Trilogía La Ley del Talión
La trilogía La Ley del Talión arranca con un guiño confeso a la novela Extraños en un tren de Patricia Highsmith. Dos matrimonios que han pasado por experiencias traumáticas —la violación de una hija y la muerte de otra por homicidio imprudente— acuerdan el asesinato de los hombres que trajeron la desgracia a sus respectivas familias. Para evitar sospechas, cada pareja se ocupará de la bestia negra de la otra. El acuerdo pondrá en marcha diversas bolas de nieve que llevarán en volandas al lector a lo largo de más de mil quinientas páginas: los conflictos morales de los implicados, los retos mayúsculos derivados de ejecutar con éxito sus planes, una investigación policial llena de incógnitas y palos de ciego, los desafíos que encaran otros profesionales vinculados (fiscales, abogados, psicólogos…), la onda expansiva que tiene sobre los familiares más cercanos el progresivo desvelamiento de los hechos…
J.K. Franko ha escrito una trilogía que es un prodigio en términos narrativos y estructurales, capaz de avanzar como un tren bala al tiempo que va encajando un gran número de piezas que mantienen en vilo al lector. Pero más allá de su argumento intrincado y su habilidad para confeccionar un rompecabezas asombroso, estamos delante de una obra que interpela profundamente al lector, forzándolo a preguntarse si actuar fuera de los cauces legales puede llegar a estar justificado cuando los sistemas que hemos levantado como sociedad para que se garantice el castigo y la restitución nos fallan. Las novelas cumplen así con todos los requisitos del cruce entre novela negra, thriller y drama judicial, desde la planificación milimétrica al ritmo frenético, pasando por el giro inesperado y el desenlace impactante, pero amplia sus objetivos para que miremos a la oscuridad que anida dentro de cada uno de nosotros y nos interroguemos sobre cómo pensamos que actuaríamos de encontrarnos en la piel de los protagonistas.
La Ley del Talión se beneficia además de los conocimientos profesionales del autor en el campo de la empresa y la abogacía, con un marcado peso en la trama, al tiempo que supone toda una lección sobre los métodos de investigación que emplean los detectives de homicidios en Estados Unidos y los pormenores jurídicos de una acusación penal. De propina, un impagable análisis de la práctica del buceo entendida como arma letal.
Índice:
Trilogía La Ley del Talión, de J. K. Franko
Ojo por ojo (Trilogía La Ley del Talión 1)
Un padre que lo ha perdido todo es capaz de cualquier cosa.
El respetado empresario Roy Cruise tenía una vida perfecta. Dinero, éxito y una familia encantadora. Hasta que mataron a su hija absurdamente. Ahora, atormentado por un dolor inconsolable y una implacable sed de justicia, planea lo que considera el asesinato perfecto. Pero las ansias de justicia pueden resultar su perdición, ya que pronto se da cuenta de que nada es lo que parece y de que en el juego de la venganza únicamente sobrevive el más astuto.
Ojo por ojo es un apasionante thriller sobre cómo el dolor de un hombre transforma su necesidad de justicia en una sangrienta campaña de venganza, no sólo contra los responsables de su desgracia sino contra el propio sistema judicial.
Diente por diente (Trilogía La Ley del Talión 2)
Era el plan perfecto… o así lo creía él.
Roy Cruise pensaba que había cometido el crimen perfecto: una planificación meticulosa, una ejecución impecable. Pero siempre queda algún cabo suelto.
Ahora, mientras sus enemigos se multiplican y la policía se aproxima
peligrosamente, Roy se ve forzado a luchar no solo por su propia supervivencia sino por todo lo que valora.
El cazador se ha convertido en presa.
En esta vertiginosa e implacable secuela de su impactante primera novela, Ojo por ojo, J.K. Franko cautiva a los lectores con un sobrecogedor juego del gato y el ratón.
Vida por vida (Trilogía La Ley del Talión 3)
Todo lo que va vuelve.
Roy Cruise y su mujer, Susie, han sobrevivido de milagro a un intento de asesinato en su propia casa. Ahora la policía los vigila. Roy ha ido demasiado lejos. Hay muchos enemigos conspirando contra él. Si quiere salvarse, debe burlar a la policía y neutralizar a sus adversarios de una vez por todas. Si no, sus días de venganza terminarán entre rejas… o bajo tierra.
El tercer libro de la trilogía iniciada con Ojo por ojo conduce el viaje de venganza de Roy hacia una conclusión impactante… A veces, la mejor justicia es la que impartimos nosotros mismos.
Una serie policíaca trabada con gran maestría, de ritmo vertiginoso y giros inesperados.
PERSONAJES PRINCIPALES
Roy Cruise y Susie Font
Matrimonio que se conoció cursando Derecho en la Universidad de Texas. Él acarrea el trauma de la muerte de su hermana melliza cuando era niño y es fundador de una empresa de capital riesgo, Cruise Capital. Ella fue en su día una reputada periodista televisiva de investigación, pero ahora está volcada en la concienciación sobre los riesgos de utilizar el móvil conduciendo, después de que un despiste así al volante les costara la muerte de su hija adolescente, Camilla. Pese a los numerosos secretos que se esconden el uno al otro, las ansias de venganza y la posterior necesidad de borrar sus huellas los unirá de forma tan enfermiza como indestructible.
Tom Wise y Deb
Matrimonio cuya hija sufrió una violación que se saldó con un veredicto exculpatorio y de la que parte la idea del pacto mortal cruzado. Deb ha mostrado desde la adolescencia tendencias psicopáticas y guarda un terrible secreto, mientras que su marido, un vendedor con problemas con la bebida, muestra un carácter más dócil y manipulable.
Liz Bareto
Madre de Liam Bareto, el joven que mató accidentalmente a Camilla. Su hijo quedó en muy mal estado —traumatismo cerebral— y acabó falleciendo, pero ella está convencida de que alguien acabó con su vida, concretamente inyectándole aire con una jeringuilla en el brazo izquierdo. Consagrará sus días a poder demostrar sus sospechas y a hacer pagar a los culpables por los hechos, metiéndose por el camino en una relación sentimental muy compleja.
Kristy Wise
Hija de Tom y Deb, sufrió una violación en su primer año de estudiante en la Universidad de Texas, durante la Noche de Halloween, a manos de su amigo Joe Harlan, hijo de un poderoso senador, que alegó que las relaciones fueron consentidas y que fue declarado no culpable por un jurado. Lejos de asentarse en el papel de víctima, tiró adelante con fortaleza y ahora se verá enfrentada a la compleja tarea de desenterrar los cadáveres que sus padres guardan en el armario.
Joe Harlan padre
Abogado y senador texano con múltiples contactos en las esferas políticas. Defendió con uñas y dientes a su hijo, cofundador de una start-up, de las acusaciones de violación (tildándola de «terrible malentendido») y posteriormente demandó al padre de la presunta víctima por agredir a su vástago. La desaparición del mismo lo hará remover cielo y tierra, convirtiéndose en un acérrimo enemigo de Roy Cruise. En paralelo, el presidente de los Estados Unidos lo tanteará para un importante cargo, lo que no impedirá que recurra a una medida extrema capaz de arruinar la oportunidad profesional de su vida.
Art Travers y Eddie Garza
Travers es el detective de Texas que investigó la agresión sexual de Joe Harlan hijo a Kristy Wise, que «el jefe de policía le había asignado por su reputación de diplomático y discreto». Garza es el detective de Miami a cargo de la desaparición del mismo Harlan cuando acudió a la ciudad para una reunión de negocios. Pese a estar casado y tener un hijo, Garza se sentirá peligrosamente atraído por Liz Bareto. La complicidad y las bromas que gastan Art y Eddie suponen una válvula de oxígeno entre tanta truculencia. Ambos trabajarán codo con codo con el fiscal del estado Spencer Shaw para intentar poner a Roy Cruise entre rejas.
Catherine Martin
Psicoterapeuta de Susie y Roy, lo que comportará ser confidente de sus secretos más inconfesables y el consiguiente temor a que quieran deshacerse de ella para no dejar atrás ningún testigo. «Imagina cómo me sentí teniendo no uno, sino dos asesinos clandestinos como pacientes. Sentándome con cada uno de ellos durante horas todas las semanas. Intentando guiarlos hacia técnicas más moderadas de resolución de conflictos. Y fracasando». Con el transcurso de las páginas, el lector descubrirá que ella también posee un lado muy oscuro y perturbador.
¿Una situación extrema y desesperada puede llegar a justificar que nos tomemos la justicia por propia mano?
ESCENARIOS
Uno de los atractivos extra de la trilogía es la variedad de localizaciones. De las pistas de esquí en las montañas y valles de Beaver Creek Village, en Colorado, a los puertos deportivos de Miami, o el paraíso para la práctica del buceo que es la isla de Bimini, en las Bahamas, pasando por una urbe tan moderna y vibrante como Austin, en Texas, Madrid e incluso diversos puntos de la geografía mallorquina.
J.K. Franco no entiende estos escenarios como meros decorados o puntos de apoyo a lo que la trama exige en cada momento dado, como se trasluce de las siguientes declaraciones:
«Las localizaciones encierran un componente fuertemente personal porque he pasado mucho tiempo en cada una de ellas y me las conozco al dedillo pero, más importante que esto, es el valor metafórico que les concedo. El crudo invierno de Colorado y el momento crítico de pareja que atraviesan Roy y Susie cuando viajan ahí no tiene nada de accidental. Me gusta establecer vínculos entre los sitos físicos y los estados psicológicos. Cuando uno lo hace bien, el lector capta cómo la ambientación genera una atmósfera interpersonal específica. Para mí la experiencia lectora es muy visual. Al poseer una imaginación muy vívida, cuando leo se me dibujan claramente en la mente los lugares, personas y acontecimientos. Y esto mismo pretendo transmitir cuando soy yo quien escribe los libros».
LA TRILOGÍA VISTA POR SU CREADOR
«Existe esta idea de que uno debe escribir sobre lo que sabe. Bien, yo sé de leyes, conozco cómo funciona el sistema legal, incluyendo sus grietas y limitaciones. Y, como cualquier persona, estoy familiarizado con la venganza. De modo que me propuse reunir ambos hilos en una historia que acabó sustentándose en intentar dar respuesta a un conjunto de preguntas muy complejas, del tipo: Si me hubieran pasado a mí las desgracias que golpean a los diferentes personajes, ¿cómo hubiera reaccionado? De haberme decantado por tomarme la justicia por mi mano, ¿cómo habría procedido? ¿Qué medidas habría tomado?, ¿Qué habría necesitado para ejecutar con éxito mi plan?
Me fascina la idea de que todos somos capaces de llegar a asesinar y recurrí a mis personajes para darle vueltas al cúmulo de circunstancias que habrían de producirse para que personas en apariencia normales, unos vecinos modélicos y unos triunfadores sociales, dieran ese paso. ¿Qué los condujo del punto A al punto B? ¿Cómo habría actuado yo de haberme encontrado en su pellejo?».