El nuevo fenómeno editorial con el que la autora de El Ruiseñor y El baile de las luciérnagas, ahora una exitosa serie de Netflix, ha vuelto a copar todas las listas de ventas en Estados Unidos.

Una épica y conmovedora historia sobre el vínculo entre madres e hijos y la fuerza de las mujeres ambientada en la Gran Depresión, un periodo que encierra grandes lecciones de esperanza para el presente.

«Sobrecogedoramente profética.» The New York Times

Los cuatro vientosTexas, 1921. La Gran Guerra ha terminado y Estados Unidos parece entrar en una nueva era de optimismo y abundancia. Pero, en una época en la que el matrimonio parece la única opción de una mujer, para Elsa Wolcott el futuro es incierto. Demasiado delgada. Demasiado alta. Demasiado enfermiza. Demasiado mayor para casarse. Tiene solo 28 años, pero todos esos «impedimentos» a la hora de encontrar marido le pesan como si fueran una losa. Durante años, ha vivido en soledad forzosa, leyendo novelas de aventuras e imaginan­do otras existencias. Hasta la noche en que conoce a Rafe Martinelli y decide cambiar la dirección de su vida. Con su reputación arruinada, solo le queda una opción respe­table: casarse con un hombre al que apenas conoce.

En 1934, el mundo ha cambiado. Millones de personas se han quedado sin trabajo y los granjeros luchan por conservar sus tierras. Las cosechas se pierden por la sequía, las fuentes de agua se secan y el polvo amenaza con enterrarlo todo. Cada día en la granja de los Martinelli es una desesperada batalla por la supervivencia. Y, como tantos otros, Elsa se ve obligada a tomar una agónica decisión: luchar por la tierra que ama o marchar al Oeste, a California, en busca de una vida mejor para su familia.

#LosCuatroVientos
Hannah se une a la tradición de escritores norteamericanos que retrataron aquel de­sastre ecológico, y sobre todo humano, que afectó a aproximadamente 400.000 kilóme­tros cuadrados de las Grandes Llanuras; una catástrofe que puso de manifiesto la peor cara del capitalismo más feroz, que se cebó en los desheredados de la tierra con la explo­tación de los jornaleros y el rechazo a los mi­grantes, pero que también sirvió para revelar la necesidad de unir fuerzas y luchar.

La extraordinaria novela de Kristin Hannah nos ofrece esperanza para el presente y nos muestra que ya hubo épocas difíciles que se superaron gracias a un esfuerzo común. La novela es un recordatorio de la fuerza y la re­sistencia del espíritu humano, y de cómo ante las mayores adversidades el idealismo y la valentía nos salvan.

EL CORAJE DE UNA MADRE

Las mujeres de Hannah son siempre personajes complejos, llenos de aristas y en continua lucha.

Mujeres reales que quedan muy lejos de los estereotipos. Y así sucede también con la Elsa Wolcott de Los cuatro vientos, una mujer asombrosa que parece revivir a lo largo de una durísima travesía para sacar adelante a sus hijos. Desde esa primera Elsa callada, necesitada de amor, que se nos antoja soñadora, inteligente y frágil, a la Elsa fuerte y valiente capaz de plantar cara a quienes roban sus derechos a los trabajadores. Elsa es una discreta guerrera que nos regala una lección de coraje, amor y dignidad. Su mundo está hecho de sacrificios y trabajo duro pero siempre guarda esperanza en su corazón porque ese es el único legado que puede dejar a sus hijos: la promesa de un futuro mejor.

«Jack dice que soy una guerrera y, aunque no lo creo, sí sé una cosa: una guerrera cree en un final que aún no vislumbra y pelea por él. Una guerrera nunca se rinde. Una guerrera lucha en nombre de los que son más débiles que ella. Me parece que es algo muy parecido a ser madre.»

Junto a ella, otra gran mujer, su hija Loreda, la niña que tantas veces la hará sufrir con su injusta incomprensión. La adolescente rebelde, consumida por la rabia y la frustración, que no entiende la lucha de su madre hasta que un día comienza a comprender.Será en la larga travesía hacia un lugar mejor cuando, obligada a pasar más tiempo junto a su madre, Loreda descubra quién es Elsa Wolcott, qué siente, cómo ama y qué deseaba cuando tenía su edad. El proceso de madurez de la joven va ligado a la transformación de su madre.

No es la primera vez que Kristin Hannah crea un personaje tan redondo, una mujer que por sus cualidades atrapa toda nuestra atención y nos convierte en testigos de su viaje físico y emocional. Solo tenemos que recordar a Vianne e Isabella Mauriac, de El Ruiseñor, con su extraordinaria capacidad para sobrevivir y amar en un paisaje tan crudo como el de la Segunda Guerra Mundial. O a Cora y a Leni, dos mujeres poderosas que afrontan el desafío de habitar una tierra hostil en Volverás a Alaska. O a las entrañables Kate y Tully, un maravilloso ejemplo de amistad a lo largo de los años en El baile las luciérnagas, la novela que, convertida en serie, triunfa hoy en Netflix.

 

EL PASADO COMO ESPEJO DEL PRESENTE

Con la Gran Depresión y el Dust Bowl como telón de fondo, Kristin Hannah dibuja un paisaje humano que tiene sus ecos en el presente. El fenómeno del Dust Bowl, literalmente «Cuenco de Polvo», que afectó a Estados Unidos en los años treinta, fue uno de los peores desastres ecológicos del siglo XX. La terrible crisis económica unida a una sequía sin precedentes y a las tormentas de polvo generadas por este fenómeno obligaron a millones de americanos a dejar atrás sus granjas y a viajar al Oeste en busca de la tierra prometida «de leche y miel».

Pero, como tantos otros, lo que Elsa y su familia encuentran allí son campamentos poblados de personas que han tenido que dejar sus tierras, secas y sembradas de deudas, y el rechazo a los forasteros que llegan para asumir aquellos trabajos que nadie quiere, una realidad tan familiar hoy como ayer.«Elsa no podía creer que hubiera gente viviendo así en California. En América. Aquellas personas no eran maleantes, ni vagabundos ni pordioseros. En aquellas tiendas y chozas, en aquellos coches desvencijados vivían familias. Niños. Mujeres. Criaturas de pecho.

Personas que habían ido allí en busca de una nueva vida, en busca de trabajo».Hannah se une a la tradición de escritores norteamericanos que retrataron aquel desastre ecológico, y sobre todo humano, que afectó a aproximadamente 400.000 kilómetros cuadrados de las Grandes Llanuras; una catástrofe que puso de manifiesto la peor cara del capitalismo más feroz, que se cebó en los desheredados de la tierra con la explotación de los jornaleros y el rechazo a los migrantes, pero que también sirvió para revelar la necesidad de unir fuerzas y luchar.

La extraordinaria novela de Kristin Hannah nos ofrece esperanza para el presente y nos muestra que ya hubo épocas difíciles que se superaron gracias a un esfuerzo común. La novela es un recordatorio de la fuerza y la resistencia del espíritu humano, y de cómo ante las mayores adversidades el idealismo y la valentía nos salvan.

 

Kristin Hannah es autora de más de veinte novelas de gran éxito por las que ha recibido numerosos premios y de las que se han vendido más de veinte millones de ejemplares en todo el mundo. Los best sellers El Ruiseñor y Volverás a Alaska fueron elegidos como Mejor Novela Histórica por Goodreads en 2015 y 2018. El Ruiseñor, que está siendo adaptado al cine, ganó el codiciado People’s Choice Award a la mejor novela. El baile de las luciérnagas se ha convertido en una exitosa serie de Netflix. Kristin estudió Derecho antes de convertirse en escritora profesional y es madre de un hijo. Vive con su marido en la región del Pacífico Noroeste de Estados Unidos, cerca de Seattle.

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