La caricia de la bestia

Hoy os traemos la reseña de la novela La caricia de la bestia de Cristina C. Pombo.
En un bosque solitario, dos adolescentes son brutalmente atacados por un ser de una fuerza sobrenatural. En su declaración, ambos sostienen que el agresor es un zombi.

La inspectora Laura Tébar es encargada de la investigación. Se trata de una profesional de 55 años, brillante, solitaria y con un carácter temible forjado en un pasado lleno de errores imposibles de remediar. Se la respeta y se la teme a partes iguales. Con Tébar, y a su pesar, comienza a trabajar el subinspector Merino, un joven tan inexperto como intuitivo y motivado.
Los dos no pueden ser más opuestos y no tardan en chocar. A través de la novela, el lector asistirá a un auténtico tour de force entre ambos personajes, que pasarán lo suyo antes de permitirse el mínimo respeto mutuo que les permita colaborar y enfrentarse a unos seres tan misteriosos como violentos, que atacan desde lo más profundo del bosque, parecen invulnerables y desaparecen sin dejar rastro.
Cristina C. Pombo trama una intriga originalisima que supone una vuelta de tuerca en el thriller contemporáneo, un género en que parecía que todo estaba inventado y al que, sin embargo, le faltaba traspasar una última frontera que, literalmente, está en el más allá.

En los bosques de la sierra de Grazalema (Cádiz) una pareja disfruta de sus primeros escarceos amorosos cuando de repente se ven atacados por lo que ellos llegan a definir como un “zombie” un ser con una fuerza descomunal, el joven resultó fatalmente desfigurado en el ataque. El zombie le mordió en la cara y le arrancó media mandíbula, mientras que su novia tuvo algo más de suerte y pudo golpear al ser con un palo sin que este mostrase ningún signo de dolor para posteriormente volver a golpearle certeramente en la cabeza, golpe que acabó con la vida del supuesto zombie.

Al frente de la investigación la Inspectora Laura Tébar se enfrentará a este terrorífico caso con un nuevo compañero, el subinspector David Merino, conocido por el apodo de “Cons”. La declaración de la pareja absolutamente aterradora y el cadáver del atacante parecen ser definitivos en la resolución del caso, hasta que un nuevo ataque que guarda ciertas similitudes con el primero vuelve a poner a la inspectora Tèbar y a su compañero tras la pista de algo que parece aún más terrible que lo habían podido llegar a imaginar.

Aunque la trama pueda parecer un poco manida lo realmente bueno y nuevo que aporta esta novela es la visión que los personajes nos ofrecen sobre la misma, narrada en tercera persona iremos adentrándonos en la trama desde distintos puntos de vista, los dos personajes principales son la inspectora Tèbar y Cons de los que conoceremos no solamente su relación personal sino que la autora ahonda en la personalidad de cada uno de ellos presentándonos a una mujer como Laura Tèbar instalada en la cincuentena y que parece profesar un odio visceral por los hombres, mientras que por otro lado descubriremos a su nuevo compañero un casi treintañero vasco recién incorporado en su nuevo destino en tierras gaditanas, un joven con muchas ganas de hacer su trabajo bien y que se verá enfrentado a una mujer que en principio parece odiarlo por sistema.

Con un ritmo pausado a pesar del potente inicio la autora nos sumerge en una historia en la que lo que podamos dar por supuesto nada tiene que ver con la realidad que es aún más terrible que cualquier suposición, de lectura ágil no será hasta mediada la novela cuando la trama se volverá trepidante y sorprenderá al lector arrastrándolo a un final…

Agradecer a la Editorial Espasa el habernos enviado un ejemplar de la novela para su lectura y reseña en el blog.