Los tres nombres de Ludka
de Gisela Pou

En 1946, Ludka Nowak, una niña de nueve años, llega a Barcelona acompañada de un centenar de niños huérfanos polacos. Muchos de ellos secuestrados por los nazis alemanes y sometidos a un intenso proceso de germanización durante la Segunda Guerra Mundial. La Cruz Roja Internacional y el Consulado Polaco hacen posible que los niños sean acogidos en la ciudad, donde se funda la primera escuela polaca. Mientras las autoridades buscan a sus familias, los niños recuperan la lengua y la cultura que les ha sido robada.

Gracias a la amistad con Emma, una niña de su edad, Ludka, sometida al desarraigo más absoluto, conseguirá recordar episodios de su pasado y recuperará su verdadero nombre.

Los tres nombres de Ludka es una historia narrada a tres voces: la de Ludka, la de Emma y la de Isabel, que se entrelazan para adentrarnos en una epopeya de supervivientes obligados a vivir en una época de tiranía y opresión. A pesar de ello, logran encontrar su lugar en el mundo y aprenden a vivir y a luchar por aquello que desean.

Sin origen, sin infancia, como un árbol con las raíces al viento.

Gisela Pou i Valls (Castellar del Vallès, 1959) es licenciada en Ciencias Biológicas, máster en Guion Televisivo y directora del II Laboratorio de Guion de Fundación SGAE. Ha sido guionista de televisión durante veintiocho años. Actualmente, se dedica a la literatura de forma exclusiva. Ha escrito las novelas Soroll de fons, Sense la Mare, El silencio de las viñas, La voz invisible, Tot menys la pluja y también novelas infantiles y juveniles, entre las cuales destacan La joven de la medianoche (Premio Crítica y finalista del Premio Mandarache) y Palmira y el efecto crisálida (Premio Atrapallibres).

Sobre el libro

Los tres nombres de Ludka novela un episodio poco conocido de la barbarie nazi, los huérfanos robados durante la segunda guerra mundial a familias polacas y adoctrinados y adoptados por familias alemanas para nutrir el proyecto Lebensborn liderado por el líder de las SS Heinrich Himmler, quien pretendía expandir la raza aria.

En este caso, conoceremos algunos de estos 200 niños de origen polaco que llegaron a Barcelona en 1946, una vez acabada la segunda guerra mundial, de la mano de la Cruz Roja Internacional, procedentes del campo de refugiados de Salzburgo (Austria) para ser reubicados y devueltos a sus familias de origen.

La novela profundiza en el concepto de identidad, ya que estos niños, despojados de su nombre, su memoria y su lengua, fueron germanizados y luego, tras el término de la contienda, desgajados de estos nuevos hogares y enviados a Barcelona con el enigma de su origen, resignados a no saber nunca nada más de sus familias.

A los ojos del lector contemporáneo, la novela cobra una dimensión dramática por todo lo que sucede en la guerra de Rusia contra Ucrania.

La autora ha podido contactar con algunos de los personajes reales o descendientes de ellos.

*Contenido original proporcionado por la editorial 

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