Viaje al manicomio

Reseña del libro «Viaje al manicomio» de Kate Millett.
Por Paqui Bernal.

El arranque de esta obra sorprende porque está lleno de vida: la protagonista convive en unas colonias con otras mujeres junto a un lago idílico, está enamorada de Sophie y disfrutan de su complicidad. Pronto se nos revelará que probablemente ni el entorno ni las relaciones personales son tan maravillosas, que en realidad Kate lo ve todo desde su euforia y que esa euforia no es sino la fase actual de su trastorno bipolar.

Kate Millett (1934-2017) fue postgraduada en Lengua Inglesa, profesora, escultora, fotógrafa, escritora y una famosa activista feminista. En esta obra aparece como una persona perfectamente consciente de todo lo que le rodea, del carácter de sus amigas (que hace elucubraciones certeras sobre la postura y las motivaciones de cada una respecto a su enfermedad). Y por eso nos impacta tanto la antítesis entre su clarividencia y la clara amenaza de que su amante la interne en un centro psiquiátrico. Esa amenaza latente -que la obliga a mantenerse siempre alerta contra un posible “secuestro”- y su descripción de los manicomios estadounidenses en los años 60-70 (lugares en los que se encerraba a personas de todas las edades por cualquier motivo y a todas se les medicaba convirtiéndolas en poco menos que zombis) genera muchísima tensión en el texto.

A Kate le entristece especialmente su indefensión de enferma mental, sobre todo porque sus anteriores ingresos juegan en su contra ante la ley. Le parece injusto y cruel que las familias de los mal llamados “locos” disfruten de sus etapas maníacas, pero no quieran responsabilizarse en los momentos en que la depresión los hunde: “Deberías callar porque antes hablabas demasiado, deberías contener todas tus capacidades porque antes eras jactanciosa y exagerada. Y deberías soportar los tormentos de los condenados porque nos has avergonzado.”

Kate Millett era una persona fuerte, consecuente con su ideología, defensora de los derechos civiles (en particular de las mujeres y de los afectados por desórdenes mentales). Durante la lectura nos damos cuenta de su excepcional capacidad para razonar sobre causas y efectos -para analizar, sintetizar, profundizar…- Reconocemos a una mujer en plena posesión de sus facultades intelectuales, a quien los problemas emocionales y el hecho de tener a los próximos en contra generaban continuas dudas sobre la cordura de los demás, pero también sobre la suya propia. Y esa tremenda inseguridad la hacía sufrir mucho.

Aunque “Viaje al manicomio” es un libro denso -y pienso que no eran necesarias quinientas páginas para transmitir todo lo que describe y narra el argumento-, lo cierto es que se trata de una autobiografía que se lee perfectamente como una novela: contiene una prosa imaginativa y muy rica, verdaderamente literaria, y la voz de Kate llega a lo más profundo del corazón del lector.

Si os interesa la literatura de la locura y no tenéis prejuicios contra la auto ficción, ésta puede ser vuestra próxima lectura.

Por Paqui Bernal
@_PaquiBernal