que hablan de afecto, de desamor, de superación, de creer en las posibilidades de uno mismo, a través del enmarañado camino de las pasiones. E incluye textos nuevos que harán las delicias de sus incondicionales.

Me gusta porque llora como una niña pequeña y ama como una mujer, porque es la más cobarde a la hora de ver una película de terror y la más valiente cuando se trata de apretarme la mano en las dificultades, porque cuando ve una abeja reacciona como si la persiguiera un dinosaurio y cuando la vida la amenaza de verdad aguanta de pie sin la menor dubitación.

Nota de prensa

«Jota (JF Torres) comete el error de buscar la excelencia en cada letra que se le cae del
corazón.
Este libro es la maleta en la que caben todos los sentimientos genuinos que alguna vez
sentiste. Es ese rincón de recuerdos que te da calor a ratos o te congela la respiración
en otras, porque los libros siempre se parecen al padre de la criatura y Jota tiene dentro
un paraíso lleno de infiernos.»
Prólogo de Cristina García

Hola. Soy yo de nuevo, JF. El mismo chico que lanzó su primer libro a finales de 2016 del que publicó cincuenta ejemplares, dudando incluso de que se vendieran todos. El mismo que has conocido durante todo este tiempo. El mismo que hoy echa la vista atrás y aún no puede creer todos estos años, este maravilloso camino hasta este instante en que te vuelvo a hablar. Publicar La chica desastre de los vestidos de verano no fue una declaración de amor, fue un acto de justicia. Había que alzar la voz de las personas que siguen poniendo el corazón aunque se lleven la hostia, que continúan haciéndole caso a sus impulsos, que son emocionales, que anteponen lo que sienten a cualquier miedo como hacen los seres «normales». Había que hacer entender que el secreto de amar no está en espantar a los monstruos, sino en hacerse amigo de ellos. En escucharlos, en preocuparse por qué temen, en hacerlos sentirse queridos. Porque detrás de los colmillos, las garras y el aspecto feroz, solo hay un ser asustado que tiene miedo de que le hagan daño.

LA NIÑA QUE QUERÍA SER MAYOR
Y con solo mirarla a los ojos se ve
que no es más que una niña que quiso ser mayor
hasta que descubrió que ser mayor
era mucho peor que ser niña.
Y entonces ya era demasiado tarde
para retroceder.

MUÑECA ROTA
Decía que de pequeña tenía una muñeca
que siempre intentaba regalar a las personas que más
quería,
pero que nadie aceptaba porque estaba rota.
Yo creo que no era de pequeña.
Y que tampoco era una muñeca.

IMAGINO QUE AMISTAD
Te pido, por favor, que dejes la mente en blanco mientras
lees esto. Tal vez te venga algún rostro de manera
natural. No será alguien del pasado, ni del futuro, ni
un anhelo, ni un deseo. Ni siquiera va a ser alguien
que te haya hecho provocado alguna herida. De hecho,
será justamente lo contrario: quien te las cura.
Imagino que amistad es estar, o quedarse, sin saber
por qué.
Sin cuestionárselo, sin pensarlo en los malos momentos,
simplemente haciéndolo con una naturalidad
que emociona, como quien respira.
Imagino que amistad es ayudar sin pasar factura, no
echar la memoria atrás para saber quién ha hecho cuándo
y qué, no pensar ni por un solo segundo quién ha
dado más que el otro. Imagino que la amistad real,
como el amor, implica peleas, diferencias, piques, decirse
las cosas a la cara y tener ganas en ocasiones de
matar al otro.

*Contenido original proporcionado por la editorial Espasa

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