Reseña del libro «Memoria de chica» de Annie Ernaux.
Por Ander Terrones Arellano.

Memoria de chica (2016)

Annie Ernaux nació en Normandía en 1940. La autora francesa se ha convertido en la nueva premio Nobel de Literatura, según la Academia Sueca “por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las trabas colectivas de la memoria personal”. La mayor parte de su obra es autobiográfica y es capaz de tratar todos los acontecimientos que narra con una mirada muy personal y original. En Memoria de chica (2016), la escritora se centra en lo que le pasó entre 1958 y 1960.

El libro cuenta principalmente su estancia en un campamento en el verano de 1958, donde, por primera vez lejos de la mirada escrutadora de su madre, mantiene sus primeras relaciones con chicos. Annie Ernaux se abre ante el lector de una manera asombrosa, valiéndose del tiempo transcurrido para hablar de sus experiencias con diferentes personas a las que nombra con letras, expresando en todo momento qué es lo que siente la autora en ese momento y qué recuerda sentir mientras transcurrían los hechos narrados.

Mezcla de manera magistral la primera y la tercera persona durante el relato, como si Ernaux no supiera si la joven de 18 años del libro fuera la misma que lo está escribiendo. Marca muy bien la diferencia entre las diferentes versiones de sí misma. Es casi un diario para expresar sus sentimientos ante la Annie joven y cómo le hace sentirse recordar todo eso. Nos hace partícipes de sus búsquedas por Internet de las personas que conforman el relato habiendo pasado más de 50 años. El libro es una batalla constante entre Annie Ernaux escritora y Annie Duchesne, su apellido de soltera, la joven e ingenua que toma decisiones equivocadas. Es una lucha que Duchesne no puede ganar, ya que Ernaux actúa y escribe desde la experiencia de sus años y desde el conocimiento de lo que pasará después.

Memoria de chica es un relato intimista de una conocida autora que no tiene reparos en abrirse y contar sus primeras experiencias sexuales algo traumáticas y todo lo que ocurrió a su alrededor y en su cabeza como consecuencia de ello. Cuenta sin tapujos sus problemas con la regla o con su peso para darnos una figura completa de la Annie Ernaux joven, que no difiere en casi nada de los relatos que otras mujeres pueden contar. La escritora aborda también su formación intelectual y política de esa época, dejando claro también cómo eso le influyó en ver el mundo de una forma distinta. Aunque el eje vertebrador de todo es su relación con H, su primera relación sexual. Ella entiende que debe satisfacerlo y se convierte en lo que más quiere en el mundo, haciendo que las decisiones que tome en los siguientes dos años tengan que ver absolutamente con las noches pasadas con él.

La ganadora del Nobel de 2022 cimienta su relato en un ejercicio de memoria visible durante toda la obra, tratando de investigar y desenmarañar sus propios recuerdos. Ante todo, este libro es un trabajo de recopilación de imágenes e hilos narrativos de su propia vida, convirtiendo una historia común a otras mujeres en algo novelístico y que se siente de gran trascendencia. Annie Ernaux consigue en Memoria de chica representar su juventud a finales de los años 50 y, al hacerlo, logra crear un cuadro completo de los problemas que miles de mujeres en todo el mundo han sufrido. Se alza como la voz de una generación de mujeres tan solo al atreverse a relatar su pasado sin recelos ni elipsis que le hagan quedar como un ser superior. Ernaux se muestra como una chica de 18 años normal con sus problemas habituales, pero gracias a transmitirlo de una manera tan correcta se convierte en una voz indispensable de la literatura moderna.

Por Ander Terrones Arellano
@anderterrones

Título: Memoria de chica
Autor: Annie Ernaux
Editorial: Cabaret Voltaire
Publicado: 14 septiembre 2016
Páginas: 208
ISBN: 978-8494443459
Artículo anteriorHistorias de mujeres casadas
Artículo siguienteManual para mujeres de la limpieza
Ander Terrones Arellano
Leo desde que tengo uso de razón y escribo desde adolescente. Aprendiendo algo nuevo todos los días.