Como cada año desde hace ya seis, la Asociación de Castilla y León de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (Cylcon, si os resulta más cómodo) saca a la luz un compendio de historias urdidas por escritores y escritoras del terruño. Esta vez el tema elegido fue Naves nodrizas en Castilla y León. Y aunque pueda parecer que la meseta y los platillos volantes no casan muy bien, hay que reconocer que se ha sabido lidiar con el reto.
Tengo que advertir que hay pocas cosas que deteste tanto como reseñar antologías escritas por varios autores. Me enfrento a la hoja en blanco acongojada ante el reto de ofrecer como mínimo un retazo de cada uno de los relatos para tratar de hacerles justicia a todos. Y no siempre es fácil, porque un relato, por breve que sea, a veces encierra mundos enteros entre sus líneas. Y más en antologías como esta, en la que domina la ciencia ficción.
Algunas autoras (curiosamente son todas mujeres) se han aventurado, eso sí, con otros géneros. Es el caso de Kate Lynnon, que se desmarca con una historia de fantasía a medio camino entre el humor absurdo de Terry Pratchett y el universo mágico de Harry Potter, pero también el de Yolanda Fernández Benito, que se sumerge en el terror distópico de la mano de un hatajo de perdedores que emprenden un fatídico trayecto por carretera.
De vuelta al terreno de la ficción especulativa, Félix Hernández de Rojas firma el que quizás sea el relato más ambicioso, una historia sobre viajes en el tiempo con un interesante juego de voces narrativas. Patricia Reimóndez Prieto aborda el siempre sugerente tema de las naves generacionales mientras enfrenta al lector con incómodos dilemas existenciales. Juan P. Pascal entremezcla el ocio intergaláctico con lo histórico y se pregunta qué ocurriría si un turista interplanetario se saltase las normas. Ana Rosa García García nos presenta las aventuras de tres hermanas terrícolas y dos gatitos encantadores a bordo de un crucero espacial repleto de criaturas extraterrestres de lo más variopinto. Cándido Pérez-Segurado imagina una nave/galeón que zarpa (o tal vez despega) en el Pisuerga para llevar a un detective a un destino final insospechado. Alejandro González Gómez nos mete en la piel de un joven mecánico que se enrola en la flota interestelar intentando superar un desengaño amoroso. Manuel J. Linares pasa de naves espaciales y nos transporta a un escenario más mundano: el aeropuerto de Barajas, donde surge de la nada una misteriosa caja que traerá a todo el mundo de cabeza. Y finalmente le corresponde al burgalés Marco Granado cerrar este Kalpa V: Naves nodriza de Castilla y León con la historia de una cosmonauta encargada de comandar una misión en la que la verdadera amenaza para la humanidad no viene de tan lejos como habíamos supuesto, sino que está entre nosotros.
Diez relatos (y alguna sorpresa) que gustarán a los amantes de la literatura de ciencia ficción, pero también a cualquiera con ganas de dejar volar la imaginación sin salir de una región que tiene mucho que ofrecer en lo que a nuevas voces literarias se refiere.
Por Beatriz Alcaná (ver reseñas)
@alcana_beatriz