La mujer del bosque
de John Connolly

Publicación: 16 de junio de 2020
Editorial: Tusquets
Páginas: 520
ISBN: 978-8490668535
Traductor: Vicente Campos González

Biografía del autor

John Connolly (Dublín, 1968) estudió filología inglesa en el Trinity College y periodismo en la Dublin City University. Reside en Dublín, pero pasa parte del año en Estados Unidos, donde se desarrollan parte de sus obras. Es autor de la novela Malvados, de los volúmenes de relatos de terror titulados Nocturnos y Música nocturna, y del bellísimo El libro de las cosas perdidas, así como de la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective Charlie Parker, formada por Todo lo que muere (Shamus Award 1999, finalista del Bram Stoker Award y del Barry Award 1999), El poder de las tinieblas, Perfil asesino, El camino blanco (Barry Award 2003), El ángel negro, Los atormentados, Los Hombres de la Guadaña, Los amantes, Voces que susurran, Más allá del espejo, Cuervos, La ira de los ángeles, El invierno del lobo, La canción de las sombras, Tiempos oscuros y El frío de la muerte. Connolly fue el primer escritor no estadounidense en ganar el prestigioso Shamus Award.

Sinopsis:

Es primavera y, en los bosques de Maine, las tormentas aceleran el deshielo. Hasta que, de pronto, cuando un árbol cae, junto a las raíces queda al descubierto el cadáver de una joven. Los policías y forenses que investigan lo que pudo ocurrir no tardan en averiguar que la mujer dio a luz poco antes de morir. Sin embargo, en los alrededores no hay ni rastro del recién nacido, que quizá ahora cuente unos tres o cuatro años. Para encontrarlo, el abogado Moxie Castin pide ayuda al detective Charlie Parker. Pero Parker no es el único que ha emprendido esa búsqueda. Tiempo atrás, alguien siguió los pasos de esa joven, alguien que deja cadáveres tras de sí. Y en una casa cercana a los bosques, un teléfono de juguete empieza a sonar. Suena para un niño que está a punto de recibir una llamada de una mujer muerta. Pero, cuando los muertos llaman, sólo Charlie Parker se atreve a contestar.

«Enervante y conmovedora… La obra maestra de Connolly.» Publishers Weekly

«Connolly escribe prodigiosamente y, una vez más, ha entretejido una novela policiaca fascinante e inquietante.» Daily Express

«Bellamente escrita, con una trama compleja y un gran elenco de personajes, La mujer del bosque nos muestra al mejor Connolly, el maestro de lo siniestro.» The Guardian

¿Quién es Charlie Parker?

En la noche del 13 de diciembre de 1996, la vida de Charlie Parker, alias «Bird», inspector
de policía de Nueva York, cambió para siempre. Tras una discusión con su mujer, Parker
salió de la casa familiar en Brooklyn para empapar su malhumor en alcohol. A su regreso,
encontró a su mujer, Susan, de treinta y tres años, y su hija Jennifer, de tres años,
violentamente asesinadas.

El sentimiento de culpabilidad por su incapacidad para protegerlas, por la agonía y todo el
dolor que padecieron, no le abandonará nunca. El dolor de ellas será su dolor. La ira y el
deseo de venganza se matizarán conforme avanza en sus investigaciones, pues, expulsado
de la policía, se convertirá en detective privado, radicado en una desolada casa en
Scarborough (Maine). Todo ello le ha convertido en un ser torturado en busca de
redención. Y pese a que en cada entrega Bird sacrifica parte de su humanidad, su deseo de
averiguar la verdad prevalece. Va siempre de frente y los años no hacen mella en su
temeridad. Para él, la justicia es su ley. Con ese bagaje, Parker investigará el pasado de sus
padres en Los amantes; el abuso infantil en Los atormentados; el síndrome postraumático
de la guerra de Irak en Voces que susurran o de la guerra de Vietnam en El invierno del lobo;
el secuestro de un menor en una pequeña localidad en Cuervos; la caza de los nazis huidos
en La canción de las sombras; un avión siniestrado en las profundidades de los bosques de
Maine en La ira de los ángeles; una cerrada comunidad de Prosperous en El invierno del
lobo; o el maltrato a las mujeres en La mujer del bosque.

Charlie Parker se llama así porque su padre oyó por primera vez ese nombre ante la pila
bautismal: el sacerdote era un entusiasta del jazz, deseoso de que le pusieran a sus hijos los
nombres de los músicos de la orquesta de Count Basie; para cuando el padre de Parker se
dio cuenta de que había puesto el nombre de un músico negro, ya era tarde; y no tuvo más
hijos.

Bird sería el compañero ideal, si no fuera por su capacidad para suscitar la ira de personajes
temibles y meterse en problemas. Y se internará en escenarios escabrosos como los
pantanos de Luisiana, que esconden cadáveres, o el osario de Sedlec (República Checa), o
los profundos bosques de Maine, poblados por personajes que, si no son la encarnación del
Mal, se parecen mucho a ella: el Viajante y el Coleccionista son los más memorables y
temibles. Ellos son en parte responsables del toque ligeramente sobrenatural que surge
aquí y allá en la serie, y que obedece a una filosofía que no se contenta con lo racional para
explicar qué ocurre en la vida real.

A lo largo de la serie, aparecerán otros personajes, como el elegante pero ambicioso Edgar
Ross, agente especial del FBI, siempre tras Parker; o como la pelirroja Rachel Wolfe,
psicóloga criminalista que acabará convirtiéndose en la segunda mujer Parker y madre de la
segunda hija, Sam; o como la pareja formada por un ladrón, Angel, y el asesino a sueldo
Louis, un dúo entrañable, cómico y mortífero; o como los hermanos Tony y Pauli Fulci, cuya
fuerza física y corpulencia (entre músculo y grasa) son inversamente proporcionales a su
coeficiente intelectual. No olvidemos a Dave Evans, el dueño del Great Lost Bear (en
Portland), o el misterioso rabino Epstein. Con amigos como los de Parker, sí puedes tener
enemigos.

Contenido original de la editorial Planeta, fuente

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