Hija de la lluvia
de Haizea López

La maldición persigue a la familia Agirregoitia y llega a calarles tanto y tan profundo como la lluvia en los campos de viñedos alaveses.

Hace doce años, Ainize dejó Artziniega y perdió todo contacto con los suyos: con su padre, Ramón Agirregoitia, pequeño viticultor del valle, encerrado en sí mismo desde que su mujer los abandonara; con Gorka, su hermano mellizo, uña y carne durante la infancia, y con Elsa, la mujer que cuidó de la casa y de todos ellos como si de su propia familia se tratara. Ainize se fue huyendo de la locura que palpita entre las paredes de Haize Hegoa, el caserón familiar, desde hace generaciones, y ahora vive en París con Pierre, propietario de una galería de arte. No le pesa haber dejado el valle donde siempre llueve. Ni siquiera le pesa haber roto con Haritz, su amigo de la infancia, su amor de adolescencia, el chico capaz de sacarla de su mundo, por quien lo habría dado todo… menos su vida.

A punto de inaugurar su primera exposición, Ainize recibe una llamada de Elsa: ha de regresar con urgencia a Artziniega porque su padre ha muerto; la maldición lo atrapó al fin y hay decisiones que tomar sobre la herencia. De nuevo en el caserón destartalado, en el viñedo descuidado, Ainize ha de volver a enfrentarse a sus miedos y jugar una extraña partida de ajedrez contra un contrincante invisible que solo parece existir en su mente y contra un amor que aún permanece en su corazón.

Tras el éxito imparable de sus novelas anteriores, Haizea López, también conocida como Búho, regresa al thriller psicológico con este drama familiar que amenaza la capacidad de amar de sus protagonistas en una Álava verde de viñas y gris de lluvia.

Haizea López es una joven vizcaína que a sus treinta años ha publicado más de cien novelas (una gran parte de ellas con seudónimo masculino y románticas) y varias antologías. Los que la conocen la describen como una chica soñadora y divertida, siempre rodeada de libros, chocolate y café.

Sobre el libro

La maldición persigue a la familia Agirregoitia y llega a calarlestanto y tan profundo como la lluvia en los campos de viñedos alaveses.

La historia de “Hija de la lluvia” se desarrolla a lo largo de 27 capítulos en los que encontraremos una clara evolución de la protagonista: Ainize Agirregoitia. Llega a su casa después de 12 años viviendo en París y con una vida totalmente diferente a la que dejó años atrás, con un trabajo como artista y preparando su primera exposición y con una nueva pareja, Pierre. No necesita más para ser feliz… o eso quiere creer.

Tras la llamada de Elsa -la mujer que durante toda la vida la ha cuidado tanto a ella como a su hermano mellizo, Gorka-, anunciando la muerte de su padre, su día a día da un vuelco total y debe volver a Artziniega (Álava, País Vasco).

Una vez allí nada será fácil. Debe hacer frente a la maldición que durante generaciones ha perseguido a su familia y al castillo en el que viven, Haize Hegoa. Ninguno de los miembros de la familia que han permanecido en el domicilio familiar han terminado su vida de forma natural ¿casualidad?Con la muerte de Ramón, Ainize y Gorka deben decidir qué hacer con el castillo ¿venderlo o quedárselo? Las opiniones de los hermanos no coinciden y mientras ella quiere solucionarlo todo rápido y volver a París, Gorka no quiere deshacerse de él por nada del mundo. Esta visión de los hermanos irá tornándose a medida que avanza la historia y será Ainize quien por nada del mundo quiera dejar atrás la historia familia mientras que su mellizo preferirá recurrir a la vía fácil y terminar con todo de forma rápida, aunque eso conlleve perderlo todo sin ningún tipo de beneficio.

Este cambio de papeles se debe a cómo se implica Ainize con el castillo familiar. Para poder venderlo sin pérdidas, se apunta al concurso de Asociación de Productores Artesanos de Chacolí por el mejor Chacolí de autor del año, cuyo premio puede permitirles saldar las deudas que dejó su padre a su socio, Alberto. La idea de optar al premio es de Haritz, el primer novio de Ainize que aparece rompiéndole todas sus ideas y esquemas.

Durante el tiempo que dedican a la recolección de las viñas y la preparación del Chacolí, comienza a suceder cosas extrañas en Haize Hegoa: partidas de ajedrez que se inician solas, sombras que vigilan a Ainize y que le hacen pensar durante un tiempo que HIJA DE LA LLUVIA 4 está cayendo en la maldición familiar, persecuciones por el bosque del castillo, ataques inesperados, animales degollados, incendios…

Mientras tanto Alberto sigue presionando para que la familia Agirregoitia cumpla con los negocios cerrados con el difunto Ramón, pero en una conversación con él a Ainize se le cae el mundo encima al darse cuenta que la persona que está detrás de todo lo que está sucediendo en la casa es el propio Alberto. Cuando este se ofrece a comprarle los terrenos estén como estén, a Ainize le empiezan a cuadrar pequeños puntos que ha ido viviendo y empieza a recordar flashes que había olvidado debidos a la conmoción de todos los sucesos que ha ido viviendo desde que volvió a Artziniega.

Uno de esos momentos de lucidez le lleva a revivir un flashback – que aparecen en varias ocasiones para situar mejor en el contexto al lector- en el que recuerda la buena relación que cuando era niña ya tenían Elsa y Alberto pero que nunca fue pública y que la propia Ainize descubrió por casualidad. Justo en ese momento en el que recuerda Ainize se encuentra descansado y es cuando comienza a sentir la presión de algo que le oprime la cara y le impide respirar: es Elsa que está tratando de ahogarla. En esos momentos le confiesa que nunca quiso matarla pero que estaba siendo un hueso demasiado duro y que era la única opción de poder quedarse con el castillo y con las tierras. Le confiesa que sabe que con su muerte Gorka se vendrá abajo y querrá deshacerse de Haize Hegoa. También que la quiso como quiso a su padre, quien nunca le correspondió. Y justo cuando Ainize está a punto de perder el conocimiento deja de sentir la presión. Haritz aparece en la sala y golpea a Elsa con un candelabro que la mata en el momento.

—Lo siento muchísimo, mi niña… Sabes que te
quiero —aseguró Elsa con voz dolida, llorando—,
y que nunca pretendí dañaros. Siempre os cuidé
como si fuerais mis propios hijos, sacrificándome
por vosotros… Incluso a ti te quise tanto como a él.
Os quise a todos.

Con la muerte de Elsa la paz llega a la familia Agirregoitia. Ainize y Gorka se quedan con el castillo familiar, reconstruyen de las cenizas lo que el fuego devoró de Haize Hegoa, Ainize decide no volver a París y termina su relación para volver con Haritz -con quien durante toda la novela mantiene apasionados encuentros que dejan ver al lector que su relación nunca terminóy Gorka se convierte en padre junto con su mujer, Lucía. Finalmente, como una gran familia, se centran en recuperar los viñedos de Haize Hegoa.

«Si algo le había demostrado
la vida era que el amor no
movía montañas, ni muros, ni
absolutamente nada. El amor
solo servía para aletargar
los sentidos y nublar el
juicio de aquellos ilusos que
lo padecían.»

*Contenido original proporcionado por la editorial 

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