Cuéntame cómo son los franceses

Reseña del libro «Cuéntame cómo son los franceses: Ensayo sociohistórico humorístico para entender mejor al pueblo galo», de Gaspard Chevallier. Por Onintze Domínguez.

¿Conocemos realmente a nuestros vecinos del Norte? Si eres de los que piensas que “Francia es bonita, pero está llena de franceses” o llamas a sus habitantes gabachos, si adoras la nouvelle vague o eres más de “Bienvenidos al Norte” este es tu libro. A través de él, conocerás las luces y las sombras de un país que nos acompaña en nuestra historia en la Vieja Europa, y al que estamos unidos a través del cordón umbilical de los Pirineos. Amigos y enemigos para siempre.

Un ensayo irónico en el que uno de esos gabachos nos describe con detalle su país, aportando tanto datos objetivos como multitud de anécdotas divertidas. A través de sus 166 páginas nos vamos paseando por las costumbres, la política, el idioma, la gastronomía y, en definitiva, la idiosincrasia de los franceses. Con un lenguaje claro y directo, que obvia los rodeos innecesarios, podemos comprender un poco más el país y sus habitantes y de la mano, nada menos, que de un galo expatriado que reconoce adorar su país.

El autor, residente en España desde hace años, nos hace viajar a través de sus palabras, de un modo jocoso y ameno, pero no por ello exento de grandes dosis de realidad, a la Francia actual, pero también a la histórica. Nos proporciona informaciones y antecedentes para comprender la situación del presente y analiza, con gran cariño hacia sus compatriotas, todos aquellos típicos y tópicos del país, muchos ya conocidos y otros novedosos. Así, vemos a través de sus ojos el amor de la sociedad francesa por el vino y la comida, su sociedad multirracial y multicultural, las luchas políticas y la pasión por el deporte. También aprenderemos todo lo que nos ha aportado Francia a la globalización y a la economía, y sabremos que un corcho de champán puede salir disparado a la nada despreciable velocidad de 40 km/h.

Es curioso que sea un mismo francés el que mezcle tal admiración y chanza por su país, no escatima en llamarles chovinistas, o en reconocer que algunas cosas del país carecen de sentido, a la vez que sus palabras denotan añoranza. Pero, tal como dice el propio autor, busca verificar los clichés y estereotipos y reflexionar sobre el estilo de vida francés. Y lo consigue perfectamente.

He disfrutado muchísimo la lectura de este pequeño volumen y, en ocasiones, no he podido evitar una carcajada. ¿O acaso es posible no reconocer que muchos solo sabemos decir dos cosas en francés: bonjour y voulez-vous coucher avec moi? He aprendido mucho más a través de las páginas de Gaspard Chevalier de mis queridos vecinos del Norte que visitando París, Normandía o Niza. Totalmente recomendable.

Por Onintze Domínguez.
@nudodesenlace