Atrapando la luz

Hoy os traigo la reseña de una novela que me ha fascinado, aunque pueda pecar de no ser absolutamente imparcial ya que se trata de la novela “Atrapando la luz” de Sara Mañero, una magnífica escritora y buena amiga que con esta nueva historia demuestra una absoluta madurez narrativa y que ya me enamoro con su novela “El sueño del árbol”, pero es ahora con esta novela con la que me rindo ante el absoluto talento de su autora.

Elvira es una mujer nonagenaria que se ha cansado de luchar, está cansada de vivir y su único anhelo es dejarse ir, postrada en su lecho ira desgranando a Inés su nieta una vida fascinante, su propia vida, la vida de una mujer que paso de ser absolutamente invisible para su entorno y su familia en su infancia, hasta el nacimiento de su hermano Alfonso su padre ni siquiera se dignaba a mirarla, era la quinta hija y su padre siempre había ansiado un varón que llegó cuando Elvira tenía ocho años.

A partir de ese momento en que ayudó a su madre en el parto de Gonzalo es cuando la percepción de su padre sobre aquella niña cambió, aquella pequeña invisible era diferente, había algo en ella que la hacía distinta, su carácter y su determinación fueron los que la convirtieron en una mujer adelantada a su época, una mujer que conoció el primer amor de la mano Gonzalo, un joven que estaba restaurando una casa en el pueblo y que la ofreció su primer trabajo ayudándole con la contabilidad, una mujer que estudió bachillerato y que se desplazó a Madrid para estudiar en la Universidad, todo ello sin olvidarnos de que Elvira nació allá por 1889, con todos los condicionantes con los que nacieron las mujeres de su época.

De la mano de Gonzalo conoció el amor y comenzó a forjarse la que se convertiría en su profesión a raíz de un regalo que le hizo Gonzalo, un regalo que sería su mejor compañía durante el resto de su vida, una cámara fotográfica.

Ya en Madrid, tras escaparse de casa de sus padres y romper su relación con ellos, trabajará en el estudio de un fotógrafo para poder costearse los estudios, pero no todo será un camino de rosas y empujada por las circunstancias Elvira se verá obligada a huir a Melilla con la compañía de su inseparable cámara con la que irá atrapando momentos únicos, vivirá una vida apasionante convirtiéndose en reportera en guerra.

A través de sus confesiones a su nieta iremos conociendo la historia de una mujer única, avanzada a su tiempo que sin darse cuenta de que también nosotros somos testigos de sus conversaciones pero también de sus propios y más íntimos pensamientos.

Una novela escrita con una pulcritud admirable, sorprende la tremenda labor de documentación, tanto en la ambientación de los escenarios de la novela, el rigor histórico de la época, las pinceladas sin llegar a caer en el exceso sobre la guerra del Rif, como sorprende la documentación sobre la fotografía que en aquella época era un arte aún en pañales.

En definitiva todo un alarde de buena literatura en la que como ya he dicho anteriormente a mi manera de ver es una obra que refleja la madurez narrativa de una autora/amiga que espero que de mucha pero que mucha guerra y que se termine de quitar esa coraza y esos miedos porque tiene mucho aún por demostrar dentro de la literatura.

Agradecer a Sara Mañero y a la Editorial Verbum el habernos enviado un ejemplar de la novela para su lectura y reseña en el Blog.

Psd: El año que viene Sara nos vemos de nuevo ya sabes donde para que dejes tu firma en la primera página de tu próxima novela ……