La más recóndita memoria de los hombres
de Mohamed Mbougar Sarr

Premio Goncourt 2021

Una novela perdida. Un escritor maldito. Una búsqueda. Un viaje iniciático. La resolución de un misterio.

1938: el escritor africano T. C Elimane, al que llamaban «el Rimbaud negro», publica una novela titulada El laberinto de lo inhumano. Estalla la polémica, se le acusa de plagio, se arma un gran escándalo, el autor desaparece y su obra se convierte en un libro maldito.

2018: el joven escritor africano residente en París Diégane Latyr Faye descubre la novela perdida y decide indagar sobre el autor desaparecido. Tirando de diversos hilos, con la ayuda de una enigmática mujer que guarda muchos secretos y de un grupo de jóvenes escritores africanos que beben, aman y escriben con desafuero, el protagonista se embarca en un viaje en busca de un mito y acaso también de sí mismo. Las pistas le llevan al Buenos Aires de la revista Sur, Gombrowicz y Sabato, a dos gemelos, a supuestos actos de brujería, a un hombre dividido entre dos culturas, a fantasmas del pasado y fantasmas del presente. ¿Qué fue de Elimane? ¿Qué se ocultaba tras el escándalo que hundió su carrera? ¿Quién era en realidad ese escritor que brilló y desapareció como una estrella fugaz?

Novela de iniciación, thriller literario, juego de cajas chinas con un libro dentro de otro libro, exploración de las heridas del colonialismo, celebración del poder de las ficciones… Estamos ante una novela total, de estirpe bolañesca, que habla de la escritura y de la vida. Una novela galardonada con el Premio Goncourt que nos descubre a un escritor de inventiva arrolladora.

Sobre el libro

El primer autor africano que ganó un premio literario de prestigio en Francia fue el maliense Yambo Ouologuem, merecedor en 1968 del Prix Renaudot por Le devoir de violence. El libro era una epopeya sobre un imperio ficticio en Sudán entre el siglo XIII y los últimos días del colonialismo europeo, y responsabilizaba a los antiguos emperadores africanos, a los árabes y a los administradores coloniales europeos de lo que el autor llamaba la «mentalidad esclava» de la población africana. Rápidamente, Le devoir de violence cosechó un gran éxito de público y crítica, siendo considerado como un estandarte de la nueva literatura africana radical y catapultando a Ouologuem al Olimpo de los autores en francés.

Pero en 1971 empezaron a aparecer acusaciones de plagio: primero un profesor francés de la Universidad de Temple, Eric Sellin, acusó a Ouologuem de haber calcado la obra de André Schwartz-Bart Le dernier des justes, un drama sobre el antisemitismo en Europa. Meses más tarde, a raíz de su traducción al inglés, el Times Literary Supplement publicaba un artículo en el que se acusaba al autor maliense de plagiar It’s a Battlefield, de Graham Greene. Con el tiempo aparecerían otras acusaciones de plagio: de la Biblia, de Les Énergumènes de John D. MacDonald, del relato de Guy de Maupassant Bola de sebo…

De nada sirvió que Ouologuem se defendiera aduciendo que, efectivamente, había usado esos textos, pero que en su manuscrito original los había citado con comillas –supuestamente eliminadas durante el proceso de edición–; ni tampoco que algunos críticos quisieran ver en su obra una continuación de la crónica oral africana del griot, en la que el reciclaje de materiales e historias es crucial.

La novela fue prohibida en Francia, y Ouologuem se retiró de la escena pública, llevando una vida recluida y dedicada a la religión en la zona del Sahel, al sur del Sáhara.

En 2021, cincuenta y tres años después de aquel Renaudot, el joven Mohamed Mbougar Sarr ganaba el Premio Goncourt con La más recóndita memoria de los hombres. La novela cuenta la fascinación que crea el hallazgo de un libro ficticio: El laberinto de lo inhumano, novela publicada en 1938 por el escritor (también ficticio) T. C. Elimane, «el Rimbaud negro». Tras su publicación, Elimane es acusado de plagio y desaparece, y su obra se convierte en una especie de libro maldito.

Sarr se basó en la figura de Yambo Ouologuem y en Le devoir de violence para escribir esta novela de iniciación que celebra la impronta de Bolaño desde el título y el epígrafe hasta los temas: un libro sobre la literatura, pero también sobre el exilio y la soledad.

A propósito de El laberinto de lo inhumano, el narrador del libro reflexiona: «Las grandes obras empobrecen y siempre deben empobrecer. Nos quitan lo superfluo. De su lectura, uno siempre sale despojado: enriquecido, pero enriquecido por sustracción.»

Despojados y empobrecidos tras la lectura maravillosa y torrencial de La más recóndita memoria de los hombres, que tenemos el placer de publicar esta semana con traducción de Rubén Martín Giráldez, os damos la bienvenida, de nuevo, a esta newsletter.

*Contenido original proporcionado por la editorial 

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