Nadie me contó

Gaelle, la protagonista de Nadie me contó ―la novela de la que voy a hablar en esta reseña― es una mujer que se enfrenta a un desafío: ha decidido abandonar una vida fácil pero que no la satisfacía, salir de su zona de confort y afrontar nuevos retos. Tengo que admitir que yo tuve que hacer algo parecido (salvando las estratosféricas distancias) cuando me encontré en la tesitura de leer y reseñar este libro, porque no es, ni de lejos, la clase de lectura a la que estoy acostumbrada. Y, sin embargo, puedo presumir de que, al igual que Gaelle, me tomé el desafío con buen ánimo. Y no salí mal parada.

Esta es la primera novela de la financiera, guionista y celebrity Astrid Gil-Casares, conocida hasta ahora por ser la exmujer del empresario y multimillonario Rafael del Pino, de quien se divorció en 2017. Mencionar este detalle no es una frivolidad, ya que Nadie me contó tiene raíces manifiestamente autobiográficas, tal y como advierte la propia autora en los agradecimientos. Y es que Gaelle, su protagonista, también acaba de obtener el divorcio después de una dura batalla legal con su exmarido, un hombre escandalosamente rico que le abrió las puertas de un mundo de ensueño… que resultó no serlo tanto.

Es importante hacer hincapié en que los lectores no deben esperar de Nadie me contó un libro de memorias. No lo es. Estamos ante una historia de ficción, la de una madre recién divorciada que se encuentra en la tesitura de recuperar su propia identidad después de haberse sentido durante más de una década como un mero complemento de quien fuera su esposo. Gaelle decide reincorporarse al mundo laboral que abandonó al casarse, con todas las dificultades que ello supone después de tanto tiempo. Decide, además, volver a enamorarse cuando encuentra a la persona que considera adecuada y disfrutar de la vida en compañía de las amistades que se han mantenido fieles a ella tras la ruptura. Los paralelismos están ahí, por supuesto, pero insisto en que no se trata de una autobiografía, aunque tanto la autora como su protagonista pertenezcan a la alta sociedad y gocen de una posición privilegiada que poco tiene que ver con la de la mayoría de los mortales.

En definitiva, Nadie me contó no parece haber sido escrito con la intención de airear trapos sucios, ni mucho menos. Es el relato de una mujer que quiere hacerse de nuevo con las riendas de su vida después de pasar un trance muy duro, y que, no obstante, procura transmitir un mensaje positivo, esperanzador, y que a veces hasta se aventura a introducir unos toques de humor. Es el tipo de libro que gustará a quienes buscan historias de gente que se reinventa, que se esfuerza por salir fortalecida de situaciones difíciles y por mantener un espíritu batallador ante las adversidades.

Agradecemos a la editorial el ejemplar que nos ha proporcionado para su lectura y reseña en el blog.

Por Beatriz Alcaná (ver reseñas)
@alcana_beatriz