Llámame Teresa
de Anna R. Alós

Una poderosa novela basada en la vida real de una prostituta a la que la burguesía de Buenos Aires (donde huyó una temporada) y luego de la Barcelona de principios del siglo XX acudía.

1900-2008. Una serie de condiciones conducen a Treseta, una chica de la Lleida rural, a convertirse en novicia primero y en prostituta después, convirtiendo el placer en su nueva forma de vida. Su nombre cambiará a Teresita al llegar a Buenos Aires, para terminar llamándose Teresa de nuevo en España.

Paralelamente, transcurren las vidas de otras mujeres: Lolita, embarazada muy joven de un familiar; Dorotea, enamorada de un marido frío y distante; Verónica, sometida a una tortura que marca sus días. Todas ellas sobreviven a las circunstancias y enfocan sus vidas desde diferentes ángulos: el placer, el amor, el cinismo y la amistad.

Sus días suceden al vaivén de episodios históricos como el sindicalismo, la Gran Guerra, la guerra civil española que Teresa resiste en el valle de la Cerdanya, la Segunda Guerra Mundial, el fin de la dictadura franquista.

Alguien encuentra unas libretas desordenadas y Candela, periodista, descendiente indirecta de Teresa, recibe el encargo de escribir sus historias. Durante cinco años se dedica a ello y desbarata su propia vida.

Anna R. Alós es de Barcelona (España), y durante 22 años ha sido cronista social en diario El Mundo, donde también ha publicado una columna de opinión semanal titulada SEXO EN BARCELONA. Sus horas libres las ha dedicado al deporte. Primero al esquí y a la equitación, y actualmente al senderismo con su perra Paca. Prefiere vivir en el campo que en la ciudad, o en Ibiza si no son meses de vacaciones.

Sobre el libro

“Después de tantos años de vivir de su cuerpo, sabía muy bien cómo callar a un hombre, cómo hacerle feliz e, incluso de qué manera hacerle desgraciado”.

Esta absorbente novela basada en hechos veraces versa sobre una joven que ejerció la prostitución por deseo propio a comienzos del siglo XX y a la que nadie, ni hombres ni mujeres pudieron someter. La suya fue una opción que ejerció voluntariamente y sólo por placer.

La autora, la escritora barcelonesa Anna R. Alós, conoció a la protagonista, una mujer muy popular en la Barcelona de los años 40, cuando ésta era ya una anciana. El relato del resto de los hechos y acontecimientos que rodean su apasionante vida contiene mitad invención y mitad documentación, que la autora ha manejado sutilmente para poder dar forma a Llámame Teresa.

Entre líneas de la novela se pueden distinguir venganzas y gratitudes, situaciones reales para las que la autora ha utilizado personajes de ficción. Y sexo, con escenas explícitas porque el sexo lo es. También interviene la seducción, porque como indica Anna R. Alós, el sexo siempre es una lucha de voluntades, una pelea por causar y recibir placer.

“Diría que es como un Cien Años de Soledad, catalán y erótico. Un culebrón rural que sucede en el mundo, escrito con mucho saber, porque fluye, bulle” ElenaPita, escritora y periodista.

Una novela y una heroína

Escrita en dos voces distintas, Llámame Teresa comienza cuando Candela, joven periodista catalana afincada en Madrid, recibe la visita de su madre y de su tía, gemelas. Ambas acaban de encontrar en la casa familiar de la playa una serie de libretas de lo que parecen el testimonio de alguien, que comienza a principios de 1900 y termina en los años 80. Estamos en 2003 y Candela tiene mucho trabajo como para interesarse por este hallazgo y por la medalla de San Cristóbal que acompaña a las libretas. Sin embargo, la tenacidad de su madre y de su tía y su propia curiosidad la llevan a desgranar esos cuadernos, sin imaginar que allí está el nudo y desenlace de su propia existencia.

La lectura que inicia Candela nos sitúa en el seno de una humilde familia, los Trabal y sus once hijos, y un lugar, su casa de Butsènit (Lleida), en 1910. Dorotea (Tea), la más espabilada de los descendientes, se casa con Ramón Solá, tío de Treseta. Ésta, una adolescente hermosísima y jovial cuya piel huele a caramelo de café con leche, irá a vivir con sus tíos a Barcelona hasta que algo espantoso sucederá y ella abandonará la capital para ingresar en un convento como novicia. Poco antes, había descubierto el verdadero amor, cuyo recuerdo teñirá todas sus andanzas hasta el final de sus días.

Del convento, Treseta huirá a Buenos Aires, y allí, transformada ya en una espectacular belleza, terminará formando parte de la Casa de los Caballeros (así lo bautiza ella misma), el prostíbulo más conocido y refinado de la ciudad. Teresita, que es como empiezan a llamarla allí, será el reclamo al que todos los hombres de la sociedad burguesa bonaerense aspirarán. Ella convertirá su trabajo en una forma de placer, que enseñará a otros con sus artes singulares y personalísimas. De cortesana de lujo pasará a regentar el establecimiento, una dama respetada por su autoridad, sus maneras cordiales y su físico resplandeciente.

El regreso de Teresita a España por un motivo inesperado marcará su evolución como persona, y exigirá ser llamada a partir de entonces Teresa, y habrá un reencuentro con todos los personajes secundarios hasta componer uno central: la familia, donde convergen y de donde salen los secretos que iluminan la narración. Esos personajes irán hallando su sitio en el mundo y en la sociedad y, lo que es más importante, irán encajando, sin sospecharlo, en la vida de la heroína de esta narración. Ella será el hilo conductor de una trama fraguada con dolor y rencor, pero también con alegría, honestidad, resistencia y fe.

El marco histórico

La construcción narrativa de Llámame Teresa es realmente un gran ejercicio de arquitectura lectora, porque sus capítulos y epílogo, que van saltando de año y retrocediendo en el tiempo según es necesario para recordar momentos y lugares, aceleran la curiosidad y la adicción del lector.

Otra de sus riquezas es la minuciosidad con que asalta el amplio período histórico en el que se desarrolla el argumento. De principios del siglo XX hasta los 80, en que fallece la última de las mujeres protagonistas. Con un vertiginoso paso al XXI, cuando la narradora retoma el cabo de la cuerda para rematar su propia catarsis.

El nacimiento del sindicalismo y el auge del catalanismo, la primera Guerra Mundial, la Guerra Civil española, el segundo gran conflicto bélico en Europa y la dictadura franquista discurren paralelos a las vivencias de la protagonista. De la Catalunya rural, su forzada marcha, primero a Galicia y luego a Argentina, para retornar a sus orígenes en una Barcelona burguesa, y luego al Pirineo asediada por el conflicto bélico que derrocó la República, los ojos de Teresa Solá verán y contarán episodios fundamentales en su devenir personal.

Anna R. Alós sitúa para ello la acción en lugares que mejor conoce, por seguridad y porque moverse por geografías conocidas ayuda a que el relato fluya. De modo que hay dos marcos predominantes en la escena:

Catalunya

De Lérida, donde la pobreza y el hambre se turnaban, a la Barcelona próspera de los grandes empresarios, las fortunas crecientes y la escala social a base de fiestas y negocios en las rutilantes mansiones. Incluso la guerra civil respetará ciertas economías boyantes, como la del marido de Teresa y la próspera pastelería de Lolita Cernas.

Canet de Mar, Pugcerdá y Roses tiene una notable importancia en el mapa de los afectos de Teresa Solá. En el primero de los lugares encontrará al hombre que se ocupará de ella con un amor infinito: en el segundo se verá con la posibilidad de vengarse de su pasado y la ilusión de seguir viva. Y en Roses hallará la calma final, el descanso de toda una vida de huidas y reafirmación.

 

Argentina

El desembarco en el Puerto Nuevo de Buenos Aires, al amparo del Río de la Plata es un cuadro de colores y posibilidades que tanto la escritura de Alós como la mente de Teresa ven como la salvación a una reinvención necesaria. Allí hallará casas de colores, barrios ruidosos y peligrosos, pero también calles llenas de música, gente y bullicio, y una casa donde entran muchos hombres que salen más felices. La Casa de los Caballeros, la denominará Teresa, sin saber que ella será alma y parte de ese santuario del placer. A Argentina no llegan los ecos de la guerra, sí personas que cruzan los océanos para ponerse a salvo de la ruina y de los secretos, como Conrado Recoder y Eladio Cernas, capitales ambos para las decisiones que tomará Teresa Solá en su vida.

Enlaces de compra

eBook

Papel

Descubre las últimas Novedades Editoriales haciendo clic en la imagen

Artículo anteriorMientras alguien nos recuerda
Artículo siguienteLa música del mal