La vida desnuda: Premio Azorín de Novela 2020
de Mónica Carrillo
Publicación: 9 de junio de 2020
Editorial: Planeta
Páginas: 288
ISBN: 978-8408227120
Biografía del autor
Mónica Carrillo es licenciada en Periodismo, diplomada en Turismo y cursó estudios de Arquitectura. En la actualidad presenta los informativos de fin de semana en Antena 3, empresa a la que lleva vinculada desde 2006 y donde ha pasado por todas las ediciones. Anteriormente trabajó como redactora y presentadora en TVE y en la Agencia EFE. También ha realizado entrevistas a personajes de actualidad, colabora en Onda Cero y escribe artículos para distintas publicaciones. Muy activa en las redes sociales, sus perfiles en Twitter e Instagram han conseguido la fidelidad de cientos de miles de seguidores que disfrutan diariamente de sus comentarios y microcuentos. La luz de Candela y Olvidé decirte quiero, sus dos primeras novelas, fueron acogidas con entusiasmo por los lectores y coparon las listas de libros más vendidos durante meses. También es autora de El tiempo. Todo. Locura, un precioso libro de microcuentos con el que hizo las deliciasde sus seguidores.
Sinopsis:
Una llamada de teléfono puede cambiarlo todo. Y eso le sucede a Gala, aún con la resaca emocional de su ruptura con Hernán y con el recuerdo culpable de haber influido en la muerte de su abuelo. Gala no está pasando por un buen momento cuando su hermano, Mauro, la llama para decirle que su abuela Rosario está ingresada en el hospital y que le queda poco tiempo. Está muy grave. Ella, sin dudarlo, decide viajar a Madrid para despedirse de su abuela, pero no puede ni imaginar todo lo que le espera. En el trayecto del AVE desde Barcelona, le es inevitable rememorar aquellos veranos con sus abuelos Fermín y Rosario o las risas con su padre, cuando tenía una relación más estrecha con él, tan distinta a la tirantez que siempre gasta con su madre. Pero Gala no viajará sola hasta Madrid. En ese tren dará con unos inesperados compañeros de viaje, dos amigos australianos con los que compartirá confesiones, risas y alcohol. La complicidad con Chris será inmediata y se convertirá en un divertido flirteo que dejará la puerta abierta a algo más. A él le cuenta su teoría sobre las vidas de cualquier persona: una vida pública que mostramos al mundo, una vida privada reservada para unos pocos y una vida secreta que permanece oculta para los demás. Nadie, según la protagonista, escapa a estas tres capas vitales. Una vez reveladas, quedamos al desnudo. Entre risas y recuerdos, con Chris le quedará otra conversación pendiente fuera del tren.
«Vivimos como si la vida fuera eterna y lo único que es infinito es el tiempo, que no nos pertenece. (…) La vida toma sus propias decisiones sin pedirnos permiso.»
Como si de una premonición se tratase, su llegada a Madrid pondrá al desnudo los secretos de su propia familia. Nada más pisar su ciudad natal, Gala debe enfrentarse al mundo de las apariencias forjado por los suyos. Sus padres, Fermín y Juana, la reciben en la habitación del hospital donde permanece su abuela. Su madre sigue siendo fría con ella, el suyo es un distanciamiento que
se alarga en el tiempo, desde que su madre cayó en una depresión tras la trágica muerte de sus padres en un incendio. Al menos Gala siente el apoyo de su hermano mayor Mauro, quien insistirá en las malas noticias. La advierte de que tendrán que tomar una decisión sobre la abuela Rosario, inconsciente y desahuciada. Gala, emocionada por verla en ese estado, quiere pasar la noche con ella. Entonces recibirá un mensaje de Hernán, su exnovio, quién aún la busca pese a su desencuentro. La echa de menos. Sin embargo, esa noche es para Gala la última ocasión de estar tan cerca de su adorada abuela. En esas horas junto a ella, Gala le hablará sobre su exnovio y pondrá al descubierto sus sentimientos. Rosario, en cambio, no la oirá. Apenas le resta tiempo a la que era una mujer fuerte y hecha a sí misma, que vivió un matrimonio venido a más con Fermín, un médico practicante. La abuela, como era de esperar, no sobrevive al día siguiente. Durante el funeral, tan multitudinario, Gala verá, junto a su hermano, el desfile de compromisos sociales de sus padres. En su mayoría pura apariencia, Gala los contempla sin saber todavía que ese mismo día será cuando todo estalle. Acabada la ceremonia, la familia acude al chalé de sus padres y es allí donde su madre, dolida, airea las infidelidades de su marido ante todos. Pero el mayor descubrimiento no será ese.
Cuando la protagonista entra en la casa anexa de sus padres, donde vive su tía Julia desde hace años, encuentra cajas repletas de libros y mensajes de amor. La joven no puede evitar curiosear por los inesperados secretos de su tía, una mujer siempre ausente y refugiada en el alcohol. Julia tuvo un gran amor, el director del colegio de Alicante en el que ella trabajó como maestra. La mujer se da cuenta de que su sobrina la ha descubierto. Lejos de reprochárselo, decide contarle su difícil historia, señalada por la eterna imposibilidad de que los dos enamorados puedan estar juntos. Romano, además de ser un hombre casado y con hijos, no se decidió nunca a dar el paso para romper con todo. Fallecido por un infarto, lo suyo con Julia pudo ser y nunca fue. Ella siguió el resto de su vida apegada al recuerdo de dos amantes que tuvieron que conformarse con episodios fugaces.
«La felicidad sería algo así: reventar con nuestro entusiasmo los pilares del tiempo.
Pero toda montaña tiene su valle, todo principio tiene un final. Todo es cíclico, finito; en definitiva, todo es temporal, salvo el propio tiempo.»
Todavía impresionada por las revelaciones de Julia, Gala comprueba que su tía no es la única que acarrea un peso oculto. Mauro le contará que su madre abortó antes de casarse. Un secreto que era compartido por Juana y Julia, grandes amigas antes que cuñadas. Pero lo de su madre no es nada en comparación con lo que Mauro está viviendo. Su hermano se siente bien lejos de ser un buen ejemplo. Ha sido infiel a Marga, su mujer. Aunque, para él, no es un juego y está sufriendo. Mauro nunca había sentido nada igual, le confiesa a su hermana. Sin embargo, se ve incapaz de dejar a su familia. Se siente responsable de su esposa, de su hija pequeña Vilma y del bebé que está en camino. Gala, en cambio, no comparte esa forma de verlo. Ella preferiría que su hermano fuese valiente y asumiera con las consecuencias. Aunque la sorpresa es mayor: Mauro está enamorado de un hombre. De la sorpresa, Gala pasará al alivio. Como médico, su hermano le asegura que la muerte del abuelo Fermín fue por causas na- turales. La trastada de Gala con el respirador no fue nada más que eso.
¿Qué le espera a la protagonista ante la vida desnuda de su familia? Comenzar por desnudar la suya y hacerlo del todo. La protagonista no se irá de Madrid sin tener antes un encuentro con Chris. El joven australiano se cita con ella y lo que podía haber sido el comienzo de un nuevo romance se convierte en un desahogo para la protagonista. Será Chris, con su frescura y sinceridad, quien la ponga frente al espejo de sus sentimientos. Él sabe que ella sigue enamorada de Hernán y la ayuda a verbalizarlo. Para Gala, el abrazo final de Chris resulta reconfortante y también el cierre de un nuevo comienzo. La protagonista, tras despedirse también de su familia, tomará otro AVE hacia Barcelona, consciente de las lecciones aprendidas. Por esa razón, nada más llegar, llamará por teléfono a quien le ronda por la cabeza desde hace meses. En realidad, casi desde que se conocieron en la cola de una exposición. Porque Gala no ha logrado –ni quiere– olvidar a Hernán, el amor de su vida.
«Los secretos viajan de boca en boca como los besos, nunca sabes cuándo se van a detener. Desconoces si esa va a ser la persona definitiva, la que mantendrá los labios sellados con los demás, la que no repartirá más besos, salvo a ti. La que guardará silencio. La que será leal. Y fiel.»
La novela:
Mónica Carrillo logra seducir a los lectores con esta emotiva novela, en la que su prosa, envolvente, nos transporta hasta los rincones más íntimos del ser humano. Cualquiera puede sentirse cercano a Gala, su protagonista, una mujer que sigue enamorada de su exnovio y tocada por los acontecimientos familiares que suceden en su vida. Es fácil empatizar con ella. Con habilidad, la autora se hace valer de la primera persona del singular, tan personal y próxima, para narrar con ritmo la historia de Gala y la de los suyos. Una historia que no nos es ajena. Mónica Carrillo consigue ir siempre de la mano de los lectores y demuestra su extraordinaria capacidad para hacernos pensar sobre el sentido de nuestra vida. La vida desnuda conmueve e intriga a partes iguales.
La cercanía con el personaje, con sus logros y sus desdichas, crece al igual que la reflexión final, que será inevitable en todo aquel que bucee en sus páginas: ¿Qué vida vivimos? ¿Cuáles son nuestros secretos? ¿De qué depende nuestra felicidad? Poco a poco, Mónica Carrillo va destapando las distintas capas que arropan a los personajes: los padres de Gala; su hermano, Mauro; su tía Julia…. Tras destaparlas, una a una, la protagonista hallará aquello que siempre buscó y que parecía resistírsele: el amor sin condiciones.
Pero para llegar a este punto, la autora ahondará en la memoria y las trayectorias vitales de los personajes. A veces como si el que habla fuese un cuentacuentos capaz de mantener la tensión y la intriga frente a su audiencia; otras, con el recurso del monólogo y esa vocecita interior de la que nadie puede escapar. Gala, secreto tras secreto, irá transformándose durante el viaje emocional en el que se ha embarcado. Además, valiéndose de la capacidad evocadora de los recuerdos de la infancia, la autora logra construir la imagen de la abuela Rosario, que bien podría ser la abuela de todos. Esa mujer procedente de un entorno rural, con sus frases aleccionadoras y su arte para la cocina. Un ser entrañable y reconocible por todo el que lea esta novela.
En La vida desnuda, junto a una acertada narración, los diálogos son vivos, las descripciones, precisas, y los lugares por los que transita, comunes para la mayoría de los lectores. Oficio y sensibilidad no le faltan.
La tercera novela de Mónica Carrillo es, en definitiva, la consolidación de una voz literaria propia.
«–¿Crees que cometiste un error? –pregunté finalmente.
– No solo yo. Él también, muchísimos. ¿Y quién no? Solo las personas perfectas no cometen errores, ni hacen daño ni mienten, por eso no existen.»
LOS PERSONAJES
Gala
Es la protagonista de La vida desnuda. Gala es una artista treintañera nacida en Madrid, pero afincada en Barcelona. Cuando recibe la noticia de la enfermedad de su abuela, la joven está pasando por una fase complicada. Dolida por su ruptura con Her- nán, la protagonista transitará por sus emociones desde la primera página. Sus miedos a veces la dominan, tal y como reconoce. Gala es una mujer sensible y autoexigente que, después de dejarlo con su novio, se siente demasiado cómoda en la melancolía. A diferencia de su hermano, su espíritu es inconformista y no encaja con los convencionalismos de sus padres, de los que se ha distanciado desde hace tiempo. Gala, que adora a su hermano, experimentará la gran revelación familiar de la mano de su tía Julia. La protagonista afirma que todos vivimos tres vidas: la pública, la privada y la secreta. Como no podía ser menos, ella también oculta cosas, como creer que mató a su abuelo Fermín siendo una cría al desconectar por error el respirador que lo mantenía con vida durante sus últimos días en el hospital. Un sentimiento de culpa que superará, como también sus miedos.
La tía Julia
Es la hermana del padre de Gala y la mejor amiga de su madre. En el pasado fue maestra en una escuela de Alicante y desde hace años vive con su hermano y su cuñada en Madrid. Hace tiempo que los silencios, la ironía y el alcohol son su refugio. Sin embargo, tras la muerte de su madre, Rosario, el personaje le cuenta a su sobrina Gala cuál ha sido su verdadera vida. Aparecerá entonces la auténtica Julia, una mujer audaz e irónica, de una gran inteligencia emocional. Su mayor secreto es su amor con
Romano, el director de la escuela donde ella trabajaba. Un amor que nunca fluyó con libertad porque él no dejó a su mujer. Julia tuvo que conformarse con ser su amante durante décadas. La charla con su tía hace reflexionar a Gala sobre su propia vida, el amor y la búsqueda de la felicidad.
Hernán
Es el gran amor de Gala. Se conocieron cuando ambos tenían pareja y el amor les atrapó como un rayo. También artista, pero dedicado al grafiti, Hernán lo deja con Julia ahogado por una relación que a los tres años empezaba a erosionarse. A ojos de la protagonista, él es misterioso, atractivo y apasionado. Hernán necesitará escapar para volver a encontrarse a sí mismo y, al parecer, tampoco olvida a Gala.
Mauro
El hermano mayor de la protagonista es el hombre perfecto. Guapo, formal y médico de un hospital privado, Mauro está casado con Marga, tienen una hija, Vera, y esperan otro bebé. Sus padres lo consideran su ojo derecho, pero eso no hace que su hermana y él sean rivales. Todo lo contrario. Mauro demuestra una complicidad especial con Gala desde que aparece en escena. Pero al estable y formal Mauro algo le inquieta. En su vida secreta esconde otra bomba: le ha sido infiel a su mujer con un compañero de trabajo del que, en realidad, está enamorado.
Chris
Es el viajero australiano de cuerpo envidiable y conversación vivaz que se cruza en la vida de Gala cuando está en el AVE de camino a Madrid. Un tipo que durante el trayecto distrae y divierte a la protagonista, a la vez que le hace sacar a la luz, sus emociones y algunos recuerdos que habitan en su memoria. Chris, que también lo ha dejado hace poco con su exnovia, vivía una falsa vida ideal sobreexpuesta en internet. El joven, escarmentado de las redes sociales, se dispuso a viajar con su mejor amigo para cambiar de aires. Apasionado de la cultura española, se siente atraído por Gala, pero será lo bastante inteligente para dejar que ella vuele sola hacia su verdadero amor, Hernán.
Los padres de Gala
Fermín y Juana forman una pareja convencional, un matrimonio acomodado de los de toda la vida. Su padre, ya retirado, fue un cirujano bien considerado en la profesión. Gala recuerda de él su sentido del humor, pero esa imagen queda empañada por sus aires pretenciosos con sus colegas y por las reprimendas de su madre, que lo pone en evidencia acusándolo de infiel. Y es que su madre no es feliz. El carácter de Juana se ha ido agriando con los años y más al sufrir una depresión tras la muerte de sus padres en un accidente doméstico. Antes de ello, ella creía llevar una vida sin mácula o casi. Porque su madre, tan íntegra, también esconde lo suyo. Se quedó embarazada de un novio que tuvo antes de casarse con Fermín y, como otras mujeres de la época, abortó en Londres.
LOS TEMAS
La teoría de Gala sobre nuestra existencia es el tema que vertebra esta novela. Queda patente en su estructura, dividida en las partes vida pública, vida privada y vida secreta, pero también a lo largo de toda la historia. Los personajes hablarán sobre ello y se confesarán a sí mismos, hasta el punto de que la protagonista terminará por sacar a la luz sus secretos y sucumbir a sus verdaderos deseos. El tema principal del libro es, además, un homenaje al gran Gabriel García Márquez. De hecho, Mónica Carrillo incluye una cita del Nobel:
«Me doy cuenta también de que he vivido tres vidas: la vida pública, la vida privada y la vida secreta. La buena para escribir es la secreta.»
ESTOS SON OTROS DE LOS TEMAS QUE ABORDA LA AUTORA:
El peso de la familia y sus secretos. Nuestros orígenes nos marcan, al igual que las relaciones con los nuestro forjan nuestro carácter, fortalezas y debilidades. Es algo que le pasa a Gala. Tampoco hay familia que no tenga vergüenzas que esconder a los demás –infidelidades, miedos, culpabilidad, choques generacionales…– por mucho que nos empeñemos en guardar las apariencias.
El amor verdadero. Aquel que, pese a no ser perfecto, Gala no consigue quitarse de la cabeza. Al igual que su tía Julia respecto al pasado. Un amor, sin embargo, que también debe vivirse con libertad y respeto por uno mismo.
La muerte como revelación. La pérdida de un ser querido suele ser el detonante que pone al descubierto los desencuentros familiares y sentimentales, pero también da pie a repasar la memoria y preguntarse si la vida que lleva uno es la que realmente quiere vivir. Esto le sucede a Gala en pleno duelo por la muerte de su abuela.
El adiós a la infancia. Sin Rosario, ya no le quedan mayores entrañables a Gala. Su falta supone despedirse del todo de una época en la que los abuelos tienen una mayor influencia, además de consolidarse en la edad adulta.
La búsqueda esperanzadora de la felicidad. Un motor que nos mueve a todos y que movía a la tía Julia, pero que también pone en acción a la protagonista, quien estará decidida a superar sus miedos y ser feliz.
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