Número dos

Reseña del libro «Número dos» de David Foenkinos.
Por Ander Terrones Arellano.

La saga ‘Harry Potter’ marcó a varias generaciones, entre ellas la mía. Si algo hay que reconocerle a J.K. Rowling es haber logrado enganchar a millones de infantes a la lectura. Se ha dicho todo lo malo y lo bueno que hay en esta obra, analizada hasta el extremo. Por tanto, ¿qué historia se puede contar que sea nueva sobre esta serie de películas y libros?

La respuesta la tiene el autor David Foenkinos. En su libro ‘Número dos’ este escritor nos traslada la otra cara del gran éxito: la del fracaso más absoluto. En este caso, la del chaval que quedó segundo en la audición para el personaje protagonista. Con una empatía absoluta, Foenkinos se mete en la cabeza del chico, aprovechando la libertad creativa de la que se ha dotado para cambiar la historia a su antojo. El lector es incapaz de diferenciar lo real de lo imaginado por el autor francés, y esa es en gran parte la magia, nunca mejor dicho, de esta obra.

‘Número dos’ es, ante todo, un homenaje a todos los niños y niñas que disfrutamos con los libros y las películas de ‘Harry Potter’. David Foenkinos nos presenta el lado contrario, el de un niño que no sólo no disfruta de la saga, sino que la sufre. Utilizando como personajes a J.K. Rowling o a Daniel Radcliffe, el que finalmente fue el elegido para dar vida al mago más famoso del mundo, lo que se consigue es poner en el foco el fenómeno Potter precisamente desde una persona que lo rehuye con todas sus fuerzas.

Martín Hill, el nombre ficticio que le ha dado Foenkinos al niño que quedó segundo en esa audición, es el protagonista de esta novela en una especie de redención que le otorga el autor. Desde que le rechazan los encargados de llevar al cine la magia escrita por Rowling su vida cae en picado. Tiene miedo a relacionarse, a encontrarse con cualquier atisbo de Harry Potter por la calle. Es difícil cuantificar el dolor que puede darnos algo que no podemos evitar ver en todas partes y que a todos hace feliz. Por eso es tan interesante el ejercicio que lleva a cabo David Foenkinos; porque hasta en la mayor felicidad mundial alguien sufre. Para más inri, su vida familiar es cuánto menos turbulenta. El final es bellísimo, con una reflexión vital muy lograda gracias al desarrollo que ha tenido la historia desde la primera hoja.

Más allá de la historia, el mensaje que se da es sobre el fracaso y los fracasados. Sobre las personas de las que no se escribe. En eso también acierta Foenkinos pues, al fin y al cabo, la mayoría de seres humanos siente el fracaso en algún momento de sus vidas, pero rara vez puede ver o leer sobre ello. Estamos acostumbrados a historias de personas que salen adelante pese a las adversidades, de héroes y de superhéroes. Pero la mayoría de las personas no son nada de eso, simplemente sobreviven como pueden, lidiando con sus demonios internos. Esta novela es para todos ellos, al igual que para los jóvenes que crecimos con el niño de la cicatriz en la frente.

En definitiva, David Foenkinos ha cogido la historia del niño que nadie recuerda y que, por cuestiones del destino, no llegó a ser de las personas más famosas del planeta, y da toda una lección de empatía, de conocimiento del alma humana. ‘El niño que sobrevivió’ es conocido por todos, tanto el personaje ficticio como el actor, Daniel Radcliffe. Foenkinos ha dado dignidad y memoria al gafe, al que permanece en la sombra y tiene que recomponer su vida; al personaje más real que se puede llevar a la vida en una historia.

Por Ander Terrones Arellano
@anderterrones