La parte salvaje

Reseña del libro «La parte salvaje» de Ferran Guallar.
Por Paqui Bernal.

Cuando oí hablar de “La parte salvaje” pensé que tal vez se parecería más a un tratado naturalista que a una narración propiamente dicha. Nada más lejos de la realidad.

Para empezar, el arranque contiene una gran premisa y es brutal. Lo resumo aquí porque me parece una buena cita para acercarse a lo que es el texto: “[Un mono observa a dos hombres… Uno de ellos] parece ignorar que todavía sostiene una piedra manchada de sangre… El mono no sabe distinguir entre la mano rígida del cuerpo inerte y la pistola que todavía empuña, pero sabe que tiene el cráneo abierto por la mitad”.

Sigue el narrador, Paul Murray, un personaje muy potente con cierta debilidad por el alcohol, hablándole a un mono, de una manera evocadora e irónica a veces. Se refiere a un equipo en parte muerto, lo cual abre muchas incógnitas. ¿Cómo murieron? ¿Alguien los mató? Y es que a lo largo de la lectura comprobaremos que el autor es muy hábil despertando nuestra curiosidad, con “cliff-hangers”, sembrando dudas, por medio de la tensión sexual no resuelta que se da entre varias parejas, etc.

La estructura, que incluye anotaciones del dietario de varios investigadores, resulta muy original, y eso además diluye la fina línea entre la ficción y la no-ficción, cosa que ahora está muy de moda en literatura.

La parte salvaje es una novela que guardamos en la memoria durante la lectura porque es muy sensorial, porque está repleta de símiles y de descripciones bien integradas en la narración, y todo ello aderezado con una prosa poética nada cursi. Por otra parte, el ritmo no decae en toda la novela, y los que escribimos sabemos que eso es algo muy difícil de sostener.

Ferran Guallar construye personajes complejos -como ese protagonista fuerte y al mismo tiempo vulnerable-, bien caracterizados, y muestra sus relaciones -llenas de sobreentendidos- con profundidad. Aunque suene a cliché, el autor demuestra un gran conocimiento del alma humana.

Reparte muchas reflexiones interesantes entre los pensamientos de diversos personajes, sobre el primer y el tercer mundo, sobre la ecología, sobre las relaciones humanas… Nos plantea continuos paralelismos entre el comportamiento de los humanos y el de los simios.  Pero, sobre todo, la voz de Guallar nos hace sentir que tanto las decisiones como la indecisión determinan nuestro futuro, y eso -que es tan cierto- le da mucha vida a la historia.

Y, por si faltaba algo, atravesamos escenas preciosas de comunión con la naturaleza y de amistad, especialmente de amistad masculina. Verdaderamente admirable para ser una ópera prima. No os la perdáis.

Por Paqui Bernal
@_PaquiBernal