Tenemos que hacer algo

Reseña del libro «Tenemos que hacer algo» de Max Booth III.

«Tenemos que hacer algo» de Max Booth III es una novela corta de horror que sorprende por su impacto emocional y por la habilidad del autor para mantener la tensión desde el principio hasta el final. Publicada en 2021, la novela sigue a una familia que se encuentra atrapada en su casa durante un tornado, pero pronto se dan cuenta de que algo mucho más aterrador está sucediendo afuera.

¿Qué harías si te quedaras atrapado en el baño con tu familia durante una tormenta apocalíptica? ¿Cómo reaccionarías si el mundo exterior se volviera una amenaza desconocida y tuvieras que enfrentarte a tus propios demonios internos? Estas son algunas de las preguntas que plantea la novela Tenemos que hacer algo, de Max Booth III, publicada por la editorial La Biblioteca de Carfax.

Tenemos que hacer algo es una obra de terror psicológico que nos sumerge en la mente de Melissa, una adolescente rebelde que no soporta a su padre alcohólico ni a su madre sumisa. Una noche, reciben varias alertas de tornado en sus teléfonos y deciden refugiarse en el único lugar seguro de la casa: el cuarto de baño. Allí se encierran con su hermano pequeño y su perro, esperando que la tormenta pase pronto. Pero lo que empieza como una medida de precaución se convierte en una pesadilla sin fin.

A medida que pasan las horas y los días, la situación se vuelve cada vez más insostenible. El espacio es reducido, los recursos escasos, la tensión creciente y los secretos inconfesables. Melissa empieza a dudar de la realidad y a sentirse culpable por haber realizado un ritual satánico con su novia, que quizás haya desencadenado el fin del mundo. Su padre se vuelve más violento y paranoico, su madre más resignada y depresiva, su hermano más asustado e inocente. El perro es el único que parece mantener la cordura.

La novela es un ejercicio de estilo magistral, que logra crear una atmósfera opresiva y angustiosa con muy pocos elementos. El autor utiliza un lenguaje directo y crudo, sin adornos ni florituras, que refleja el estado mental de los personajes. El ritmo es trepidante y no da tregua al lector, que se siente atrapado en el baño junto a los protagonistas. El autor juega con el tiempo y la realidad, creando situaciones surrealistas e inquietantes que desafían la lógica y la razón.

Tenemos que hacer algo es una novela que no deja indiferente a nadie. Es una obra que explora los límites de la condición humana, las relaciones familiares, la culpa, el amor, la locura y la muerte. Es una obra que nos hace reflexionar sobre lo que somos capaces de hacer cuando nos enfrentamos a lo desconocido y lo imposible. Es una obra que nos hace preguntarnos: ¿qué haríamos nosotros en su lugar?

La trama es simple pero efectiva, y Booth logra mantener al lector en el borde de su asiento a lo largo de toda la novela. La tensión se acumula lentamente mientras la familia se enfrenta a una serie de eventos cada vez más extraños y peligrosos. La narrativa es intensa y claustrofóbica, lo que hace que la novela sea una experiencia emocionalmente agotadora pero gratificante.

Uno de los aspectos más destacados de «Tenemos que hacer algo» es la forma en que Booth utiliza el horror para explorar temas más profundos, como la familia, el amor y la pérdida. Los personajes están bien desarrollados y el lector se encuentra simpatizando con ellos y su lucha por sobrevivir. La relación entre la madre y el padre es particularmente conmovedora, y Booth utiliza la dinámica familiar para agregar una capa adicional de tensión y emoción a la historia.

El horror en «Tenemos que hacer algo» es brutal y visceral, pero también tiene un toque de lo sobrenatural. Booth logra combinar el horror físico con lo sobrenatural de una manera que se siente auténtica y convincente. La novela es una mezcla perfecta de horror psicológico y físico, lo que la hace aterradora y fascinante al mismo tiempo.

En general, «Tenemos que hacer algo» es una novela corta pero poderosa que es imprescindible para los fanáticos del horror. Booth es un escritor talentoso que sabe cómo mantener al lector cautivado con su prosa intensa y directa. La novela es emocionalmente agotadora pero altamente gratificante, y es una prueba de que el horror puede ser una forma poderosa de explorar los temas más profundos de la naturaleza humana.