Por primera vez en español, las Memorias de la escritora Anna Grigórievna Dostoiévskaia, traducidas del ruso por Alejandro Ariel González.
Estas Memorias, que publicamos completas por primera vez en español, son el resultado de un manuscrito que quedó inconcluso a la muerte de Anna Grigórievna, segunda mujer de Dostoievski, en 1918. Tenía 72 años, y murió en completa soledad, separada de sus amigos y familiares, tras un exilio desde Petrogrado, en plena revolución, hasta el Cáucaso (donde tenía una dacha) y Yalta durante la ocupación alemana de Crimea. El manuscrito se conservó en el Museo de Historia de Moscú hasta 1929, y de allí se trasladó al Archivo Dostoievski, en el Museo Estatal Lenin. En 1922 se publican en prensa algunos fragmentos. En 1925 aparece la primera edición íntegra en ruso; la segunda, en 1971, y sucesivas hasta nuestros días.
Este valioso libro revela la intimidad de los últimos quince años de la vida de Dostoievski desde la perspectiva de una mujer inteligente que guió los últimos años del escritor, que fue capaz de gestionar su legado y llevar a cabo la publicación de sus obras. Son reveladores los pasajes en que se nos narra la historia de primera mano y sin florituras que se esconde tras la creación de las obras maestras de Dostoievski, los momentos históricos de una época en plena ebullición en Europa, y más valiosos aún, si cabe (por los pocos documentos que se han conservado), aquellos pasajes donde se alumbra la intimidad y el día a día de un escritor universal.
Anna Grigórievna Dostoiévskaia (de soltera, Snítkina), autora de memorias, estenógrafa, ayudante y, desde 1867, segunda esposa de F. M. Dostoievski; madre de sus hijos Sofia, Liubov, Fiódor y Alekséi; editora de las obras completas de su marido. Famosa por ser una de las primeras filatelistas de Rusia. Nació en San Petersburgo en 1846, en la familia del pequeño funcionario Grigori Ivánovich Snitkin. Desde niña leyó las obras de Dostoievski. Tomó cursos de estenografía. Desde el 4 de octubre de 1866, en calidad de estenógrafa y copista, participó en la preparación de la novela El jugador. El 15 de febrero de 1867 se convirtió en la esposa de Dostoievski y, dos meses después, viajaron juntos al extranjero, donde permanecieron más de cuatro años (hasta julio de 1871). A su regreso a Petersburgo, Anna Grigórievna asumió todas las cuestiones prácticas vinculadas con la actividad de su marido (monetarias y editoriales) y poco a poco lo fue librando de sus deudas. Comenzó para él el período de mayor estabilidad emocional y económica. Anna Grigórievna trataba directamente con los editores y las imprentas. Tras la muerte de Dostoievski, se ocupó de reunir todo su legado: manuscritos, cartas, documentos, fotografías. En 1906 organizó una habitación dedicada al escritor en el Museo de Historia de Moscú. En 1929, su colección pasó a la Casa Museo de Dostoievski en Moscú. Sus libros Diario de A. G. Dostoiévskaia, de 1867 (publicado en 1923) y Memorias (publicado en 1925) constituyen una fuente importante para reconstruir la biografía del autor. Anna Grigórievna falleció en Yalta en 1918. Cincuenta años después, en 1968, sus restos fueron trasladados al monasterio Aleksandr Nevski y enterrados junto a la tumba de su esposo.
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