Nosotros
de Manuel Vilas

Premio Nadal de Novela 2023

Irene cree haber vivido el matrimonio más perfecto del mundo. Años de absoluta entrega y pasión entre dos seres humanos, así evoca ella su amor con Marcelo, su difunto marido.

Tenían una conexión que maravillaba y extrañaba a su círculo más cercano: era una pareja que vivía el uno para el otro, como si cada día fuera el primero. Esta relación, la mayor de las historias de amor, los mantuvo aislados de su entorno, en los márgenes de la realidad común.

Con la pérdida de Marcelo, el mundo de Irene se rompe, pero ella descubre una insólita forma de seguir viviendo junto a él para salir adelante. Esa manera de recordar e invocar a quien fue el amor de su vida construye esta fantasía literaria.

Nosotros es una novela que explora los límites del sentimiento amoroso y a su vez un viaje a las profundidades del alma de una mujer atrapada en una utopía íntima, imaginativa y mortal. Sin embargo, poco a poco iremos descubriendo que la soledad impone su ley y su desgarro.

Manuel Vilas (Barbastro, 1962) es autor de seis poemarios y su obra lírica se ha compilado en Amor (2010), en Poesía completa (2016) y en Una sola vida (2022). Su obra narrativa la inicia España, a la que le siguen Aire nuestro, Los inmortales, El luminoso regalo y los libros de relatos Zeta y Setecientos millones de rinocerontes. Es autor del libro de viajes América, de Listen to me y de Lou Reed era español. Su novela Ordesa (2018) fue traducida a más de veinte lenguas y elegida libro del año por Babelia y obtuvo el Premio Femina, concedido en Francia a la mejor novela extranjera. Alegría (2019), traducida a varias lenguas, fue novela finalista del Premio Planeta. En 2021 publica Los besos. Nosotros es su novela más reciente y ha sido galardonada con el Premio Nadal de Novela 2023. Colabora en El País y otros medios.

Sobre el libro

Esta es la historia de una mujer apasionada y rebelde con causa, cuyo desbordado amor quizá sea capaz de burlar a la muerte, al tiempo y al olvido.

Una magnífica y sorprendente historia de amor que se lee como una suerte de thriller existencial.

NOTA DEL AUTOR
«Existe el alma y los misterios del alma y existe el amor y los misterios del amor, y de eso va mi novela Nosotros. Y existe una mujer llamada Irene, que es la protagonista absoluta de esta historia.
La novela explora su vida íntima, su vida mental, sus fantasías más oscuras y a la vez más luminosas. Es un descenso al alma de Irene. Y esta novela es  también una llamarada de luz en medio de la soledad atávica en que viven los seres humanos. He descubierto una cosa tras escribir Nosotros: el amor sin placer, sin verdadero y convulso y narcisista placer, no es amor sino aburrimiento.» MANUEL VILAS

«Eso le solía decir Marce, que el mundo estaba lleno de imperfecciones, pero que a los enamorados esas imperfecciones no los alcanzaban. Ahora ella estaba sola, y esa imperfección la asustaba. Porque al lado de Marce nada conseguía desanimarla.

Porque Marce apartaba la maldad de las cosas, quitaba la maldad de en medio para que ella pudiera sentirse protegida, a gusto con la vida.

El amor vuelve invisibles la fealdad y la maldad del mundo.»

Irene y Marcelo habitaron un país sin tiempo llamado Nosotros que los protegió de la fealdad y la hostilidad del mundo. Más de veinte años de matrimonio en el que hicieron el amor cada día con la misma pasión y entrega que la primera vez. Una pasión sin fisuras en el que cada día era nuevo, único e irrepetible. Un mundo de cuidados mutuos y profundas complicidades que los mantenía en los márgenes de todo conflicto exterior. Y la extraordinaria conexión que unía a la pareja incluso fue un obstáculo para su vida social por la envidia no del todo sana y la incomodidad que generaban en su entorno más cercano.

Pero cuando la implacable enfermedad se lleva a Marcelo por delante, Irene descubre que sin ese ser que iluminaba sus días nada tiene sentido. Ni siquiera todo el dinero que le ha dejado su marido, el que había ganado con una lucrativa tienda de muebles de calidad, porque los muebles son la materialización del amor con los que toda pareja viste su hogar. Y a sus cincuenta años, la atractiva e inquieta viuda se rebela contra ese destino absurdo y sin sentido.

El célebre soneto de Francisco de Quevedo «Amor constante, más allá de la muerte» que le recitaba su madre y que declamaron al unísono con su Marce en la primera cita funciona como una suerte de enigmático sortilegio. Irene no admite su perdida y con la fuerza indestructible de su amor se propone desafiar a la muerte, al tiempo y al olvido.

Se monta en un tren rumbo a Málaga al encuentro del Mediterráneo, ese mar eterno e inabarcable cuya contemplación la sosiega porque en él encuentra la equivalencia de su pasión, y desde allí emprenderá, a lomos de un lujoso BMW de alquiler, una lasciva road movie en la que se lanza en busca de lo imposible o quizá de lo sublime que ha llegado a conocer y experimentar. Se trata de evocar a su amado Marcelo, de recuperarlo de cuerpo presente encarando en la piel de cada nuevo amante, ya sea hombre o mujer, a través de un obsesivo ritual amoroso con el que llega incluso a contemplar su rostro en los breves segundos del orgasmo.

«Todos le decían que la amaban, pero ella sabía que esas palabras no las decía ese reguero de amantes, sino Marce, que tomaba sus cuerpos, y hablaba por sus bocas, y era el poder de Marce el que convertía aventuras de una noche en declaraciones de profundo enamoramiento.»

Y en la utópica construcción de ese Nosotros, atravesada por la ausencia en este caso, una imposible variante de la gran épica a la que todo gran amor se enfrenta, Irene se pierde sin remedio en las profundidades de su alma, a medida que se suceden los enclaves de la costa mediterránea: Cambrils, Aiguablava, Séte, Niza, Cerdeña… Porque poco a poco iremos descubriendo, en ese portentoso ejercicio de recuerdo e invocación del amor de su vida, a fin de revivir a su amado Marcelo apenas un instante efímero del presente, que las fronteras entre realidad y fantasía comienzan a desdibujarse. Y, sobre todo, que la inexorable soledad le impone a Irene su «ley severa», como decía el poeta, y su desgarro.

De eso trata Nosotros, la magistral nueva novela de Manuel Vilas (Barbastro, 1962), ganadora del prestigioso Premio Nadal 2023. Una obra de exquisita factura, tan conmovedora como contundente, que toma su título del famoso bolero del compositor cubano Pedro Junco interpretado por Los Panchos. En buena medida melodramática, como el inmortal género musical al que rinde tributo, Nosotros es una novela que no sólo habla de la enorme dificultad de construir día a día ese plural a la que se aboca indefectiblemente toda pasión, sino que también plantea una exploración de los límites del sentimiento amoroso atravesado por lo ineluctable. Pero se trata a la vez de una exploración cargada de sorpresas, con un inesperado giro final, que permite, como reconocía el mismo autor en el discurso de recepción del Premio Nadal, también leer esta novela como una suerte de thriller existencial.

En ese sentido, la obra también propone con sutil eficacia una reivindicación del gran poder de la ficción como un puntal imprescindible de la realidad, como aquello que nos ayuda a vivir. Un honesto reconocimiento de la fantasía con la que los seres humanos nos asomamos a los abismos de la existencia y a los acantilados de la intimidad. La misma fantasía que nos resguarda aunque solo sea momentáneamente de la soledad. En definitiva, quizá la gran apuesta de Manuel Vilas no sea más que una defensa apasionada de las novelas de amor, porque son las novelas de amor las que nos permiten, al leerlas, poner en práctica y protagonizar nosotros mismos las grandes historias de amor.

La poesía y el arte

Plagada de símbolos omnipresentes como el poderoso Mediterráneo o el ineluctable paso del tiempo a través de lujosos relojes pulsera Cartier o Patek Philppe que puntúan las peripecias de la protagonista, la novela también propone una encarnizada defensa del arte y la poesía no sólo como los más genuinos instrumentos del amor y la pasión, sino también cómo las únicas armas que disponemos los humanos para combatir la mezquindad, la fealdad y la crueldad del mundo.

No en vano Irene, aunque carezca en buena medida de un verdadero talento, ocupa los años de su relación amorosa componiendo poemas de amor y pintando escenas cotidianas de la vida en pareja, como una manera de vivir su amor dos veces o de experimentar un amor en segundo grado, quizá una suerte de amor al amor.

Por su parte, Marcelo tampoco es ajeno a la pulsión estética ya que la lleva en la sangre. Su padre fue un gran amigo de Federico Fellini y un gran artista de los decorados cinematográficos que trabajó codo a codo con el cineasta en los célebres estudios de Cinecittà. Esa misma sensibilidad y pasión estética es la que dedicará Marcelo a los muebles de calidad, como la materialización del amor de toda pareja.

Pero sobre todo, la poesía es la gran protagonista de esta novela de amor. No sólo porque Manuel Vilas sea también un gran poeta y la lírica impregna hasta lo más profundo de su prosa; sino porque además la obra también se plantea en su estructura como una suerte de glosa o desarrollo y comentario en extenso del conocido soneto de Quevedo «Amor constante, más allá de la muerte». Y ello sin contar con los versos de grandes poetas como Antonio Machado, Juan Ramón Jimenez, Jaime Salinas, Jorge Manrique, Paul Valéry y un largo etcétera que puntean de un modo magistral los giros de la trama.

*Contenido original proporcionado por la editorial 

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